“El reciente informe del Gran Jurado de Pensilvania que detalla casos de abuso sexual desde fines de la década de 1940 en seis diócesis católicas de Pensilvania, incluyendo Pittsburgh, Greensburg, Allentown, Scranton y Erie, saca a la luz un comportamiento horrible dentro de nuestra iglesia. El informe es un claro recordatorio, para todos a quienes se les confían niños y jóvenes en la Diócesis de Jackson y empezando por mí , que debemos redoblar nuestros esfuerzos para crear entornos seguros para todos los vulnerables de Dios – niños, jóvenes y mayores.
Del mismo modo, debemos comprometernos a exponer los abusos del pasado y alentar a las víctimas a presentarse. Nunca debemos cansarnos de sanar y reconciliar el dolor que las víctimas y las familias han sufrido a través del comportamiento de personal de la iglesia, especialmente los ordenados. Todos los perpetradores de abuso sexual deben ser removidos del ministerio. Debido a que serví en la Diócesis de Scranton durante el período relevante y estoy relacionado con el manejo de tres denuncias de abuso, creo que es esencial, de acuerdo con nuestro compromiso con la transparencia, que les informe sobre mi papel en esos casos.
Fui Vicario de sacerdotes durante ocho años en la Diócesis de Scranton de 1998 a 2006 durante el tiempo en que estalló la crisis de abuso sexual. Como Vicario, era mi responsabilidad responder a todas las denuncias de abuso sexual que involucraban al clero, junto con otros funcionarios diocesanos. Trágicamente, durante ese período, me pidieron que respondiera a muchas acusaciones. De ellas, el informe hace referencia a tres casos de los que se me encomendó la tarea de responder a las quejas de los feligreses.
En la primera referencia, la víctima inicialmente me confió que había sido abusada, pero declaró que quería que fuera confidencial. Mantuve esa confianza y no hice ningún informe. Aunque su solicitud de mantener la confidencialidad de su denuncia fue documentada en un memorando preparado para el gran Jurado, el informe del gran Jurado excluye este hecho. Sin embargo, el informe confirma que una vez que la víctima eliminó la restricción de la confidencialidad, yo y otros funcionarios diocesanos actuamos rápidamente para denunciar el abuso a las autoridades civiles y destituir del ministerio al sacerdote ofensor. En la segunda referencia, que involucra a un sacerdote fallecido que había sido removido del ministerio, la víctima solicitó asesoramiento y yo aprobé que él recibiera consejería. En la tercera referencia, interrogué al exsacerdote infractor y, a pesar de sus negativas (y al hecho de que anteriormente había sido removido del ministerio), informé sobre esta acusación adicional a las autoridades locales.
Forjadas en el fuego de la crisis del abuso, la gran mayoría de las diócesis en los Estados Unidos, incluida la Diócesis de Jackson, han trabajado arduamente durante los últimos 16 años para ser fieles a la Promesa de Proteger y el Compromiso de Sanar, el documento que se conoce como la Carta de Dallas. El documento completo está disponible a través del sitio web de la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU.
Es mi gran esperanza que alguien que ha sido abusado por un miembro del clero o un empleado o voluntario de una iglesia se presente. La coordinadora de asistencia a las víctimas en nuestra diócesis, Valerie McClelland, es trabajadora social autorizada y está disponible para ayudar a hacer un reporte. Puede contactarla al (601) 326–3728. Siempre repiro que el sufrimiento no tiene estatuto de limitaciones.
Con mis hermanos obispos, ofrezco mis disculpas por el grave pecado de abuso sexual y me comprometo a continuar el trabajo necesario para crear y mantener un entorno seguro dentro de nuestras parroquias, escuelas y centros de servicio “.
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Aniversario
Por Berta del Carmen Mexidor
FOREST – El 15 de agosto, día de la asunción de la Virgen María, es dos veces notable para cuatro Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo, primero por la solemnidad de la fiesta y segundo porque es el aniversario de profesión para las hermanas María Elena Méndez, María Josefa García, Obdulia Olivar y María Eugenia Moreno, MGSpS.
La celebración eucarística, en inglés, español y vietnamita, tuvo lugar en Forest, coincidentemente con la visita de los miembros del equipo de Extensión Católica (Catholic Extension, por su nombre en inglés) a las parroquias en Mississippi. El padre Sergio Romo de la parroquia St. Andrew en Chicago ofició la misa. Parroquianos del lugar participaron en el alegre evento. El aniversario marcó 28 años para la hermana María Elena, 42 años para la hermana María Josefa, 45 para María Eugenia y 44 para Obdulia Olivar. Otro ejemplo del servicio a Dios es la hermana Magdalena Carrillo con 57 años de profesión religiosa, a celebrarlos el 12 de diciembre.
Las Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo tienen su origen en 1914, en Saltillo México y más de 88 años de servicio desde su fundación en 15 de septiembre 1930. Las Misioneras Guadalupanas han estado en Mississippi por 16 años. La hermana María Elena dijo: “Agradecemos a Dios por nuestra hermosa vocación y por su constante fidelidad hacia nosotras. Además, a nuestras familias y a todas las personas que nos ayudan a ser mejores y nos permiten ser parte de sus vidas “.
Cientos de rostros y millas de camino están en los archivos guardados en los corazones de estas hermanas. Su trabajo es reconocido por líderes en parroquias alrededor de Mississippi, pero también por cientos de personas, receptoras de sus esfuerzos que un día, inesperadamente, le muestran su aprecio.
La dulzura en sus voces y los impecables hábitos de color blanco hueso, no son un impedimento para andar por caminos polvorientos o enlodados y ayudar con sus delicadas manos en lugares sucios o estrechar las asperezas de manos trabajadoras. Las mismas manos suaves con las que enseñan, comparten alimentos, limpian lágrimas y sudor y dan consuelo espiritual a mujeres y hombres que necesitan el amor de Dios.

FOREST – Misa a Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo, en su aniversario de profesión, oficiada por el padre Sergio Romo de la iglesia San Andres, Chicago. (Foto Cortesía de la hermana María Elena)
La misión de Extensión Católica destaca trabajo del ministerio hispano
Por Berta Del Carmen Mexidor
GREENWOOD – El pez gato y los calabacines tienen un denominador común en la cocina del sur: alma latina. Esta conexión es notada por el Padre Ted Dorcey, uno de los padres Redentoristas durante una visita a las granjas, mostradas por él, a los visitantes de Catholic Extension (Extension Católica, por su traducción al español) Hay cuatro Redentoristas trabajando en el Delta con la comunidad hispana. El ministerio redentorista fue uno de los aspectos de interés, en esta visita de dos días de Extensión Católica, inmersos en el trabajo del Ministerio Hispano en Mississippi. Los redentoristas han estado en esta área por más de cuatro años, sirviendo a católicos en lugares remotos, especialmente aquellos que trabajan en industrias con un horario difícil para que los trabajadores asistan a misas o reciban sus sacramentos.
Durante el encuentro, Joe Boland, vicepresidente de Extensión Católica, explicó la misión de su organización para financiar los mejores esfuerzos de la iglesia católica en EE. UU. Boland también explicó que la misión se extiende a casos especiales como la crisis de Puerto Rico, el programa latinoamericano de intercambio de hermanas religiosas, la construcción de iglesias en Cuba y el apoyo a los seminaristas, entre otros.
Timothy Muldoon, director de la Misión Educativa de Extensión Católica, explicó que el propósito de este viaje es proporcionar, a varios sacerdotes, información de las áreas no conocidas del trabajo pastoral. Muldoon intenta conectar, en este caso, a tres sacerdotes de Chicago con el Delta del Mississippi, desde donde son originarias familias afronorteamericanas radicadas en Chicago. Los sacerdotes Sergio Romo de la iglesia de San Andrés, Paul Seaman, de la iglesia de San Clemente y Francis Bitterman de St. Josaphat, todas en Chicago, expresaron estar impresionados por las circunstancias del trabajo y los resultados de la Misión Redentorista en el Delta. El padre Romo señaló que hay una gran diferencia entre su trabajo en una iglesia metropolitana en Chicago con la de una iglesia itinerante con feligreses dispersos por el Delta de Mississippi.
A los miembros de Extension Catolica se unieron representantes de la Diócesis de Jackson, incluyendo a Fran Lavelle, Directora de Educación Religiosa y Formación de Fe, dos Missioneras Guadalupanas del Espíritu Santo, María Elena Méndez y María Josefa García, MGSpS , el hermano Ted Dausch , coordinador del Ministerio Hispano y el Padre Kevin Slattery, Vicario General de la Diócesis
Lavelle hizo notar que la diócesis atiende 95 parroquias y misiones en un estado donde los católicos son minoritarios, pero que están dispersos por todo el territorio. Solo en el Delta, los Redentoristas están llegando a una gran cantidad de familias latinas, pero no es suficiente. El ministerio Hispano de la diócesis está constantemente recorriendo el estado para apoyar el trabajo de las parroquias y misiones de la diócesis.
Como parte de la incursión, el padre Dorcey los invitó a un lugar de cosecha de calabacines y a una planta de procesamiento del pez gato, donde muchos latinos, generalmente mexicanos, son trabajadores temporales bajo un programa de visas de trabajo. Todos los invitados y visitantes presenciaron, de primera mano, las condiciones laborales y las motivaciones de los jóvenes migrantes y de las familias que trabajan en Mississippi. Adolfo Rojas, supervisor de los trabajadores agrícolas respondió a las preguntas del grupo de Extensión Católica, quienes quedaron impresionados por la fe de los trabajadores en aras de mantener su vínculo con la iglesia, incluso después de largas horas de trabajo. Como parte de la delegación de Extensión Católica también estuvieron presentes Karla Ortiz, gerente de programas misioneros, Natalie Donatello, gerente de sociedades entre Iglesias (Parish Partnerships) y Rich Kalonick, gerente creativo, quien tomo fotos y videos.
Después de la visita al Delta, el grupo visitó además Cartago, Camden y Forest.
Equipo empaca Felicidad, Fe y Tradición para V Encuentro
Por Berta Del Carmen Mexidor
JACKSON – Los latinos llevan tradiciones, cultura, idiomas y fe a donde quiera que vayan. Es un rasgo común entre muchas culturas latinas. Encuentro es una secuencia de cuatro años de reuniones parroquiales para debatir, colaborar y compartir experiencias sobre lo que significa ser hispano y católico en los Estados Unidos.
El proceso hacia Encuentro fue resultado del esfuerzo de los Obispos de EE. UU. para comprender y servir mejor a un número creciente de católicos hispanos que trajeron su música, cocina y tradiciones de fe. El primer Encuentro fue en 1972 y condujo a la creación de la oficina nacional de asuntos hispanos.
Esta progresión múltiple de reuniones se organiza de parroquias a regiones y conducen a una reunión nacional final cada cuatro años. Los resultados de esta vuelven a reproducir el mismo ciclo de reuniones parroquiales. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) ha convocado a 3.000 delegados de todos los Estados Unidos para el V Encuentro pastoral, que se celebrará en Grapevine, Texas, del 20 al 23 de septiembre.

Susana Becerril
La Diócesis de Jackson tendrá cuatro delegados, todas mujeres, Susana Becerril, María Isamar Mazy, Danna Johnson y la hermana María Elena Méndez MGSpS, una de las coordinadoras del ministerio hispano de la diócesis. Las delegadas están guiadas por el obispo Joseph Kopacz. Sus voces representarán la experiencia latina en Mississippi.
La hermana María Elena dice que alrededor de más de quinientas personas han participado en todo el proceso desde el inicio, en 23 grupos parroquiales y dos reuniones diocesanas. “Tenemos el compromiso de trabajar juntos, y nuestras expectativas son actualizar el plan nacional hispano y a nuestro regreso, aplicarlo en las parroquias”, dijo la hermana.
En su búsqueda de facilitadoras, las hermanas María Elena y María Josefa García, MGSP encontraron a Susana Becerril. Susana tiene cuatro hermanos y ha estado trabajando para ayudar a su familia quenes viven por más de siete años en Cleveland, MS. Becerril comenzó a crear pequeños grupos en la comunidad de Nuestra Señora de las Victorias. Uno de los grupos incluía jóvenes y adultos, y ella lo recuerda como una buena experiencia porque, independientemente de la diferencia de edad, el vínculo creado fue excelente. Esta joven tiene grandes expectativas para el V Encuentro nacional “Quiero ver la implementación de programas que puedan ayudar a las familias latinas en mi comunidad, capacitando a más facilitadores y más iniciativas para los jóvenes” dice. Susana explicó que alrededor del 50 por ciento de los latinos en Cleveland no asisten a las actividades de la iglesia, debido al horario de trabajo o la falta de motivación. “Ahora tenemos misa en español, y eso ayuda un poco, pero quisiera que aumente nuestro impacto” concluye Susana.

Danna Johnson
Danna Johnson está tomando las inquietudes de una decena de parroquias para entregarlas directamente al V Encuentro. Danna trabaja como coordinadora del ministerio hispano del decanato cinco, en la parte norte del estado. Viniendo de Honduras hace seis años, ella aceptó los desafíos que cada inmigrante tiene, señalando que “solo en la iglesia se encuentra un refugio espiritual”. A Pontotoc, Danna trajo las tradiciones católicas de su familia. Con tiempo, trabajo duro y fe ella comenzó a responder a su pasión por servir; comenzando como catequista ahora es parte del equipo de liderazgo del decanato, trabajando con la formación de la fe, el liderazgo y la liturgia en las parroquias que conforman el decanato cinco.
“Servir a los demás, esa es mi convicción y mi fe se ha enriquecido, este trabajo es un regalo de Dios para mí “, dijo Danna. “Empecé a involucrarme con V Encuentro para informarles a los feligreses” añadió. Participó en el Encuentro regional del sur que se realizó en Miami a principios de este año, donde se vio impactada positivamente por la diversidad cultural de la comunidad latina.
Ella cree que la iglesia necesita abordar las necesidades de los jóvenes en estos tiempos difíciles. “Todos nosotros necesitamos un encuentro con Cristo y estar juntos en ese viaje” añadió Danna

María Isamar Mazy
María Isamar Mazy, una joven de la Catedral de San Pedro Apóstol, ha vivido en Estados Unidos por más de 13 años. Como asistente médico en el Centro Médico de la Universidad de Mississippi, ella es testigo del dolor y del proceso de curación. En la iglesia ella siguió el ejemplo de sus padres. Mazy se involucró en Encuentro al comienzo de este ciclo de reuniones. “Hay mucho que hacer por la comunidad latina en Mississippi”, dijo. Mazy colabora en el ministerio juvenil en la catedral de San Pedro, “Me gusta ayudar a distribuir información, reunir opiniones e implementar programas para ayudar a las familias latinas y, por lo tanto, a las generaciones jóvenes”, agregó.
Ella espera traer a casa ejemplos de programas exitosos implementados en otros estados para ayudar a los estudiantes a ir a la universidad, educación religiosa familiar y más. Agradece las palabras del obispo Kopacz a los delegados de Mississippi porque “me alienta a continuar con este trabajo, … siento que tenemos su apoyo” y concluye entusiasmada “Estoy lista para hacer crecer a esta comunidad”.
En 2013, el Papa Francisco emitió una exhortación apostólica llamada La Alegría del Evangelio en la que llama a la comunidad católica a encontrarse unos a otros y a Jesús. Encuentro es solo una forma más de la Iglesia para hacer este trabajo. “Deseo alentar a los fieles cristianos a emprender un nuevo capítulo de evangelización marcado por esta alegría”, escribió el Papa. La hermana María Elena, Danna, Isamar y Susana respondieron a esta llamada y su felicidad está llenando sus bolsos.
Busque la cobertura de Encuentro en futuras ediciones de Mississippi Católico.
Cristo está en el centro de la formación de la fe

+ Obispo Joseph R. Kopacz
Por Obispo Joseph Kopacz
En temporada y fuera de temporada, el Señor nos llama a crecer en sabiduría, conocimiento y gracia, como sus discípulos. Este es el trabajo de la conversión, la formación de la fe y, en última instancia, la santidad. En un horario continuo durante esta temporada del año, nuestras Escuelas Católicas, Certificación de Formación de Fe para Adultos, programas de Educación Religiosa, R.C.I.A., preparación Sacramental, cursos de las Escrituras, Días de Formación de Fe, retiros, capacitación en Ambiente Seguro y más, continúan con gran celo y esperanza.
Nuestra visión diocesana de discípulos inspiradores, sirviendo a los demás y abrazando la diversidad se renueva una vez más. Esta manifestación externa de la actividad de la colmena se basa en un verano lleno de merecido descanso, revisión del año pasado y planificación para la nueva temporada.
El trabajo de formación en la fe es una misión de 12 meses y estoy eternamente agradecido a todos los que permanecen en el camino escuchando el llamado del Señor Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida.
A principios de este año, el 19 de marzo, el Papa Francisco abrió una puerta para todos los que están comprometidos en la misión de evangelización y formación de fe con su Exhortación Apostólica, “Guadete et Exultate( Regocijate y sé feliz), el llamado a la santidad en el mundo moderno”. Esta exhortación inspiradora y legible comienza con los santos que nos animan y nos acompañan, y los santos de la puerta de al lado.
Por supuesto, el primer grupo es la Nube de Testigos que ya está alrededor del trono de Dios, como se describe en la carta a los hebreos y el libro del Apocalipsis, y el último se refiere a miembros de la familia, vecinos, feligreses y amigos. Una de las gemas de este documento es la sección sobre las Bienaventuranzas que es una brújula para que todos los discípulos abracen la mente y el corazón del Señor.
Nuestras Escuelas Católicas han elegido las Bienaventuranzas como centro para el enfoque de este año. Otra oportunidad de oro para el liderazgo diocesano es nuestra convocatoria de otoño, cuyo tema es “Formar discípulos intencionales”.
Sherry Weddell, autora del libro de referencia sobre los discípulos intencionales y conferencista nacional en demanda, aceptó nuestra invitación a nuestra convocatoria de tres días por nuestra visión diocesana de Inspirar a discípulos- Servir a los demás- Abrazar la diversidad. Felicitaciones a nuestro Comité de Formación Continua por este resultado excepcional.
Lo anterior es un notable paquete de formación de fe y evangelización, pero quiero reflexionar sobre lo que para todos nosotros es la fuente y la cumbre de toda formación, evangelización y santidad, la Misa.
Durante las últimas cinco semanas, la Iglesia en todo el mundo católico ha proclamado el discurso del Pan de Vida del sexto capítulo en el Evangelio de San Juan. Hoy fue el diálogo culminante entre Jesús y aquellos que estaban luchando por comprender sus impactantes palabras. “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo los resucitaré en el último día. Porque mi carne es comida real y mi sangre es bebida verdadera. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo en ellos. Así como el Padre viviente me envió y yo vivo por el Padre, así también el que se alimenta de mí, vivirá por mí. Este es el pan de vida que bajó del cielo. Sus antepasados comieron el maná y murieron, pero el que se alimenta de este pan vivirá para siempre “.
La Eucaristía, Palabra y Sacramento, la presencia real de Jesucristo, el Hijo de Dios es una formación permanente para todos los discípulos. Nosotros en el mundo católico tenemos el don y el misterio de la fe eucarística, que ha sido nuestro alimento para el viaje en el camino a la vida eterna. Yo los animo a todos en la formación de la fe a que nunca se cansen de integrar plenamente a todos en la vida sacramental de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía.
Palabra, adoración, comunidad y servicio son el paquete total de lo que significa pertenecer a Jesucristo, el Pan de Vida, el Maestro, quien nos lleva al Padre en el poder del Espíritu Santo.
A medida que la miasma de la crisis de abuso sexual envuelve a la Iglesia una vez más, no olvidemos que una de nuestras prioridades pastorales críticas es el mandato del Evangelio de perdonar, sanar y reconciliar a las comunidades.
La evangelización y la formación de la fe no son posibles sin arrepentimiento y conversión. Gracias a Dios, la Iglesia ha plantado muchas de estas semillas que han crecido y continúan floreciendo en todos nuestros ministerios.
Las víctimas de abuso sexual y sus familias son la prioridad para recibir sanación y reconciliación y nunca debemos cansarnos de restaurar la vida a través de la misericordia de Dios y la justicia al pie de la Cruz.
Gracias a todos los que diariamente fomentamos entornos seguros para nuestros niños y jóvenes y a los que acompañan a las víctimas que están en el camino de la curación y la esperanza. Nada es imposible para Dios, porque Dios es Amor.
El abusado clama al cielo por justicia

+ Obispo Joseph R. Kopacz
Por Obispo Joseph Kopacz
A lo largo de la Iglesia Católica en los Estados Unidos muchos están agonizando por las revelaciones de los crímenes, del Cardenal Theodore McCarrick contra menores, el flagrante abuso de poder y el comportamiento sexual desenfrenado con seminaristas y otros. Dolor, ira y vergüenza están ensombreciendo a los fieles y viejas heridas se reabren. Hay muchas preguntas sin respuesta, pero por más desagradable que sea la verdad, pues solo la verdad pondrá a las víctimas, sus familias y a la Iglesia en el camino hacia la sanación, la justicia y la nueva vida. La revelación del comportamiento pecaminoso de un prelado de alto rango en la Iglesia no resta valor a todo el buen trabajo que la Iglesia Católica ha hecho para proteger a los niños y jóvenes desde 2002, pero es un retroceso horrible en los esfuerzos para restaurar la confianza.
La vasta mayoría de las diócesis católicas en Estados Unidos han trabajado muy duro durante estos 16 años para ser fieles al documento conocido como La Carta de Dallas, titulada “ Promesa de Proteger y Compromiso de Sanar” (Promise to Protect and the Pledge to Heal; por su nombre en inglés). El fomento de entornos seguros en nuestros ministerios es ahora la norma, y el apoyo firme a las víctimas de abuso sexual que luchan por la sanación y la esperanza en sus vidas, ha sido un compromiso incansable.
Los resultados son dignos de elogio; los protocolos creados por los programas para una Iglesia de ambiente seguro han reducido significativamente los abusos a menores por miembros del personal de las iglesias. De igual manera sabemos que toma entre 20 y 30 años, como promedio, para que una víctima se decida a dar un paso adelante y cuente su trágica historia. Este fue el caso de las víctimas del Cardenal McCarrick. Muchos nunca revelan su herida porque es demasiado doloroso el hacerlo. Esta es la razón por la cual difundimos repetidamente la declaración que alienta, a todas las víctimas de abuso sexual por parte del personal de la Iglesia, a presentarse sin importar cuánto tiempo haya pasado desde ocurrido el abuso. El sufrimiento no tiene estatuto de limitaciones.
El abuso sexual es un mal y un crimen que causa estragos, destrucción y desesperación, por tanto el enemigo, el maligno se regocija en esto porque el abuso está envuelto en tinieblas, mentiras y vergüenza. El abuso desata el poder del infierno sobre las víctimas y sus familias y con frecuencia se propaga de una generación a otra, a menos que el ciclo se rompa a la luz de la verdad, la curación y la reconciliación.
Al principio de mi sacerdocio, durante un período de 15 años, tuve la oportunidad de enseñar Desarrollo Humano a adolescentes en tres de nuestras escuelas primarias en la Diócesis de Scranton. El don de la sexualidad está floreciendo a esta edad, y el saber que hay personas en la Iglesia que se aprovechan de estos jóvenes, adolescentes y de los menores en cada etapa de su desarrollo es un ataque desmedido contra la dignidad humana.
En la Diócesis de Jackson nos comprometemos a fomentar ambientes seguros en nuestras Escuelas Católicas, en nuestros Programas de Educación Religiosa y en nuestros Ministerios de la Juventud para que los niños y jóvenes que nos han sido confiados puedan alcanzar el potencial dado por Dios en cada aspecto de sus vidas.
Además, serví como Director de Formación durante 14 años en nuestro Seminario Universitario en Scranton, Pensilvania y escuchar de la explotación de jóvenes que están discerniendo una vocación por aquellos en autoridad y supuestos a nutrirlos, también clama al cielo por justicia. La transparencia y el cultivo de una cultura de confianza, respeto y responsabilidad son las normas de los seminarios donde nuestros seminaristas de Jackson están formándose: Saint Ben’s (Colegio Seminario St. Joseph) en Covington, Luisiana; Notre Dame en Nueva Orleans y el Sagrado Corazón en Hales Corner, Wisconsin.
Durante los dos últimos años, como miembro de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB; por sus siglas en inglés), he estado sirviendo en el Comité para la Protección de Niños y Jóvenes. Esto me sitúa en el centro de la resolución permanente de la Iglesia de proteger y sanar, tal como se establece en La Carta de Dallas y de aplicar estos esfuerzos y mejores prácticas a nuestra propia red de Ambientes Seguros en nuestra Diócesis.
La Carta dirige la acción en los siguientes asuntos:
• Crear un ambiente seguro para niños y jóvenes;
• Sanación y reconciliación de víctimas y sobrevivientes;
• Hacer una respuesta pronta y efectiva a las acusaciones;
• Cooperar con las autoridades civiles;
• Disciplinar a los culpables;
• Proporcionar medios de rendición de cuentas para garantizar en el futuro que el problema continúe siendo tratado de manera efectiva a través de la Secretaría de Protección de Niños y Jóvenes y la Junta Nacional de Revisión.
Que el Señor Jesús, que dio la bienvenida a los niños y los abrazó en su amor, traiga la verdad que nos hará libres, la justicia que restablecerá las relaciones correctas con Dios y con los demás, la sanación y la reconciliación que son los estándares de todas las comunidades cristianas, su cuerpo, la Iglesia.
Entrega de certificados del curso del Nuevo Testamento, área de Jackson
Hna. María Elena Méndez, MGSPS
En el curso se inscribieron 74 personas de las parroquias de St Jude, Pearl; San Pedro y Santa Teresa, Jackson; Sagrado Corazón, Canton; Santa Ana, Carthage; San Miguel, Forest; San Martín de Porres, Morton y San Martín de Tours, Hazlehurst. El programa consistió en cinco clases del Nuevo Testamento: los Evangelios sinópticos, evangelio de Juan y sus cartas, los hechos de los apóstoles y las cartas apostólicas, cartas paulinas y apocalipsis.

JACKSON – La miembros de la cumunidad el San Pedro, reciben su certificado de participación. Arededor de 26 personas tomaron el curso del Neevo Testamento. Foto de la Hna. Josefa Garcia, MGSPS, asesora espiritual del MFCC)
En su mayoría, todos los estudiantes estuvieron muy participativos e interesados en conocer más sobre la Biblia. El Instituto de Pastoral del Sureste (SEPI) estuvo a cargo de los maestros quienes también vinieron con mucho gusto.

CANTON – Después de entregar las certificados en la Parroquia del Sagrado corazón, Blanca Peralta, cordinadora de la comunidad hispana, invita a la comunidad a participar en el siguiente curso. (Fotos por Eduardo Zúniga)
Una vez terminado el curso, el equipo de ministerio hispano: Hno Ted Dausch, CFC y las Hnas. María Josefa Garcia y María Elena Méndez MGSpS, nos propusimos ir a dar el certificado de asistencia (firmado por nuestro obispo Joseph Kopacz) a las parroquias a la que pertenecen los estudiantes, esto también con la finalidad de agradecer su comunidad, a los sacerdotes y a los ministros eclesiales laicos por su apoyo a estos estudiantes, a la vez, también para promover a otras personas para participar en los próximos cursos tanto en el área de Jackson como de Túpelo y a la gente de las parroquias vecinas.
Felicitamos a cada uno, cada una que ha terminado estos cursos y los animamos a seguir con los siguientes y a que pongan en servicio de su comunidad lo que van aprendiendo. Los esperamos en las clases siguientes.
Encuentro Conyugal: construyendo una familia en Dios
Por Susana and Edward Florez
CHATAWA – Cada año el Movimiento Familiar Cristiano Católico (MFCC) de la Federación de Jackson, MS organiza un encuentro conyugal como parte de las actividades espirituales ofrecidas a todos sus miembros.
Este encuentro conyugal tuvo como finalidad promover entre los participantes una nueva forma de vivir como esposos y como familia, teniendo como base la palabra Dios, rescatando la belleza e importancia de la vocación matrimonial.
El encuentro se desarrolló el 1, 2 y 3 de junio en Chatawa, MS. Contó con la participación de 10 parejas miembros del MFCC y de 5 parejas del equipo de encuentros conyugales entre los cuales se encontraban los presidentes del MFCC – Federación Jackson, Maribel y Juan Melo. Se tuvo también la colaboración de la Hna. María Elena Méndez, MGSPS como asesora espiritual del encuentro conyugal, y de los sacerdotes Siervos Trinitarios: Padre Odel Medina, Padre Marco Antonio Sánchez y Padre Raúl Ventura.

Momento de recogimiento de las parejas participantes del Encuentro Conyugal 2018, junto con el Padre Odel Medina,ST. (Foto de la Hna. María Elena Méndez. MGSPS, asesora espiritual del MFCC)
Refugio y Azucena Duarte, pareja de la segunda etapa del MFCC, con 13 años de casados y 3 hijos nos dieron su testimonio. ¨Nunca me voy a olvidar de este encuentro bendecido¨, enfatizó Refugio. Por su parte, Azucena expresó muy emociona ¨valió la pena cada minuto durante el encuentro, hemos fortalecido los lazos de amor, respeto y confianza para edificar aún más nuestra familia¨.
Cultivemos y restauremos nuestra vida personal, matrimonial y familiar en el MFCC. Todas las parejas Católicas quedan cordialmente invitadas a participar en el Movimiento Familiar Cristiano. En agosto iniciaremos las invitaciones en las parroquias para inscribir a nuevas parejas que quieran crecer en su matrimonio y en su vida familiar. Nos reunimos cada dos semanas en las casas de las personas de nuestro equipo durante el año escolar. También tenemos algunas actividades del grupo que nos ayudan a fortalecernos como movimiento. No pierdan esta gran oportunidad de crecer. Para mayores informes e inscripciones con Maribel y Juan Melo, Teléfono: 601-209-3232.
Las prioridades de encuentro regional ayudan a formar el ministerio hispano en Estados Unidos
Por Norma Montenegro Flynn
SOUTH BEND, Indiana (CNS) – Cerca de 200 líderes del Ministerio Hispano de 13 diócesis en Illinois, Indiana y Wisconsin se reunieron en la Universidad de Notre Dame para su Encuentro de la región episcopal VII, celebrado el 8-10 de junio.
Entre los principales temas que los participantes consideraron prioritarios para su región: la evangelización y el desarrollo de liderazgo entre jóvenes y adultos jóvenes; apoyo y cuidado a los inmigrantes en el país sin documentos; acompañamiento de las familias; el desarrollo de competencias interculturales en las parroquias; y la necesidad de cultivar más vocaciones.
“El Encuentro ha realmente llevado a la luz las voces del pueblo ante las autoridades de la iglesia. Es por ello que estos encuentros son tan importantes “, dijo el obispo auxiliar de Chicago Alberto Rojas, obispo líder de la región VII.
Al igual que otros encuentros regionales que se celebran en todo el país, la reunión en Notre Dame fue parte del proceso que precede al Quinto Encuentro Nacional de Ministerio Hispano/Latino, también conocido como V Encuentro, que se llevará a cabo el 20-23 de septiembre en Grapevine, Texas.
Para asegurar que el proceso fuera claramente entendido por todos los delegados, que son predominantemente inmigrantes hispanos, la región optó por celebrar las sesiones principalmente en español.
Los participantes que trabajaron en grupos pequeños seleccionaron sus principales desafíos, prioridades y estrategias en 10 áreas ministeriales que fueron discutidas y acordadas por todos los participantes. Estas áreas fueron: vocaciones, ministerio juvenil y de adultos jóvenes, ministerio de familia, formación de fe y catequesis, liturgia, desarrollo y formación de líderes, educación superior e inmigración.
“Esperamos que el proceso del V Encuentro nos ayude escuchando los problemas, las luchas y los desafíos que enfrentan las personas en nuestras parroquias y diócesis”, dijo María Rodríguez, una delegada de la diócesis de Fort Wayne-South Bend, quien es ujier en la parroquia de nuestra Señora de Guadalupe en Warsaw, Indiana.
Durante las sesiones plenarias, los participantes en las diferentes áreas ministeriales subrayaron la importancia de alcanzar a las familias en todas las edades y etapas. Discutieron maneras de proveer apoyo en la formación de la fe, el acceso a los sacramentos, el fortalecimiento de los matrimonios, conocer sus luchas y razones por las cuales algunos podrían dejar de ir a la iglesia e invitarlos a regresar.
También se consideraron estrategias sobre cómo desarrollar y promover las vocaciones hispanas al sacerdocio y al diaconado desde dentro de sus comunidades. Muchos líderes esperan ver más acceso a oportunidades en español para profundizar y fortalecer su conocimiento de la fe católica a todos los niveles.
Sor Carmen Sotelo, delegada de la diócesis de Joliet, Illinois, dijo que este conocimiento es particularmente esencial cuando las comunidades parroquiales quieren incorporar apropiadamente sus costumbres y herencia en sus prácticas de adoración.
“Necesitamos la formación litúrgica para saber, por ejemplo, que no se puede tocar cualquier tipo de música durante la Misa y los lectores deben prepararse adecuadamente para ser mensajeros del Evangelio”, dijo Sotelo, una hermana misionera del Sagrado Corazón de Jesús y Santa María de Guadalupe. “Todos los que participan en la liturgia proveen sus seres en servicio a Dios,” añadió.
Algunos participantes también expresaron la necesidad de que los sacerdotes de la parroquia, los obispos y el personal estén abiertos a entender su cultura y destacaron la necesidad de más formación intercultural y colaboración a todos los niveles dentro de las parroquias y diócesis.
El obispo Kevin C. Rhoades de Fort Wayne-South Bend, quien lidera la diócesis anfitriona, dijo que se sintió enriquecido escuchando las necesidades, puntos de vista, contribuciones y dificultades de los participantes.
“Su compromiso y su fe son tan evidentes, pero también los desafíos que enfrentan”, dijo Monseñor Rhoades acerca de los adultos jóvenes hispanos. “me quedé muy impresionado por esta idea de la juventud latina evangelizando a otros jóvenes latinos y hablando sobre maneras de hacerlo”.
También destacó el importante papel que tiene la iglesia al acompañarlos y que vean que la iglesia está con ellos en sus luchas.
Además de Rhoades y Rojas, otros obispos también participaron en el acontecimiento, entre ellos estaba el arzobispo Charles C. Thompson de Indianápolis; el obispo emérito Placido Rodríguez de Lubbock, Texas, el obispo Timothy L. Doherty de Lafayette, Indiana, y el padre James Besartylla, vicario general de la diócesis de Madison, Wisconsin.
Dieciséis diócesis comprenden la región episcopal VII y se propagan por Wisconsin, Indiana e Illinois. Se estima que más de 3 millones de hispanos viven en la región.
Las estrategias y recomendaciones se incluirán en un informe final que se presentará al equipo nacional del V Encuentro y formará parte de un documento de trabajo que se utilizará durante la reunión nacional del V Encuentro. Las recomendaciones que surjan a nivel nacional proporcionarán una base para un plan pastoral para el ministerio hispano en los Estados Unidos para los próximos años.
“Va a ser nuestro plan pastoral, un plan de acción”, dijo Enid Román, directora del Ministerio Hispano en la Diócesis de Fort Wayne-South Bend y coordinadora regional. “Estamos ansiosos por ello porque hace más de 30 años que no tenemos nuevas pautas, ¿Hacia dónde vamos como gente hispana con voz en la iglesia?”
Los líderes hispanos siguen ‘el camino’ al enriquecimiento teológico
Por Galen Holley
Una luz de reconocimiento brilló en los ojos de Maribel Sánchez, y sonrió humildemente, con la mano en su corazón, mientras se ponía de pie para hablar en nombre de su grupo.
“Soy una pecadora, pero Dios me ama y me perdona y, debido a eso, tengo la confianza de ser misionera,” dijo Sánchez, una catequista, además de lectora y ministro de la Eucaristía en la Parroquia Católica de San Cristóbal en Pontotoc. “Dios me ha dado muchas cosas buenas, y todo lo que tengo, él quiere que lo comparta,” dijo Sánchez.
Sánchez se situó en medio de unos 50 de sus compañeros líderes en el ministerio hispano a lo largo de Deanery Five, en el noreste de Mississippi. Se reunieron en San Cristóbal para un día de estudio y reflexión, la culminación de un proceso de un año de profundización en la comprensión de la fé y una mejor preparación para transmitir ese conocimiento a los demás.
El curso que Sánchez y otros 10 líderes completaron oficialmente el 21 de julio se llama Camino, un programa en línea, en el cual los estudiantes se preparan leyendo materiales teológicos asignados, luego discutiendo lo que han aprendido en grupo, sesiones de charla y completando tareas escritas. Camino fue desarrollado a través de una asociación entre el Instituto Pastoral del Sureste y la Universidad de Notre Dame.
La directora de Camino, Esther Terry condujo hasta Pontotoc desde South Bend, Indiana, con su esposo y su hijo pequeño, y dirigió el retiro en español. Ella comenzó citando los relatos bíblicos del llamado de Jesús de Mateo, así como el llamado del Señor de sus primeros discípulos, en el primer capítulo de Juan, y la visita de Jesús a María y a su hermana, Marta, en Lucas 10.
“Los catequistas, los ministros laicos, todos los que sirven a Dios, comienzan con un encuentro con Cristo,” dijo Terry, refiriéndose durante todo el día a la exhortación apostólica del Papa Francisco “Evangelii Gaudium”. En el documento de 2013, el Santo Padre enfatizó que todos los bautizados, cualquiera sea su posición o nivel de instrucción, están llamados a proclamar y dar testimonio del Evangelio.
“El Papa Francisco dice que todos nosotros, informados por la Palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia, y reflexionando sobre nuestra experiencia personal de la fe, estamos llamados a vivir nuestro bautismo siendo discípulos misioneros,” dijo Terry.
Ese mensaje resonó con el catequista Luis Urzua, de la Parroquia de San Francisco de Asís en New Albany. “Cada uno de nosotros experimentamos nuestra relación con Cristo de forma única, por lo que los dones que ofrecemos, nuestros testimonio, y nuestros enfoques para la evangelización también serán únicos,” dijo Urzúa.
Según el director de formación de fe y educación religiosa, Fran Lavelle, el clero y los líderes laicos en Decanato Cinco se ofrecieron como voluntarios para servir como un programa piloto para Camino en la Diócesis de Jackson.
Elegir un programa que fuera efectivo y manejable era una prioridad, según Raquel Thompson, ministra hispana de la parroquia de St. James en Túpelo
“Se pensó mucho en la metodología,” dijo Thompson. “El estudio guiado, el contexto para que los estudiantes compartieran lo que aprendieron con otros en los foros en línea y en una forma práctica de los cursos era importante.”
En una reunión de orientación en junio de 2017, los participantes aprendieron que cubrirían cuatro áreas de estudio, que incluían la fe, el Credo, la liturgia y los sacramentos, la oración y la espiritualidad. Cada curso duró aproximadamente seis semanas. No se otorgaron calificaciones, pero los facilitadores en línea alentaron expectativas razonables de participación y consistencia. Se les pidió a los estudiantes pagar $50 por cada curso, y la diócesis ofreció becas.
La creciente necesidad de proporcionar una sólida formación teológica y ministerial en español fue una de las principales razones por las que el personal de decanatos le dio a Camino una prueba, dijo Thompson. El ímpetu más amplio para el programa, agregó, surgió de la nueva declaración de visión y las prioridades pastorales que estableció el Obispo Joseph Kopacz y su equipo visionario el año pasado.
“Entre las preocupaciones que a menudo escuchamos de los catequistas y otros líderes de la comunidad hispana es que no se sienten competentes, o suficientemente preparados, y en algunos casos, no tienen suficientemente confianza,” dijo Thompson.
La ministra hispana de St. Christopher, Dana Johnson, estuvo de acuerdo.
“Vemos un gran deseo en nuestras comunidades para aprender más sobre la fe. Este formato innovador, que utiliza tecnología, y que permite que muchas personas que trabajan, estudien en sus hogares, cuando sus horarios lo permiten. Esto es muy emocionante,” dijo Johnson.
Hacia el final del día, después de que los participantes oraron ante el Santísimo Sacramento, disfrutaron del almuerzo y compartieron lo que aprendieron de la experiencia del Camino, Lavelle otorgó certificados, y Terry concluyó el día con otra reflexión sobre la exhortación del Papa Francisco, con una advertencia de St. Pope Juan Pablo II.
“Juan Pablo II dijo que nunca dejamos de descubrir, nunca dejamos de profundizar nuestra comprensión de la fe,” dijo Terry. “Ser un discípulo misionero también es un proceso que dura toda la vida. Seguir a Cristo, imitando la vida de Cristo, participando en su misión; no son cosas fáciles. Jesús no nos prometió un tiempo fácil y tranquilo. Pero si estamos invitados a recibir el amor de Dios, y pasarlo a otros.”
(Galen Holley es miembro de la parroquia de New Albany St. Francis.