Por Carol Glatz CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – El papa León XIV agradeció a la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén por apoyar a las comunidades cristianas en Tierra Santa, especialmente durante los “trágicos días de guerra”.
“En un mundo en el que la arrogancia y la violencia parecen prevalecer sobre la caridad, ustedes están llamados a dar testimonio de que la vida vence a la muerte, que el amor vence al odio, que el perdón vence a la venganza y que la misericordia y la gracia vencen al pecado”, dijo a los miembros de la antigua orden caballeresca católica.
El papa se reunió con más de 3000 caballeros y damas del Santo Sepulcro en la Sala de Audiencias Pablo VI del Vaticano el 23 de octubre, durante su peregrinación jubilar a Roma. También estuvo presente el cardenal Fernando Filoni, gran maestre de la orden.
La orden, una institución laica bajo la protección de la Santa Sede, apoya al Patriarcado Latino de Jerusalén con oraciones, ayuda económica y peregrinaciones periódicas. Cuenta con más de 30 000 miembros en todo el mundo.
El papa León XIV saluda a los miembros de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén en la Sala de Audiencias Pablo VI del Vaticano, el 23 de octubre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media) Recuadro: El padre Mark Shoffner, párroco de la parroquia de San Juan en Oxford, que asistió a la audiencia, dijo que el papa lo miró directamente y le saludó con la mano. (Foto cortesía del padre Shoffner)
El papa León les agradeció “la considerable ayuda que prestan, discretamente y sin publicidad, a las comunidades de Tierra Santa, apoyando al Patriarcado Latino de Jerusalén en sus diversas actividades: el seminario, las escuelas, la obra caritativa y la asistencia, los proyectos humanitarios y educativos, la universidad, la ayuda a las iglesias, con intervenciones especiales en momentos de mayor crisis, como ocurrió durante la pandemia de COVID y los trágicos días de la guerra”.
Con una ayuda concreta y variada, dijo, “demuestran que salvaguardar la tumba de Cristo no significa simplemente preservar un patrimonio histórico, arqueológico o artístico, por importante que sea, sino apoyar a una Iglesia hecha de piedras vivas, que nació a su alrededor y sigue viva hoy como auténtico signo de esperanza pascual”.
“Detenerte ante la tumba del Señor significa, de hecho, renovar tu fe en Dios, que cumple sus promesas y cuyo poder ninguna fuerza humana puede derrotar”, dijo el Papa.
“Cuántas veces, gracias a tu trabajo, reaparece un rayo de luz para las personas, las familias y comunidades enteras que corren el riesgo de verse abrumadas por terribles tragedias a todos los niveles, especialmente en los lugares donde vivió Jesús”, afirmó.
El papa León animó a los miembros de la orden a continuar con su “tarea de ser guardianes del sepulcro de Cristo” con “la confianza de la espera, el celo de la caridad y el gozoso entusiasmo de la esperanza”.
(OSV News) — Muchos feligreses de la parroquia de San Antonio de las Huertas, en la Ciudad de México, recuerdan a sus seres queridos fallecidos construyendo altares en sus hogares para el Día de Muertos.
Los altares están repletos de flores (mayormente la flor de cempasúchil), a menudo adornados con colorido papel picado y suelen incluir comida y bebida, como Coca-Cola, tequila y cerveza. Mucha gente cree que sus familiares regresan las noches del 1 y 2 de noviembre para reunirse con la familia.
El padre Pedro Lira, párroco de San Antonio de las Huertas, apoya la práctica de construir altares. Pero también anima a sus feligreses a rezar por sus seres queridos fallecidos y a recordar la promesa de la vida eterna.
A file photo shows workers assembling an altar in Mexico City’s Zocalo Square, which is part of an art installation to celebrate the Day of the Dead. The traditional celebration honors children on All Saints’ Day, Nov. 1, and adults on All Souls’ Day, Nov. 2. (OSV News photo/Tomas Bravo, Reuters)
“Al encender las velas mucha gente se detiene, reza un Padre nuestro sin tener mucha idea de lo que de lo que se tiene que hacer como rezo en el altar”, explicó el padre Lira a OSV News. “Es la confianza de decir: ‘¿Aun después de la muerte, yo puedo hacer algo por ti?’”.
El famoso Día de los Muertos marca una de las tradiciones culturales más profundas de México, que se remonta a la época prehispánica, en la que la gente conmemora y se comunica con sus seres queridos fallecidos. El pueblo de México construye altares y visita los cementerios llevando velas.
Muchos mexicanos también visitan las iglesias, donde se rezan oraciones por el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre y el Día de los Fieles Difuntos el 2 de noviembre.
“La Iglesia conmemora, no celebra, a los fieles que han fallecido”, dijo el padre Lira. “Los encomendamos a la misericordia de Dios. Ya no sabemos si comparten su gloria, pero los encomendamos a la providencia de Dios. Y por eso, como Iglesia, rezamos por ellos”.
La muerte ocupa un lugar único en la cultura mexicana. Según las investigaciones, las poblaciones prehispánicas celebraban una versión del Día de Muertos en la época de la cosecha. Los primeros evangelizadores católicos “cristianizaron” ese recuerdo de los muertos, según el padre Lira, quien enfatizó: “El mensaje cristiano es la muerte como un paso a la vida eterna. … La cultura mexicana no veía la vida después de la muerte”.
La tradición se ha convertido también en un espectáculo, gracias a la película de James Bond de 2015, Spectre, que incluía un desfile apócrifo del Día de Muertos. Las autoridades turísticas mexicanas copiaron el desfile, con marionetas gigantes de esqueletos, que atrae a multitudes al centro de la Ciudad de México.
Los espectadores se pintan la cara de blanco y negro y se visten con trajes de La Catrina, elegantes esqueletos que antes se utilizaban para burlarse de los mexicanos que aspiraban a ser europeos. Mientras tanto, los turistas acuden cada vez más a los cementerios para presenciar las festividades, lo que aporta una actividad económica muy necesaria a las oprimidas localidades rurales, pero perturba las conmemoraciones.
“Los habitantes del estado de Oaxaca han logrado crear un segundo Día de Muertos destinado exclusivamente a turistas y extranjeros”, explicó Shawn Haley, antropólogo canadiense que estudia esta festividad, a OSV News. El Día de Muertos alternativo “desvía la atención de los forasteros de las celebraciones del pueblo, que así pueden seguir siendo exclusivas de la comunidad y la familia”.
Los observadores afirman que un renovado sentido de orgullo por las tradiciones mexicanas, junto con películas como “Coco”, han acelerado la aceptación del Día de Muertos. El renovado interés por el Día de Muertos, por su parte, ha disminuido en gran medida el interés por Halloween, que había sido recuperado por los migrantes y había ido ganando terreno hasta hace poco. “Se considera una festividad estadounidense pintoresca”, afirmó Haley.
Los líderes de la Iglesia mexicana llevan mucho tiempo advirtiendo sobre el auge de Halloween. El padre Andrés Larios dijo que un grupo de jóvenes de su parroquia en Michoacán incluso intentó convertir el salón de funciones parroquiales en una casa encantada, algo que él aprovechó como oportunidad para enseñar.
“La Iglesia prefiere mil veces seguir fomentando este esa parte de que un día nos vamos a encontrar con nuestros seres queridos que murieron para este mundo, pero que siguen viviendo en el otro a a quitar todo esto que viene de Estados Unidos”, como Halloween, dijo Andrés Larios, párroco de la Diócesis de Apatzingán.
Según Haley, los católicos practicantes aún se refieren al Día de Muertos como Todos los Santos, que conmemora a los santos, y Fieles Difuntos, que conmemora a todos los creyentes, para “distinguirse de los católicos no practicantes”, aunque “la celebración en sí es exactamente la misma”.
Añadió: “En los hogares no católicos, se espera que los seres queridos fallecidos regresen a casa, mientras que, en los hogares católicos, el altar se convierte más en un memorial para los difuntos. Se trata menos de celebrar y más de recordar”.
Los sacerdotes están haciendo hincapié en la fe, junto con el recuerdo.
“Es muy importante recordar la importancia de orar por los santos el 1 de noviembre y orar por los difuntos el 2 de noviembre”, declaró a OSV News el padre Alan Camargo, portavoz de la Diócesis de Matamoros-Reynosa.
“La religión católica, el centro, es Cristo que muere y vence a la muerte”, continuó, añadiendo que “los altares a muertos, calaveras… eso no choca con la fe cristiana siempre y cuando descubramos la importancia del respeto a la vida y también del respeto a la muerte”.
David Agren escribe para OSV News desde Buenos Aires.
Sophia Forchas, que sobrevivió a una herida de bala en la cabeza durante una misa escolar en la iglesia Annunciation Church de Minneapolis el 27 de agosto de 2025, y su padre, Tom Forchas, salen de una limusina en el Hennepin County Medical Center, en el centro de Minneapolis, el 23 de octubre, justo después de su alta del Gillette Children’s Hospital de St. Paul. Una escolta policial encabezada por el jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, llegó al HCMC para una breve visita al personal del hospital que atendió a Sophia. (Foto de OSV News/Dave Hrbacek, The Catholic Spirit)
NACIÓN MINNEAPOLIS (OSV News) – Sophia Forchas, que resultó gravemente herida en un tiroteo ocurrido el 27 de agosto durante una misa escolar en la iglesia Annunciation Church de Minneapolis, ha sido dada de alta del hospital y fue recibida con carteles y vítores el 23 de octubre en Minneapolis. Sophia, de 12 años, estuvo en estado crítico durante dos semanas tras sufrir una herida de bala en la cabeza. Posteriormente, el centro Hennepin Healthcare de Minneapolis informó el 11 de septiembre que su estado había pasado a ser grave, lo que se define como “una posibilidad de mejora en el pronóstico”. De camino a casa desde el Hospital Infantil Gillette de St. Paul el 23 de octubre, donde estaba recibiendo rehabilitación hospitalaria, Sophia fue acompañada al Hennepin Healthcare. Fue recibida por el personal, que la aplaudió y vitoreó. Algunos miembros del personal lloraron y se abrazaron. Llevaban carteles con mensajes de cumpleaños y le cantaron la canción “Feliz cumpleaños”. Sophia, estudiante de séptimo grado, cumple 13 años el 25 de octubre. El jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, formó parte de la escolta. El neurocirujano de Sophia, el Dr. Walt Galicich, agradeció al personal del Hennepin Healthcare su ayuda en la recuperación de la niña. La familia de Sophia, miembros de la Iglesia Ortodoxa Griega St. Mary en Minneapolis, declaró que su progreso en la curación era “nada menos que milagroso; un testimonio innegable de la misericordia y la intervención de nuestro Señor Jesucristo”.
WASHINGTON (OSV News) – Una coalición de organizaciones católicas celebró vigilias de oración en todo el país el 22 de octubre por lo que los organizadores denominaron “un día nacional de testimonio público por nuestros hermanos y hermanas inmigrantes”. Las vigilias se celebraron en medio de la creciente preocupación de algunas comunidades religiosas, incluida una parroquia católica de Chicago, por el impacto de la revocación por parte de la administración Trump de una política que prohibía la aplicación de las leyes de inmigración en lugares sensibles, como iglesias, escuelas y hospitales. Las vigilias “Una Iglesia, una familia: testimonio público católico por los inmigrantes” se celebraron en múltiples lugares del país el 22 de octubre, y está prevista una segunda serie de actos para el 13 de noviembre, festividad de Santa Francisca Javier Cabrini, patrona universal de los inmigrantes. La protesta y la vigilia de oración en la capital del país tuvieron lugar frente a la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, mientras los empleados entraban en el edificio y los conductores de la hora pico tocaban ocasionalmente el claxon en señal de reconocimiento. Judy Coode, directora de comunicaciones de Pax Christi USA, declaró a OSV News en la vigilia de Washington: “Queríamos ser testigos”. “Tanto como católicos como ciudadanos estadounidenses, tenemos la responsabilidad de dar testimonio de las injusticias que vemos”, afirmó Coode.
VATICANO CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – La búsqueda de la sinodalidad debe fortalecer la misión de la Iglesia católica de proclamar el Evangelio y ayudar a todos los católicos a aprender a colaborar para hacer del mundo un lugar mejor, dijo el papa León XIV. “Como nos ha recordado el papa Francisco en numerosas ocasiones”, dijo el papa, el propósito de la sinodalidad “es ayudar a la Iglesia a cumplir su papel principal en el mundo, que es ser misionera, anunciar el Evangelio, dar testimonio de la persona de Jesucristo en todas partes del mundo, hasta los confines de la tierra”. Ese testimonio incluye defender la justicia, cuidar el planeta y promover la paz, dijo el papa León durante una reunión celebrada a finales de octubre con los participantes en el Jubileo de los Equipos Sinodales y los Órganos Participativos. “La Iglesia tiene voz, y debemos ser valientes a la hora de alzar nuestra voz para cambiar el mundo, para hacerlo un lugar mejor”, dijo a los peregrinos, entre los que se encontraban unos 150 representantes de Estados Unidos con 15 obispos estadounidenses.
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – Para conmemorar el 1700 aniversario del Concilio de Nicea y su Credo, así como para reafirmar las esperanzas de paz en Oriente Medio, el papa León XIV viajará a Turquía y Líbano del 27 de noviembre al 2 de diciembre. El Vaticano dio a conocer el itinerario del primer viaje al extranjero del papa León el 27 de octubre. El viaje a Iznik, Turquía, sede de la antigua Nicea, estaba inicialmente previsto para el papa Francisco. Pero el papa León, pocos días después de su elección en mayo, anunció su intención de conmemorar el aniversario con el patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomé de Constantinopla. El patriarca anunció en una liturgia celebrada en Estambul el 22 de octubre que había invitado a los otros tres patriarcas de la antigua “pentarquía” a unirse a él y al papa para la celebración de Nicea, según el sitio web Orthodox Times. Los jefes de las iglesias invitados son: los patriarcas ortodoxos griegos Teófilo III de Jerusalén, Teodoro II de Alejandría y Juan X de Antioquía.
MUNDO TEHERÁN, Irán (OSV News) – En Irán, una nueva estación de metro en Teherán dedicada a la Virgen María está llamando la atención y suscitando reflexiones. El cardenal belga Dominique Mathieu, que dirige la Arquidiócesis de Teherán-Isfahán, afirma que la estación “Maryam-e Moghadass” o “Santa María” ofrece a los viajeros un recordatorio diario del amor de Dios por todos. En un artículo publicado el 22 de octubre en la agencia Fides, el cardenal describió los bajorrelieves de Jesús, María y una paloma que representa al Espíritu Santo que decoran la estación. Afirmó que sus rostros serenos «invitan a los transeúntes a contemplar el amor del único Dios» y a seguir el camino de la paz. Situada cerca de la catedral armenia de San Sarkis, la estación también rinde homenaje a la comunidad cristiana armenia de Irán, la minoría más grande del país. Aunque la obra de arte es un símbolo de respeto interreligioso, la libertad religiosa en Irán sigue siendo limitada. Una comisión estadounidense informa de que los cristianos siguen enfrentándose a penas de cárcel y persecución por practicar o compartir su fe. Las imágenes marianas de la estación de metro incluyen varios versículos de la “Sura Maryam”, el capítulo 19 del Corán dedicado a María. Como madre de Jesús, el tercer capítulo del Corán afirma que María, muy venerada en el islam, fue elegida por Dios “entre todas las mujeres del mundo”.
Dedicación de las Basílicas de San Pedro y Pablo. 18 de noviembre
Presentación de la Bienaventurada Virgen María. 21 de noviembre
Santa Cecilia. 22 de noviembre
Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. 23 de noviembre
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LÍNEA DIRECTA DE PREVENCIÓN DE FRAUDE El Departamento de Asuntos Temporales de la Diócesis de Jackson ha contratado a Lighthouse Services para proporcionar una línea directa anónima de fraude financiero, cumplimiento, ética y recursos humanos. Esta línea directa permite un método adecuado para reportar sucesos relacionados con la administración temporal dentro de parroquias, escuelas y la oficina de cancillería.
WASHINGTON (OSV News) – Una coalición de organizaciones católicas celebró vigilias de oración en todo el país el 22 de octubre por lo que los organizadores denominaron “un día nacional de testimonio público por nuestros hermanos y hermanas inmigrantes”.
Las vigilias se celebraron en medio de la creciente preocupación de algunas comunidades religiosas por el impacto de la revocación por parte de la Administración Trump de una política que prohibía la aplicación de las leyes de inmigración en “lugares sensibles”, como iglesias, escuelas y hospitales.
Las vigilias “Una Iglesia, Una Familia: Testimonio Público Católico por los Inmigrantes” (“One Church, One Family: Catholic Public Witness for Immigrants”) se celebraron en múltiples lugares del país el 22 de octubre. Una segunda serie de eventos está prevista para el 13 de noviembre, festividad de Santa Francisca Javier Cabrini, patrona universal de los inmigrantes.
La gente se reúne para una vigilia de oración a favor de los inmigrantes afuera de Delaney Hall, un centro de detención de migrantes en Newark, Nueva Jersey, el 22 de octubre de 2025. El evento estaba afiliado a la iniciativa nacional “Una Iglesia, Una Familia: Testimonio Público Católico por los Inmigrantes” que se organizó en respuesta a la campaña de la administración Trump contra la inmigración no autorizada. Un evento similar está programado para el 13 de noviembre, festividad de Santa Francisca Javier Cabrini, patrona de los inmigrantes. (Foto OSV News/Gregory A. Shemitz)
La iniciativa fue encabezada por la provincia jesuita del oeste, a la que se unieron organizaciones como el Servicio Jesuita para Refugiados de EE.UU., la Red de Solidaridad Ignaciana, Maryknoll, la Red para la Defensa de la Justicia Social Católica (Network Lobby for Catholic Social Justice o CLINIC), Pax Christi USA, los Servicios de Migración y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y varias órdenes religiosas femeninas.
La manifestación y la vigilia de oración en la capital del país tuvieron lugar frente a la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), mientras los empleados del ICE entraban en el edificio y los conductores de la hora punta tocaban ocasionalmente el claxon en señal de reconocimiento.
“Queríamos ser testigos”, declaró Judy Coode, directora de comunicaciones de Pax Christi USA, a OSV News en la vigilia en Washington D.C.
“Tanto como católicos como ciudadanos estadounidenses, tenemos la responsabilidad de dar testimonio de las injusticias que vemos”, dijo Coode. “Por eso, parte de nuestra tradición es rezar en público. Tenemos derecho a hacerlo, así que aprovechamos esa oportunidad y queremos dar testimonio ante quienes están en el poder, quienes toman las decisiones. Queremos apelar a sus conciencias, pedirles que consideren rezar por otro resultado, rezar por otra forma de ser”.
El día antes de las vigilias de oración, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en ingles), que supervisa el ICE, se opuso en las redes sociales a un artículo de CBS News sobre pastores que expresaban su preocupación por que el miedo a las redadas del ICE estuviera alejando a algunos de sus feligreses de la iglesia. En una publicación en X, el DHS afirmó que estaba “PROTEGIENDO a personas inocentes en nuestras iglesias al impedir que los extranjeros ilegales y los miembros de bandas explotaran estos lugares de culto”.
“La directiva del DHS da a nuestras fuerzas del orden la capacidad de hacer su trabajo. Nuestros agentes actúan con discreción y cuentan con la aprobación de un supervisor secundario antes de poder tomar cualquier medida en lugares como una iglesia o una escuela”, decía la publicación.
En el informe de la CBS, el director del ICE, Todd Lyons, afirmó que, a pesar del retroceso, los lugares de culto no son un objetivo de las redadas. Sin embargo, a principios de octubre, los informes sobre la presencia de agentes del ICE cerca de la iglesia católica St. Jerome, en el barrio Rogers Park de Chicago, provocaron advertencias alarmantes e instaron a la precaución durante de una Misa en español, aunque un portavoz del ICE negó que dicha iglesia fuera un objetivo, según informó NBC Chicago.
La revocación de la política de lugares sensibles (también conocida como política de “áreas protegidas”, que incluyen lugares de culto, hospitales y escuelas) es una de las medidas migratorias de la administración Trump que ha sido criticada por los obispos estadounidenses. Recientemente, los prelados ofrecieron su apoyo a una demanda que impugna el cambio de política, presentando un escrito amicus curiae, a veces denominado escrito de amigo del tribunal, ante la Corte de Apelaciones del Circuito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia.
“La iglesia es un santuario y un refugio”, declaró Art Laffin, miembro de Dorothy Day Catholic Worker House, a OSV News en la vigilia de Washington.
Las medidas de control de la inmigración en las iglesias, afirmó, serían “un pecado y una injusticia terribles, por lo que realmente exige que todo el pueblo de Dios se una a aquellos que están siendo perseguidos y criminalizados, ya sea en el santuario o en las calles”.
La doctrina social católica sobre la inmigración también equilibra tres principios interrelacionados: el derecho de las personas a emigrar para sustentar sus vidas y las de sus familias, el derecho de un país a regular sus fronteras y controlar la inmigración, y el deber de una nación de regular sus fronteras con justicia y misericordia.
La hermana de San José Bethany Welch, miembro del equipo nacional de planificación de “Una Iglesia, Una Familia”, declaró a OSV News en una entrevista telefónica el 22 de octubre: “Es esencial que seamos solidarios, especialmente con nuestros hermanos y hermanas que están detenidos”.
La hermana Bethany había asistido a la peregrinación binacional del 12 de octubre dirigida por el obispo Gerald F. Kicanas, administrador apostólico de la diócesis de Tucson, Arizona, como parte de una misión para solidarizarse con los migrantes. A
firmó que su participación en la vigilia “Una Iglesia, Una Familia” del 22 de octubre en un centro de detención de inmigrantes en Newark, Nueva Jersey, era una continuación de ese esfuerzo y de “la llamada del Evangelio a estar atentos a aquellos que están siendo perjudicados o marginados”.
Aunque a menudo se considera a los inmigrantes como “otros”, dijo, “en realidad, forman parte de nuestra Iglesia”.
En todo Estados Unidos, los cristianos representan aproximadamente el 80% de todas las personas en riesgo de ser deportadas por la campaña de deportaciones masivas de Trump, y el grupo más numeroso de cristianos afectados es el de los católicos, según un informe conjunto católico-evangélico publicado por World Relief. El informe reveló que uno de cada seis católicos (18%) es vulnerable a la deportación o vive con alguien que lo es.
“La iglesia de Filadelfia, la iglesia de Newark, la iglesia de Washington D.C. se han construido y mantenido a lo largo de diversas historias de migración, ya sea de inmigrantes irlandeses, latinoamericanos, africanos, haitianos, etc.”, afirmó la hermana Bethany. “A menudo, a medida que prosperamos o tenemos más ventajas, olvidamos nuestros orígenes y nuestros humildes comienzos”.
Añadió que la “falta de memoria”, junto con una “mentalidad de escasez” –que no ve que el amor, la compasión y la misericordia de Dios son “suficientes para todos nosotros”– se encuentran en el núcleo del sentimiento anti-inmigrante que atraviesa el país.
Pero la comunidad migrante forma una parte muy importante en la iglesia de este país. Según los datos del Pew Research Center publicados en junio, más de cuatro de cada diez católicos en Estados Unidos son inmigrantes (29%) o hijos de inmigrantes (14%). Ocho de cada diez católicos hispanos han nacido fuera de Estados Unidos (58%) o son hijos de inmigrantes (22 %), mientras que el 92 % de los católicos asiáticos son inmigrantes (78%) o hijos de inmigrantes (14%). Por el contrario, la gran mayoría de los católicos blancos están alejados tres o más generaciones de la experiencia inmigrante: solo el 6% nacieron fuera de Estados Unidos, y otro 9 % nacieron en Estados Unidos de al menos un progenitor inmigrante.
La hermana Bethany dijo que las vigilias “Una Iglesia, Una Familia” son “una invitación a recordar de dónde venimos”, afirmó.
Varias docenas de participantes en una vigilia “Una Iglesia, Una Familia” en Filadelfia, que tuvo lugar frente a las oficinas del ICE de esa ciudad, reflexionaron sobre el anuncio de Cristo de su misión terrenal para con los pobres, los ciegos y los cautivos, tal y como se relata en el Evangelio de San Lucas 4,16-30.
“¿Quiénes son los pobres entre nosotros que necesitan escuchar el Evangelio, y quiénes son los ciegos que necesitan recuperar la vista?”, preguntó la hermana de San José Linda Lukiewski, una de las ponentes del evento
La hermana Linda, cuya larga trayectoria ministerial incluye misiones en Centroamérica y entre las comunidades latinas de Estados Unidos, respondió: “Creo que los pobres entre nosotros que más necesitan escuchar el Evangelio son aquellos que carecen de compasión y sentido de la justicia, que sufren de pobreza de juicio recto y que desconocen que todos somos hermanos y hermanas y que todos merecemos respeto y dignidad”.
Peter Pedemonti, miembro fundador y codirector del New Sanctuary Movement of Philadelphia, una organización sin ánimo de lucro que defiende a los inmigrantes basada en la doctrina católica, señaló en su discurso que “al menos cuatro personas” habían sido detenidas por el ICE esa mañana y se encontraban recluidas en el edificio situado detrás de los participantes en la vigilia.
“Llevemos en nuestro corazón y en nuestras oraciones a esas personas que se encuentran en las celdas de detención detrás de nosotros”, dijo Pedemonti.
También instó a los presentes a “dejar que nuestros corazones se rompan una y otra vez” para que esas detenciones no se conviertan en “algo normal”.
(Kate Scanlon es reportera nacional de OSV News con sede en Washington. Gina Christian es reportera multimedia de OSV News. El editor de noticias nacionales de OSV News, Peter Jesserer Smith, ha contribuido a este reportaje.)
NOTAS: Para más información sobre las vigilias “Una Iglesia, Una Familia”, visite: https://1family.us/
MERIDIAN – (left) St. Patrick Catholic School students Myles Owen, foreground, Josiah Rogers and Carolyn Augustine plant pinwheels on Sept. 18 in observance of the International Day of Peace. (Photo by Helen Reynolds)VICKSBURG – The Vicksburg Catholic School Lady Flashes and the St. Joseph Catholic School Lady Bruins meet on the court for a volleyball match on Oct. 7. (Photo by Tereza Ma)JACKSON – St. Richard Catholic School sixth graders Reeves Buckley, Masters Neel, Andrew Compretta, Jackson LeBlanc and Drew Simmons visit the St. Richard Early Learning Center, spending time reading and playing with students in different classrooms. (Photo by Celeste Saucier)JACKSON – St. Richard Catholic School second graders are paired with sixth-grade “Guardian Angels,” who serve as guides, mentors, prayer buddies and friends throughout the year as the younger students prepare for First Reconciliation. Pictured (back row, from left) are Rachel Jones, Addy McKay, Cody Gage-Spencer, Addy Boteler, Thomas Ueltchsey and Masters Neel; (front row, from left) Marilee Nelson, Malia Owens, Corinne Thomas, Isaiah Bost, Cecilia Brown, Marleigh Walker and Thomas Morisani. (Photo by Celeste Saucier)VICKSBURG – Vicksburg Catholic School student JB Barnes learns how to use a fire hose with help from a local firefighter during Community Helper Day. (Photo by Laura Kidder)
By Kate Scanlon WASHINGTON (OSV News) – Immigrant priests, seminarians and religious in the U.S. are among those impacted by immigration enforcement policy, advocates and analysts told OSV News.
Bishop Joseph J. Tyson of the Diocese of Yakima in central Washington wrote in a recent newsletter that several seminarians in the diocese were among them, including one who was born in the U.S. but left to be with his parents, who had self-deported to Mexico.
In an interview with OSV News, Bishop Tyson said many of the priests and seminarians in his diocese come from immigrant backgrounds.
Father Adolfo Suarez-Pasillas, a priest of the Diocese of Jackson, is pictured in Mexico, where he returned earlier this year due to immigration backlogs affecting religious worker visas. He had faithfully served the parish community of St. Michael in Forest, Mississippi, but was unable to remain in the United States after his R-1 visa expired. The proposed Religious Worker Protection Act (RWPA) would help ministers like him continue serving U.S. parishes while awaiting permanent residency. (Photo by Tereza Ma)
“I know how hard it is to keep my priests and my seminarians in status,” he said. “I can only imagine what it’s like for parishioners who don’t have a fleet of lawyers.”
Bishop Tyson cited a joint report released earlier this year by the National Association of Evangelicals, the U.S. Conference of Catholic Bishops’ Migration and Refugee Services, the Center for the Study of Global Christianity at Gordon-Conwell Theological Seminary, and World Relief, which found many of those vulnerable to deportation themselves – or those who have a family member vulnerable to deportation – are Christians.
More than 10 million Christians living in the U.S. would be vulnerable to deportation under Trump administration policies implemented in 2025, the report said. Christians account for approximately 80% of all those at risk of deportation, it added, and the Christians most at risk of deportation were Catholics, 61% of the total. The report found one in six Catholics (18%) are either vulnerable to deportation or live with someone who is.
J. Kevin Appleby, senior fellow for policy at the Center for Migration Studies in New York and former director of migration policy for the USCCB, told OSV News, “I think priests and religious from other nations are in a challenging situation, caught between looking after their flock here and perhaps also being a target of enforcement, even if they have legal status.”
“They can play an important role, however, in ministering to immigrants and their families, as they have a shared experience with them and understand the fear they are feeling,” Appleby said. “When push comes to shove – and loyal to their ministry – they will stand with their immigrant brothers and sisters and be a great asset to the church in the U.S. at this troubling time.”
The National Study of Catholic Priests – released in 2022 by The Catholic University of America’s Catholic Project – indicated 24% of priests serving in the U.S. are foreign-born, but the study didn’t record visa or green card status.
Of these priests, 15% were ordained outside the U.S., while others are foreign-born priests who came to the U.S. as seminarians, were ordained in the U.S. and are also subject to visa renewals, it said.
The consequence of immigration enforcement to the maximum degree, Bishop Tyson said, would mean “we have parishes without priests immediately.”
The U.S. bishops have offered their support to bipartisan congressional legislation that would ease some immigration restrictions on religious workers from other countries. The legislation, titled the Religious Workforce Protection Act, would permit religious workers already in the U.S. on temporary R-1 status with pending EB-4 applications to stay in the U.S. while waiting for permanent residency.
An April letter from the USCCB to lawmakers about the Religious Workforce Protection Act said, “Simply put, an increasing number of American families will be unable to practice the basic tenets of their faith if this situation is not addressed soon. Likewise, hospitals will go without chaplains, schools will go without teachers, and seminaries will go without instructors.”
Catholic groups are among those urging the Trump administration to address the backlog in the R-1 visa category.
Bishop Tyson said that legislation would help ease some of the challenges presented by ensuring his priests’ legal status remains in good order.
“Foreign-born religious workers play a vital role in serving immigrant communities in the U.S., often providing services in the languages people know best and offering a sense of home and support,” Miguel Naranjo, director of religious immigration services at the Catholic Legal Immigration Network, commonly known as CLINIC, told OSV News.
“With the end of the protected locations policy, we have seen growing fear in immigrant communities about ICE presence in houses of worship – and even greater risks to the religious workers themselves,” Naranjo said. “Many now carry proof of status at all times, aware of the heightened enforcement climate. Immigrants are increasingly afraid to leave home, attend services, or risk being separated from their families. Yet, despite these challenges, foreign-born religious workers remain steadfast. Their courage and commitment to their ministry have only deepened, knowing their role in serving immigrant communities is more critical than ever.”
Asked about Pope Leo XIV’s recent comments calling on the U.S. bishops to speak with a unified voice on migration issues, Bishop Tyson said, “I think we’ve got to somehow find a way of reclaiming the pulpit, because I think there’s voices outside the bishops’ conference that are very loud on this, and we have Catholics in public life that teach things that are incorrect about the human person.”
“I think that’s kind of where we the bishops really have to figure out how we’re going to work with the social media landscape, TikTok, Facebook, Instagram – the plethora of people that launch things and tend to minimize the weight of our teachings in general on Catholic social teaching, very specifically around immigration,” he said.
Catholic social teaching on immigration balances three interrelated principles – the right of persons to migrate in order to sustain their lives and those of their families, the right of a country to regulate its borders and control immigration, and a nation’s duty to regulate its borders with justice and mercy.
(Kate Scanlon is a national reporter for OSV News covering Washington. Follow her on X @kgscanlon.)
By Cindy Wooden VATICAN CITY (CNS) – Many Christians “need to go back and re-read the Gospel” because they have forgotten that faith and love for the poor go hand in hand, Pope Leo XIV said in his first major papal document.
“Love for the poor – whatever the form their poverty may take – is the evangelical hallmark of a Church faithful to the heart of God,” the pope wrote in “Dilexi Te” (“I Have Loved You”), an apostolic exhortation “to all Christians on love for the poor.”
Pope Leo signed the document Oct. 4, the feast of St. Francis of Assisi, and the Vatican released the text Oct. 9.
The document was begun by Pope Francis, Pope Leo said, but he added to it and wanted to issue it near the beginning of his papacy “since I share the desire of my beloved predecessor that all Christians come to appreciate the close connection between Christ’s love and his summons to care for the poor.”
The connection is not new or modern and was not a Pope Francis invention, he said. In fact, throughout the Hebrew Scriptures “God’s love is vividly demonstrated by his protection of the weak and the poor, to the extent that he can be said to have a particular fondness for them.”
“I am convinced that the preferential choice for the poor is a source of extraordinary renewal both for the Church and for society,” Pope Leo wrote, “if we can only set ourselves free of our self-centeredness and open our ears to their cry.”
As he has done from the beginning of his papacy in May, the pope decried the increasing gap between the world’s wealthiest and poorest citizens and noted how women often are “doubly poor,” struggling to feed their children and doing so with few rights or possibilities.
Pope Leo also affirmed church teaching since at least the 1960s that there are “structures of sin” that keep the poor in poverty and lead those who have sufficient resources to ignore the poor or think they are better than them.
This is a quote from “Dilexi Te,” Pope Leo XIV’s first apostolic exhortation which promulgated Oct. 9, 2025. (OSV News graphic/Megan Marley)
When the church speaks of God’s preferential option for the poor, he said, it does not exclude or discriminate against others, something “which would be impossible for God.”
But the phrase is “meant to emphasize God’s actions, which are moved by compassion toward the poverty and weakness of all humanity,” he wrote.
“Wanting to inaugurate a kingdom of justice, fraternity and solidarity,” Pope Leo said, “God has a special place in his heart for those who are discriminated against and oppressed, and he asks us, his Church, to make a decisive and radical choice in favor of the weakest.”
That choice, he said, must include pastoral and spiritual care as well as education, health care, jobs training and charity – all of which the church has provided for centuries.
The document includes a separate section on migrants with the pope writing, “The Church has always recognized in migrants a living presence of the Lord who, on the day of judgment, will say to those on his right: ‘I was a stranger, and you welcomed me.’”
The quotation is from the Gospel of Matthew 25:35, which is part of the “Judgment of the Nations” in which Jesus clearly states that his followers will be judged on how they care for the poor, the sick, the imprisoned and the foreigner.
“The Church, like a mother, accompanies those who are walking” in search of a better, safer life for themselves and their families, Pope Leo wrote.
“Where the world sees threats, she (the church) sees children; where walls are built, she builds bridges,” he continued. “She knows that her proclamation of the Gospel is credible only when it is translated into gestures of closeness and welcome.”
The church knows, he said, “that in every rejected migrant, it is Christ himself who knocks at the door of the community.”
In his exhortation, Pope Leo went through biblical references to the obligation to love and care for the poor and cited saints and religious orders throughout history that have dedicated themselves to living with the poor and assisting them.
A section of the document focuses on the “fathers of the church,” the early theologians, who, he said, “recognized in the poor a privileged way to reach God, a special way to meet him. Charity shown to those in need was not only seen as a moral virtue, but a concrete expression of faith in the incarnate Word,” Jesus. Of course, for Pope Leo, an Augustinian, St. Augustine of Hippo was included in the document. The saint, “The Doctor of Grace, saw caring for the poor as concrete proof of the sincerity of faith,” the pope wrote. For Augustine, “anyone who says they love God and has no compassion for the needy is lying.”
And while the pope wrote that “the most important way to help the disadvantaged is to assist them in finding a good job,” he insisted that when that is not possible, giving alms to a person asking for money is still a compassionate thing to do.
“It is always better at least to do something rather than nothing,” Pope Leo wrote.
Still, the pope said, Christians cannot stand idly by while the global economic system penalizes the poor and makes some people exceedingly wealthy. “We must continue, then, to denounce the ‘dictatorship of an economy that kills,’” he said, quoting a phrase Pope Francis used.
“Either we regain our moral and spiritual dignity, or we fall into a cesspool,” he wrote.
“A Church that sets no limits to love, that knows no enemies to fight but only men and women to love,” Pope Leo said, “is the Church that the world needs today.”
From the Archives By Mary Woodward American Archives Month is national celebration led by the United States National Archives every October to promote the importance of archives in preserving cultural heritage and historical records. It’s a time when archives nationwide open their doors to highlight their collections, showcase stories, and celebrate the value of public records.
For the past five years through this column, we have been highlighting in various ways our diocesan archives. We have shared sacramental records dating back to the 1790s, stories from the travels of our bishops at home and abroad, our diocesan connection to the Gulf South region, unique characters and historical tidbits. A huge thank you to Bishop Richard Oliver Gerow who meticulously maintained our collection for more than 40 years.
Our archive collection is full of American history and church history. We currently are in a clean and reorganize mode. Papers and artifacts are getting a new look. Therefore, the vault is closed to any outside professional research at this time.
As much as we would like to allow visits to the archives, it simply is not the nature of the beast. Visits to our archive collection are reserved for professional scholars researching historical topics for dissertations and journal publications. We do not allow independent genealogical research among our records or the well-intentioned history buff.
With that understanding, we have tried to break open some of our cherished history for you to give you an image of how our Catholic faith has developed over the past 300 years in this little corner of God’s Kingdom. So, in celebration of American Archives Month let me feature a few of our favorite images from the collection.
(Mary Woodward is Chancellor and Archivist for the Diocese of Jackson.)