Aniversario

Por Berta del Carmen Mexidor
FOREST – El 15 de agosto, día de la asunción de la Virgen María, es dos veces notable para cuatro Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo, primero por la solemnidad de la fiesta y segundo porque es el aniversario de profesión para las hermanas María Elena Méndez, María Josefa García, Obdulia Olivar y María Eugenia Moreno, MGSpS.
La celebración eucarística, en inglés, español y vietnamita, tuvo lugar en Forest, coincidentemente con la visita de los miembros del equipo de Extensión Católica (Catholic Extension, por su nombre en inglés) a las parroquias en Mississippi. El padre Sergio Romo de la parroquia St. Andrew en Chicago ofició la misa. Parroquianos del lugar participaron en el alegre evento. El aniversario marcó 28 años para la hermana María Elena, 42 años para la hermana María Josefa, 45 para María Eugenia y 44 para Obdulia Olivar. Otro ejemplo del servicio a Dios es la hermana Magdalena Carrillo con 57 años de profesión religiosa, a celebrarlos el 12 de diciembre.
Las Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo tienen su origen en 1914, en Saltillo México y más de 88 años de servicio desde su fundación en 15 de septiembre 1930. Las Misioneras Guadalupanas han estado en Mississippi por 16 años. La hermana María Elena dijo: “Agradecemos a Dios por nuestra hermosa vocación y por su constante fidelidad hacia nosotras. Además, a nuestras familias y a todas las personas que nos ayudan a ser mejores y nos permiten ser parte de sus vidas “.
Cientos de rostros y millas de camino están en los archivos guardados en los corazones de estas hermanas. Su trabajo es reconocido por líderes en parroquias alrededor de Mississippi, pero también por cientos de personas, receptoras de sus esfuerzos que un día, inesperadamente, le muestran su aprecio.
La dulzura en sus voces y los impecables hábitos de color blanco hueso, no son un impedimento para andar por caminos polvorientos o enlodados y ayudar con sus delicadas manos en lugares sucios o estrechar las asperezas de manos trabajadoras. Las mismas manos suaves con las que enseñan, comparten alimentos, limpian lágrimas y sudor y dan consuelo espiritual a mujeres y hombres que necesitan el amor de Dios.

FOREST – Misa a Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo, en su aniversario de profesión, oficiada por el padre Sergio Romo de la iglesia San Andres, Chicago. (Foto Cortesía de la hermana María Elena)