Los líderes hispanos siguen ‘el camino’ al enriquecimiento teológico

Por Galen Holley
Una luz de reconocimiento brilló en los ojos de Maribel Sánchez, y sonrió humildemente, con la mano en su corazón, mientras se ponía de pie para hablar en nombre de su grupo.
“Soy una pecadora, pero Dios me ama y me perdona y, debido a eso, tengo la confianza de ser misionera,” dijo Sánchez, una catequista, además de lectora y ministro de la Eucaristía en la Parroquia Católica de San Cristóbal en Pontotoc. “Dios me ha dado muchas cosas buenas, y todo lo que tengo, él quiere que lo comparta,” dijo Sánchez.

     

   
Sánchez se situó en medio de unos 50 de sus compañeros líderes en el ministerio hispano a lo largo de Deanery Five, en el noreste de Mississippi. Se reunieron en San Cristóbal para un día de estudio y reflexión, la culminación de un proceso de un año de profundización en la comprensión de la fé y una mejor preparación para transmitir ese conocimiento a los demás.
El curso que Sánchez y otros 10 líderes completaron oficialmente el 21 de julio se llama Camino, un programa en línea, en el cual los estudiantes se preparan leyendo materiales teológicos asignados, luego discutiendo lo que han aprendido en grupo, sesiones de charla y completando tareas escritas. Camino fue desarrollado a través de una asociación entre el Instituto Pastoral del Sureste y la Universidad de Notre Dame.
La directora de Camino, Esther Terry condujo hasta Pontotoc desde South Bend, Indiana, con su esposo y su hijo pequeño, y dirigió el retiro en español. Ella comenzó citando los relatos bíblicos del llamado de Jesús de Mateo, así como el llamado del Señor de sus primeros discípulos, en el primer capítulo de Juan, y la visita de Jesús a María y a su hermana, Marta, en Lucas 10.
“Los catequistas, los ministros laicos, todos los que sirven a Dios, comienzan con un encuentro con Cristo,” dijo Terry, refiriéndose durante todo el día a la exhortación apostólica del Papa Francisco “Evangelii Gaudium”. En el documento de 2013, el Santo Padre enfatizó que todos los bautizados, cualquiera sea su posición o nivel de instrucción, están llamados a proclamar y dar testimonio del Evangelio.
“El Papa Francisco dice que todos nosotros, informados por la Palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia, y reflexionando sobre nuestra experiencia personal de la fe, estamos llamados a vivir nuestro bautismo siendo discípulos misioneros,” dijo Terry.
Ese mensaje resonó con el catequista Luis Urzua, de la Parroquia de San Francisco de Asís en New Albany. “Cada uno de nosotros experimentamos nuestra relación con Cristo de forma única, por lo que los dones que ofrecemos, nuestros testimonio, y nuestros enfoques para la evangelización también serán únicos,” dijo Urzúa.
Según el director de formación de fe y educación religiosa, Fran Lavelle, el clero y los líderes laicos en Decanato Cinco se ofrecieron como voluntarios para servir como un programa piloto para Camino en la Diócesis de Jackson.
Elegir un programa que fuera efectivo y manejable era una prioridad, según Raquel Thompson, ministra hispana de la parroquia de St. James en Túpelo
“Se pensó mucho en la metodología,” dijo Thompson. “El estudio guiado, el contexto para que los estudiantes compartieran lo que aprendieron con otros en los foros en línea y en una forma práctica de los cursos era importante.”
En una reunión de orientación en junio de 2017, los participantes aprendieron que cubrirían cuatro áreas de estudio, que incluían la fe, el Credo, la liturgia y los sacramentos, la oración y la espiritualidad. Cada curso duró aproximadamente seis semanas. No se otorgaron calificaciones, pero los facilitadores en línea alentaron expectativas razonables de participación y consistencia. Se les pidió a los estudiantes pagar $50 por cada curso, y la diócesis ofreció becas.
La creciente necesidad de proporcionar una sólida formación teológica y ministerial en español fue una de las principales razones por las que el personal de decanatos le dio a Camino una prueba, dijo Thompson. El ímpetu más amplio para el programa, agregó, surgió de la nueva declaración de visión y las prioridades pastorales que estableció el Obispo Joseph Kopacz y su equipo visionario el año pasado.
“Entre las preocupaciones que a menudo escuchamos de los catequistas y otros líderes de la comunidad hispana es que no se sienten competentes, o suficientemente preparados, y en algunos casos, no tienen suficientemente confianza,” dijo Thompson.
La ministra hispana de St. Christopher, Dana Johnson, estuvo de acuerdo.
“Vemos un gran deseo en nuestras comunidades para aprender más sobre la fe. Este formato innovador, que utiliza tecnología, y que permite que muchas personas que trabajan, estudien en sus hogares, cuando sus horarios lo permiten. Esto es muy emocionante,” dijo Johnson.
Hacia el final del día, después de que los participantes oraron ante el Santísimo Sacramento, disfrutaron del almuerzo y compartieron lo que aprendieron de la experiencia del Camino, Lavelle otorgó certificados, y Terry concluyó el día con otra reflexión sobre la exhortación del Papa Francisco, con una advertencia de St. Pope Juan Pablo II.
“Juan Pablo II dijo que nunca dejamos de descubrir, nunca dejamos de profundizar nuestra comprensión de la fe,” dijo Terry. “Ser un discípulo misionero también es un proceso que dura toda la vida. Seguir a Cristo, imitando la vida de Cristo, participando en su misión; no son cosas fáciles. Jesús no nos prometió un tiempo fácil y tranquilo. Pero si estamos invitados a recibir el amor de Dios, y pasarlo a otros.”

(Galen Holley es miembro de la parroquia de New Albany St. Francis.