Cancelación de TPS

WASHINGTON (CNS) – La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU. se alineó el 14 de septiembre con el plan del presidente Donald Trump de poner fin al TPS que otorga un permiso de trabajo y un indulto de deportación a ciertas personas cuyos países han experimentado desastres naturales, conflictos armados o situaciones excepcionales, para permanecer temporalmente en los Estados Unidos. Se espera que el fallo afecte a los titulares de TPS de El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua, Sudán y Nepal. Ashley Feasley, directora de políticas de los Servicios de Migración y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos dijo que “…Ha terminado, pero significa que hay un período de cierre de seis meses No afecta el estado de las personas este año. Todavía se les permitiría quedarse aquí y obtener una licencia de conducir y las autorizaciones de trabajo que tienen ahora.”

Fe durante pandemia: Ministerio Hispano de Tupelo brinda fortaleza

Por Danny McArthur Daily Journal
TUPELO – Para María Pérez, miembro del Ministerio Hispano de la Iglesia Católica St. James en Tupelo, la pandemia en curso ha tenido un profundo precio emocional.
Pérez, quien se considera una persona muy cariñosa, dijo que no poder interactuar físicamente con la gente ha sido increíblemente difícil. Para ella, los amigos son familia, y no poder abrazar y hablar con los demás ha sido una lucha. Y la pandemia ha puesto a su esposo, Salvador, increíblemente ansioso.
La fe los está sacando adelante, dijo. “Mi fe ha sido la más fuerte, sabiendo que nada es más grande que el Señor,” dijo. “Todo pasará excepto el amor y la compasión que el Señor tiene por nosotros”.
La fe guía a los miembros del Ministerio Hispano de St. James en casi todos los aspectos de sus vidas. Es algo que la pandemia no ha cambiado.
Impacto en la Iglesia
Cuando comenzó la pandemia, la iglesia tuvo que cerrar sus puertas a los servicios en persona. La coordinadora de la comunidad hispana de St. James, Raquel Thompson, dijo que entonces comenzaron a centrarse en el acceso. Los servicios se grabaron y se publicaron en Facebook para que las familias pudieran participar desde casa. “A muchas personas les afectó espiritualmente el no poder estar en la iglesia. Creo que tuvo un gran impacto,” dijo Thompson.
Para el padre César Sánchez, pastor asociado quien comenzó en St. James el 1 de julio, la iglesia quiere mostrarle a su congregación que nunca están realmente cerrados. Como sacerdote, era más difícil celebrar y predicar a una cámara, pero Sánchez lo vio como una oportunidad para aprovechar las redes sociales para llegar a más personas que antes.
“En estos dos meses, julio y agosto, desde nuestro punto de vista como iglesia, nunca cerramos la iglesia,” dijo Sánchez. “Le dije a la gente; ‘El evangelio no está cerrado. Aunque no puede venir a la iglesia, la iglesia llega a su casa a través de Misas en línea y en Facebook’.”
Incluso una vez que St. James reabrió, era importante mantener a todos a salvo. Thompson tiene más de 250 familias registradas en su ministerio y dijo que la iglesia en general ministra a más de 400 familias. También hay muchas familias que no se registran.
Los servicios se ven diferentes en estos días. En lugar de tener de 300 a 400 personas en la Misa en español, la asistencia está limitada a 150. También hay más servicios de Misa los martes, jueves y viernes para cubrir las necesidades espirituales. Además de limitar la cantidad de personas adentro, también comenzaron a requerir máscaras y distanciamiento social. El saneamiento ocurre entre cada Misa.

TUPELO – Miembros de St James oran durante la Misa en español celebrada por el padre Timothy Morphy. Para muchos miembros de la iglesia católica, la fe los ha ayudado y guiado para atravesar los momentos dificiles de la pandemia. (Fotos por Adam Robinson, Daily Journal).

Distanciado Socialmente
Varios miembros de la iglesia citaron sentirse socialmente afectados por COVID-19. Para Oralio Martínez de Tupelo, la pandemia ha afectado mentalmente a su familia. Dijo que está agradecida con Dios porque su familia no ha sufrido económicamente, aunque sus vidas definitivamente han cambiado.
“Tenemos que estar en casa, no podemos ir a ningún lado”, dijo en español. “Tenemos miedo de salir porque hay mucha gente o donde hay muchas reuniones. Hemos sido muy limitados “.
Marco López dijo que el cambio provocado por la pandemia ha sido drástico y difícil para una familia acostumbrada a pasar tiempo juntos asistiendo a Misa, a los partidos de béisbol de su nieto o realizando actividades.
Pero la pandemia también le ha enseñado a López la importancia de pasar tiempo con su familia. López, empleado de BancorpSouth, dijo que trabajar desde casa durante la pandemia le ha permitido pasar más tiempo con su esposa, Verónica Salgado.
“Solíamos tener reuniones, especialmente los domingos después de la Misa con algunos de nuestros amigos, así que no tener eso fue un impacto. Para el distanciamiento social, no pudimos hacer eso … pero lo que no pudimos hacer con otras familias, lo hicimos con la nuestra,” dijo López. La familia se turna para tener la Misa dominical en casa, ya sea en su hogar o en el de su hija que vive en Shannon y almuerzan juntos en casa en lugar de ir a un restaurante.
Papel de la fe
La iglesia representa un poco de normalidad en tiempos extraños y difíciles. Martínez envió recientemente a su hijo de regreso a la escuela, diciendo que era importante que tuviera algo familiar. Ella piensa que es más beneficioso para él regresar a la escuela con sus compañeros.
Sánchez dijo que la fe juega un papel importante en la comunidad hispana y es la razón por la que han visto a más personas regresar a los servicios en persona.
“Realmente necesitan orar y quieren venir a la iglesia y orar porque saben que, durante este tiempo, necesitamos aumentar nuestra fe, nuestra oración,” dijo Sánchez.

TUPELO– El padre Timothy Murphy celebra una Misa en español en la iglesia de St James, en la noche del martes, primero de septiembre.

López dijo que lo que está haciendo que su familia atraviese este momento es la oración. Salgado comenzó a rezar con la Coronilla de la Divina Misericordia en Facebook Live con amigos en marzo, y López dijo que cree que los ha unido y fortalecido. “Superamos la situación de estar en casa y ponernos en cuarentena mediante la oración. Seguimos haciendo eso … Llevamos casi seis meses y nos enamoramos más de esa oración,” dijo López.
Para María Pérez, la fe es la razón por la cual envió a sus hijos de regreso a la escuela en lugar de la educación a distancia. Admitió sentir cierta ansiedad inicial por enviar a sus hijos de regreso a la escuela. Pero luego, pensó en cómo regresar a la sociedad, incluso si cambia, tiene lecciones para que sus hijos aprendan.
El camino a través de la pandemia dijo, es a través del cuidado mutuo. “Quiero que mis hijos sepan que no se puede vivir con miedo. Pase lo que pase, debes enfrentar la situación,” dijo Pérez.
Y tener un poco de fe. “Recuerde, hace siglos, hemos tenido epidemias y cosas como esta, y la gente sale de ellas,” dijo. “Tenga confianza en el Señor que esto está permitido por una razón y para seguir viviendo su vida y tratar de vivir su vida con tanta gracia como pueda”.

(Este artículo fue publicado por el Daily Journal de Tupelo el 6 de septiembre de 2020. Siga a su autor en danny.mcarthur@journalinc.com; Twitter: @Danny_McArthur_. Ana Acosta, Raquel Thompson y Berta Mexidor proporcionaron traducciones para esta historia.)

Tome Nota

Vírgenes y Santos. Celebraciones

Santa Teresita del Niño Jesús Jueves, oct.1ro
Santos Ángeles de la Guarda Viernes, oct. 2
San Francisco de Asís. Domingo, oct. 4
Virgen del Rosario Patrona de Guatemala. Miércoles, oct. 7
Virgen del Pilar y Nuestra Señora de la Concepción Aparecida Patrona de Brazil. Lunes, oct. 12
Día del Descubriendo de América. Columbus Day. Lunes, oct. 12
Santa Teresa de Jesús. Jueves, oct. 15
Día de San Juan Pablo II. Jueves, oct. 22
San Antonio Maria Claret Sábado, oct. 24
San Judas Tadeo. Miércoles, oct. 28

Trabajando dentro de la providencia de Dios

Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
Durante el día feriado del Día del Trabajo (Labor Day, en inglés) y mientras disfrutaba de las bendiciones de un fin de semana largo, reflexioné sobre el aumento del desempleo, que se produjo debido al COVID-19 durante los últimos seis meses. En su apogeo, los cesados estuvieron en la astronómica cifra de un 33%, un nivel no visto desde la gran depresión en la década de 1930. Las dificultades actuales y la ansiedad por el futuro, que afligen a muchas familias, son cargas pesadas. Afortunadamente, las cifras de desempleo han vuelto a caer por debajo de los dos dígitos; sin embargo, demasiados son empujados al límite o más allá. Esta caída libre en la fuerza laboral deja en claro cuán esencial es el trabajo como un componente vital de lo que significa ser humano, es más que un simple trabajo.

Obispo Joseph R. Kopacz

Desde el advenimiento de la Revolución Industrial en el siglo XIX, la Iglesia ha enseñado extensamente sobre la naturaleza, la dignidad y la necesidad del trabajo comenzando con León X111 en la Rerum Novarum, sobre el Nuevo Orden de las Cosas, hasta el día de hoy con las exhortaciones del Papa Francisco. Al hacerlo, la iglesia siempre regresa a la fuente bíblica, en Génesis, cuando Dios trabajó durante seis días en la progresión de la creación y el descanso que siguió el séptimo día. Entonces Dios ordenó que la corona, masculina y femenina, de su creación debía someter la tierra y ejercer dominio sobre este asombroso planeta. (Génesis 1:28.) Sin embargo, esta tarea no es una licencia para ser prepotente o imprudente. Al contrario, en ella se trata de cultivar y cuidar el magnífico jardín que nos ha sido confiado. (Génesis 2:15) El mundo material no fue creado por la humanidad, sino que nos fue otorgado como un regalo precioso que el Creador puso bajo nuestra responsabilidad. Por lo tanto, todo trabajo puede ser una participación y un avance de la voluntad de Dios y el don de la creación.

En la perspectiva de la fe, los frutos de nuestro trabajo son para nuestro propio bienestar, para quienes dependen de nosotros, especialmente nuestra familia, para el bien común, para una sociedad justa y para la gloria de Dios. No es solo un trabajo. La familia, por tanto, debe ser legítimamente un agente esencial de la vida económica, guiada no solo por la mentalidad de mercado sino por la lógica del compartir y la solidaridad entre generaciones. La justicia es la virtud que gobierna el orden social, y el mercado debe aspirar a un nivel de vida para mantener una familia y permitirle vivir decentemente. (Pío XI) La demanda de justicia precede a la preocupación por el lucro. “Vale más lo poco ganado honradamente, que lo mucho ganado en forma injusta.” (Proverbios 16:8)

El ocio del Día del Trabajo, una especie de contradicción, retrata la intrincada red de la vida que Dios quiere. Jesús, un hombre de trabajo, dedicó la mayor parte sus años en la tierra al trabajo manual en un banco de carpintero. (Juan Pablo II). En sus enseñanzas, Jesús se refiere regularmente a la realidad del trabajo para desvelar el misterio del Reino de Dios. Alaba al siervo fiel y prudente a quien el Maestro encuentra esforzándose en los deberes que se le encomiendan (Mt 24:46), y condena la conducta del siervo inútil, que esconde su talento en la tierra. (Mt 25:14ss) Describe su propia misión como la de trabajar. “Mi Padre siempre ha trabajado, y yo también trabajo.” (Jn 5:17) Sus discípulos son obreros en la mies del Señor (Mt 9: 37-38), y “pues el trabajador tiene derecho a su paga.” (Lc 10:7)

Trabajar en el hogar o en el mercado es una parte esencial del ser humano. La conciencia de que “este mundo que vemos ha de terminar.” (1Cor 7:31) no es una exoneración de estar involucrado en el trabajo. (2Tes 3:7-15) Ningún cristiano, creyendo que pertenece a otros y a Dios, tiene derecho a no trabajar y vivir a expensas de los demás. El apóstol Pablo les encarga a todos que sean un punto de honor trabajar, no depender de nadie. (1Ts 4:12), y practicar la solidaridad compartiendo los frutos de su trabajo con los necesitados. (Efesios 4:28) Santiago defiende los derechos pisoteados de los trabajadores: “El pago que no les dieron a los hombres que trabajaron en su cosecha, está clamando contra ustedes; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores.” (Santiago 5:4)

Sin embargo, debe haber un equilibrio. En su predicación, Jesús enseña al hombre y a la mujer a no ser esclavizados por el trabajo. Antes que nada, deben preocuparse por sus almas. Ganar el mundo entero no es el propósito de la vida. (Mc 18:36) Los tesoros de la tierra se consumen, mientras que los del cielo son imperecederos. Es en estos últimos tesoros que los hombres y mujeres deben poner su corazón. (Mt 6:19-21) Porque no miramos a lo que se ve, sino a lo que no se ve. Porque lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno. (2Cor 4:18) Este es el don del reposo sabático en el día del Señor, un tiempo de curación, un tiempo dedicado a Dios y a los demás, cultivando relaciones que permitan a la humanidad emprender el camino hacia el sábado eterno.

Para muchos, la pandemia ha provocado una crisis y esperamos que puedan mantenerse estables durante la tormenta. Para muchos más que están bien materialmente, pero restringidos socialmente, esperamos que no se pierda la oportunidad de restaurar el equilibrio duradero en sus vidas dentro de la providencia creativa de Dios.

La ciudad de Dios

Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.

La Revolución Francesa golpeó al mundo occidental como un huracán que volcó y arrasó todo a su paso. Siguió los pasos de la Revolución Americana de 1776, una lucha que duró 10 años después del asalto a la Bastilla en 1789. Las fuerzas que finalmente se desataron se habían estado construyendo durante mucho tiempo, y las monarquías en Inglaterra y Francia no pudieron resistir la presión de la humanidad que anhela respirar libremente.

Obispo Joseph R. Kopacz

Charles Dickens nació en este nuevo mundo emergente en Inglaterra en 1812 y se convertiría durante gran parte del siglo XIX en un crítico social preeminente. Su clásico Un Cuento de dos ciudades abordó los males sociales generalizados que llevaron a la revolución y que aún persistieron en su vida y que describió en las primeras líneas de su novela. “Fue el mejor de los tiempos, fue el peor de los tiempos, fue la era de la sabiduría, fue la era de la necedad, fue la época de la fe, fue la época de la incredulidad, fue la época de la luz, era la temporada de las tinieblas, era el manantial de la esperanza, era el invierno de la desesperación … Todos íbamos directamente al cielo, o todos íbamos en sentido contrario”.
En última instancia, esta obra clásica desafió a la gente de su época a ir más allá de la tontería, la incredulidad, la oscuridad y la desesperación y abrazar la sabiduría, la fe, la luz y la esperanza, en otras palabras, la redención y la nueva vida a nivel personal y social. Edades anteriores, San Agustín la llamó la Ciudad de Dios, anclada en la muerte y resurrección del Señor y su presencia permanente.

¿Cómo describiría nuestra nación y el mundo en el siglo XXI? ¿En qué dirección vamos? ¿Está la pandemia creando el peor de los tiempos? La verdad es que las palabras de Charles Dickens son atemporales y pueden aplicarse correctamente a todas las generaciones.

En nuestra sociedad abundan las pruebas de que muchas personas viven con rectitud y compasión como buenos ciudadanos, personas de diversas religiones o sin fe. Considere a los bomberos que se lanzan al camino de los infiernos para salvar vidas y propiedades, los trabajadores de la salud que diariamente cuidan a los afectados por el virus, los primeros socorristas que ahora están ayudando a quienes se encuentran en el camino de los huracanes, Laura y Marco. Lamentablemente, lo contrario es demasiado cierto cuando consideramos la cultura de la muerte que destruye la vida en el útero, pisotea a los pobres y priva a muchos de los elementos básicos para prosperar en este mundo. Por supuesto, demasiados desperdician las bendiciones de la libertad y la responsabilidad personal y eligen un camino en la vida que, en palabras de Dickens, “va en sentido contrario”. Hay mucho que reflexionar y mucho que hacer.

Desde que Jesús entregó las llaves del reino a Pedro, la Iglesia católica ha proclamado el Evangelio de la salvación sumergiéndose en la vida de las personas y culturas donde se arraiga el Evangelio. El objetivo final es la salvación de las almas, como escribió elocuentemente San Pablo, “ para esforzarme por alcanzar lo que está delante, 14 para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13-14) Pero esa no es una directiva para usar ligeramente mientras viajamos por la vida, porque el Reino de Dios no es una cuestión de comer y beber, sino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. (Romanos 14:17)

En nuestra tradición católica, la esperanza para este mundo y el próximo está escrita en nuestro ADN. No es uno o la otro. Desde una perspectiva histórica, sabemos que, si no se afronta y se supera la injusticia, en la escena, tarde o temprano, estallan revoluciones. Las convulsiones y clamores que surgen en nuestra nación en el momento presente deben despertar a la nación para reconciliar y sanar el pasado, y para comprometernos todos con la obra de justicia y paz en esta generación, signos indiscutibles de la “Ciudad de Dios.”

Del documento ”Sobre la Iglesia en el Mundo Actual, Gaudium et Spes,” durante el Concilio Vaticano II, tenemos esta visión inspirada de nuestro mundo. “Aunque el progreso terrenal debe distinguirse cuidadosamente del crecimiento del Reino de Cristo, sin embargo, en la medida en que puede ayudar a un mejor orden de la sociedad humana, es de gran importancia para el Reino de Dios. Las bendiciones de la dignidad humana, la comunión fraternal y la libertad se encontrarán nuevamente en el mundo venidero cuando Cristo entregue al Padre un Reino eterno, purificado de todo pecado y transformado, un Reino de verdad y vida, de santidad y gracia, de justicia y paz“.

De seguro, este será “el mejor de los tiempos” en el Reino de Dios.

Fe se mantiene más fuerte ante el miedo

Por Berta Mexidor y Joanna Puddister King
JACKSON – El 7 de agosto de 2019, al menos cuatro parroquias católicas fueron sacudidas después de que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos allanaron plantas procesadoras de pollo en todo el estado y arrestaron a 680 trabajadores indocumentados. El día dejó a muchos niños con miedo y dolor en su primer día de escuela, ya que se quedaron sin un lugar adonde ir con sus familias arrebatadas.
Cuando algunos fueron liberados de la custodia de ICE para cuidar a sus hijos, se estableció una nueva realidad. La pérdida de ingresos, junto con un futuro imprevisible y preguntas sobre cómo sus familias pueden sobrevivir sin sus seres queridos bajo la custodia de ICE.

CANTON – Incluso hoy en día, los niños todavía están preocupados que ICE les quite a sus padres. Los efectos sicológicos y emocionales son palpables en todos, niños y jóvenes. El año pasado, después de las redadas de ICE en todo el estado, los hijos de inmigrantes indocumentados realizaron una demostración de sus sentimientos en la histórica plaza de Canton, el 11 de agosto de 2019. En la misma participaron, en solidaridad, niños y jóvenes no hispanos. (Foto de archivo por Joanna Puddister King)

Aproximadamente siete meses después, entre comparecencias ante el tribunal, posible deportación e incertidumbre legal, volvió el dolor para estas comunidades, ahora en forma de una enfermedad que afecta a todos, sin discriminación de estatus legal. Pero para las familias afectadas en Canton, Forest, Morton y Carthage, el miedo al COVID-19 era menor que el miedo a los funcionarios de inmigración.
Cientos se han enfermado; amigos y familiares han muerto debido al COVID-19. Muchos inmigrantes indocumentados están evitando exámenes y visitas a hospitales, a pesar de las promesas de las autoridades de no verificar su estatus legal durante los exámenes médicos.
La situación no se localiza solo en Mississippi, sino también en todo el país. Varias de las familias afectadas por las redadas emigraron a otros estados para evitar otra redada. La membresía de la iglesia también se redujo por esta migración.

FOREST – Esta comunidad se ha visto seriamente impactada y las familias que quedan tratan de recuperarse a la adversidad. El domingo 9 de agosto se ve a varias familias, con máscaras y practicando el distanciamiento social, en Misa celebrada por el padre Roberto Mena, ST en la parroquia de St. Michael. (Foto cortesía del Padre Roberto Mena y Agua Tibia Radio)

Inmediatamente después de las redadas en agosto pasado, la iglesia se convirtió en un centro humanitario de alimentos, bienes y recursos financieros para pagar el alquiler y los servicios públicos. En ese momento, los inmigrantes notaron que Dios estaba enviando varias manos de ayuda, incluso un Cardenal de Guatemala.
El 7 de noviembre de 2019, el representante Bennie Thompson celebró una audiencia del Congreso, en Tougaloo College en Jackson. Lo acompañaron dos representantes más; así como, líderes estatales, comunitarios y religiosos, incluido el padre Odel Medina, ST de St. Anne Carthage, para interrogar al agente especial de Investigaciones de Seguridad Nacional Jere Miles sobre el presunto mal manejo de la redada masiva de ICE meses antes.
Durante la audiencia, el padre Medina aprovechó la oportunidad para leer la carta de un niño de su parroquia, que se sentía herido y traumatizado a raíz de las redadas.
Poco antes de Navidad, el cardenal Álvaro Ramazzini Imeri de Guatemala, visitó las comunidades parroquiales afectadas con un mensaje de que “Dios nunca los abandona”. Consoló a las familias afectadas por la redada con palabras del Evangelio y las acompañó durante tres días de la temporada de Adviento, participando en “Las Posadas”, una recreación del intento de María y José de encontrar alojamiento antes del nacimiento de Jesús.

Hoy, el Padre Odel y Edgar Morales llevan máscaras para continuar la ayuda a todas las familias afectadas. (Fotos cortesía de Apoyo Latino MS y Edgar Morales, respectivamente)

Mientras estaba en Mississippi, el cardenal Ramazzini habló con los medios de comunicación, defendiendo una “política migratoria con rostro humano” y habló de las condiciones económicas que obligan a muchos a abandonar su país de origen y pidió la eliminación de la costumbre de que los inmigrantes sean tratados como criminales. sin tener antecedentes penales.
Durante la visita del cardenal Ramazzini, Catholic Extension, que patrocinó la estancia del cardenal, anunció su Fondo Sagrada Familia, (Holy Family Fund), un programa de ayuda a las familias en los Estados Unidos que dependen económicamente de un padre que ha sido detenido o deportado por motivos de inmigración. A través del fondo, Catholic Extension ha sido fundamental para garantizar el flujo de ayuda que entrega recursos básicos a las iglesias que atienden las necesidades humanitarias y espirituales de las familias en Mississippi afectadas por las redadas de ICE.
La ayuda de Catholic Extension, Catholic Charities y muchos dentro de la comunidad católica ha ayudado a las familias afectadas en las parroquias de las comunidades de Canton, Carthage y Forest-Morton.

CANTON – Desde los primeros días, las donaciones fueron llegando de varios lugares del país. Blanca Peralta y todos los voluntarios, convocados por el Padre Mike O’Brien, convirtieron el centro comunitario de la parroquia no solo en almacén de cajas, más en lugar de reunión para la distribución de la ayuda y dar apoyo emocional. (Foto por Berta Mexidor)

Diócesis tiene línea directa para reportar posibles fraudes

Por Joanna Puddister King
JACKSON – En enero de 2020, la Diócesis de Jackson estableció un sistema de línea directa para que las personas informen posibles fraudes, problemas de cumplimiento, violaciones de la ética y problemas de recursos humanos.

Carolyn Callahan

El uso de una línea directa se ha discutido durante varios años en la Conferencia Nacional Diocesana de Administradores Fiscales, a la que asisten miembros de la diócesis. Una línea directa se considera una “mejor práctica”, ya que tener una línea independiente puede ayudar a alertar y reducir la posibilidad de acciones inapropiadas o ilegales.
Carolyn Callahan comenzó a investigar plataformas de línea directa después de presentaciones en la conferencia, incluso antes de ingresar a su función actual como directora de asuntos temporales en la diócesis en mayo de 2019. Anteriormente, actuó como contralora, auditora interna y coordinadora de proyectos especiales para la diócesis, director de finanzas de la escuela St. Joseph en Madison, y como persona de apoyo contable para todas las escuelas católicas.
“Aunque siempre hemos tenido procedimientos para manejar quejas, los eventos de los últimos años nos ayudaron a ver más allá de cualquier posible uso indebido de la línea directa, por lo que nuestros feligreses y empleados tienen una manera confidencial y efectiva de informar problemas”, dice Callahan.
El sistema de línea directa de la diócesis es operado por Lighthouse Services. Durante los últimos 15 años, Lighthouse Services ha mantenido líneas directas de ética, seguridad y fraude y ahora presta servicios a más de 4,100 organizaciones entre los EE. UU. y el extranjero.
Cualquier inquietud relacionada con mala conducta financiera, fraude, problemas de cumplimiento o problemas de recursos humanos dentro de la diócesis puede informarse de forma anónima llamando al número gratuito de la línea directa o archivada en línea. Lighthouse Services presentará y procesará la información reportada.
Inmediatamente después de recibir una queja, Lighthouse Services enviará un correo electrónico a tres destinatarios designados., “Dos son empleados de la cancillería y uno es un sacerdote diocesano que no trabaja para la oficina de la cancillería”, dice Callahan.
“Si uno de los tres destinatarios se menciona en la queja, esa persona no recibe la notificación por correo electrónico y no puede acceder al informe”.
Una vez recibida, los tres destinatarios designados acceden a la queja a través del portal web seguro de Lighthouse Services. Si el denunciante presenta la denuncia de forma anónima, las personas designadas solo ven un número PIN, pero nunca un nombre. La comunicación se produce entre el reportero y las personas designadas a través del portal en línea Lighthouse. Se pueden cargar archivos y otra documentación para su revisión.
“Se produce una discusión y se crea un plan para investigar el reclamo, ya sea internamente o con un investigador externo”, dice Callahan. “Dependiendo de los resultados de la investigación inicial, se notifica al abogado diocesano y / o la policía”. La esperanza de Callahan es que cualquier persona preocupada por el fraude, los problemas de cumplimiento, las violaciones éticas y los problemas de recursos humanos se sienta cómodo sabiendo que tiene una plataforma objetiva y confidencial para presentar una reclamación que será investigada de inmediato.
“Las preguntas formuladas dentro del proceso de presentación nos da la capacidad de conocer y responder a las quejas de manera oportuna y efectiva,” dice Callahan.
Para hacer un informe, visite www.lighthouse-services.com/jacksondiocese o llame sin cargo al 888-830-0004 (inglés) o al 800-216-1288 (español).
El vicario general, el padre Lincoln Dall, que trabaja en estrecha colaboración con Callahan, dice: “La línea directa de Lighthouse es parte de nuestra estrategia general de fortalecer nuestros procedimientos de control y supervisión de los bienes y dones que Dios y su pueblo han confiado a nuestra diócesis, nuestras parroquias, y escuelas. Hemos estado mejorando tales políticas, procedimientos y controles en los últimos dos años y continuamos haciéndolo a través del acuerdo actual que tenemos con el gobierno federal.”
La información de la línea directa se publica regularmente en Mississippi Catholic y al menos trimestralmente en los boletines parroquiales. También se puede encontrar en www.jacksondiocese.org.

Tome Nota

Virgenes y Santos

Dia del Trabajo. Labor Day. Sep. 7
Santa Teresa de Calcuta. Sep. 5
Natividad de la Santísima Virgen María – Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona Cuba. Sep 8
San Pedro Claver. Sep. 9
Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela. Sep. 11
San Genaro. Sep. 19
San Pio de Pietrelcina. Sep 23
San Gerónimo. Sep. 30
Convocatoria

Campamento Virtual, para familias, auspiciado por SEPI y Extensión Católica.
Todos los viernes de septiembre y primer viernes de octubre
De 5 pm a 7 p.m.
Mas información, llamar a
Edgar Morales, 601-826-8594 o Johana Mollinedo 601-778-0678

Fe ante el miedo

Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
En medio de la pandemia y otras duras realidades, reconocemos que todos estamos en la misma tormenta, pero no en el mismo barco. Hay diferencias significativas en la vida de todos, que requieren respuestas únicas de todos. En el centro de las Escrituras del domingo pasado está la buena noticia en que no importa en qué barco estemos o en qué cueva, como oímos de Elías en el monte Horeb (1 Reyes 19), el Dios viviente desea pasar y entrar en los barcos y las cuevas de nuestras vidas.
¿Podemos verlo, sentir su presencia y escucharlo? ¿Queremos encontrarnos con él?

Obispo Joseph R. Kopacz

Después de la multiplicación de los panes y los peces, fue convincente darse cuenta de que Jesús mismo despidió a las multitudes después de enviar a sus apóstoles delante de él en el mar de Galilea. Aquí tenemos la Palabra de Vida, el Pan de Vida, sirviendo como ministro de hospitalidad. Al despedir a 5,000 personas sin contar a las mujeres y los niños, casi es otro milagro. Este es el Dios que nos llama por nuestro nombre y nos sostiene en las palmas de sus manos. (Isaías 41:13)
Pero es la tormenta en el mar de Galilea lo que nos asegura que Jesucristo está presente para nosotros en las repentinas tormentas que golpean sin previo aviso. (Mateo 14:22-33). Mientras Jesús camina sobre el agua hacia sus apóstoles azotados por la tormenta, el drama que se desarrolla revela el contraste entre el miedo que paraliza y el miedo que salva. Sin el Señor, incluso los pescadores duros caían presa del pánico. Con un apretón de manos (Mateo 14:31) para salvar a Pedro de ahogarse, el Señor y él se acomodaron en la barca, e inmediatamente, la paz que solo Dios puede dar dominó el viento y las olas.
Esta no fue la primera vez que Jesús acompañó a Pedro a través de sus temores. En las orillas de este mismo lago, Jesús se invitó a sí mismo a subir a su barco de pesca para predicar mejor la palabra a la multitud reunida. (Lucas 5:1-11) Luego lo dirigió de regreso al abismo para que echara sus redes en busca de una pesca que puso a Pedro de rodillas. “¡Apártate de mí, Señor, ¡porque soy un pecador!” (Lucas 5:8). En realidad, la predicación de Jesús de Nazaret había ablandado su corazón para que fuera receptivo al don del temor santo y las subsiguientes palabras vivificantes. “Síganme y yo los haré pescadores de hombres”. Como Pedro en ambos encuentros con el Señor, nosotros también debemos dar un paso hacia Jesús y seguir su ejemplo a través de la niebla y la penumbra de la incertidumbre y la ansiedad que nos enfrenta.
En la carta a los Romanos, la segunda lectura del domingo pasado, el Señor está cerca de San Pablo en su dolor por la dolorosa comprensión de que la mayoría de sus compañeros israelitas están rechazando a su amado Salvador como el Mesías tan esperado. Fue una cruz pesada para San Pablo porque ama al Señor y a su pueblo y está profundamente desgarrado. “tengo una gran tristeza y en mi corazón hay un dolor continuo”. (Romanos 9:1-5).
La pandemia golpeó como una ráfaga repentina y ahora se ha asentado como una densa oscuridad que no se disipa. Como San Pablo, en la actualidad, un número creciente de personas sienten un dolor similar con la pérdida de la vida, significa, en algunos casos, el trabajo de toda una vida, junto con los ritmos de la vida diaria. Esta es una realidad abrumadora que puede llevarnos al margen de nuestros recursos internos y externos. Sin embargo, también es una invitación a profundizar nuestra fe en la cercanía del Señor frente al miedo. ¿Podemos escuchar sus amorosas palabras que disiparon la angustia de sus apóstoles?
“¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo!”; Cuando nos sentimos más vulnerables y frágiles, nuestra fe por la gracia de Dios nos motiva a no permitirnos no hundirnos en el miedo. La gracia asombrosa que apaga nuestros temores, también nos da la paz de Cristo que nos permite caminar por fe, y no por vista (2Corintios 5:7), que brilla sobre nosotros que vivimos en tinieblas y en la sombra de la muerte. Con nuestras opciones reducidas y nuestros movimientos restringidos, ¿no puede Dios penetrar esta nube de desconocimiento para ayudarnos a nutrir nuestra fe y entrar más profundamente en la preocupación intencional por los demás, y así dar testimonio del Señor vivo?
Con las difíciles decisiones que enfrentan muchos educadores, padres y estudiantes para el semestre de otoño, permitir que el Señor nos estreche la mano es un estado mucho mejor que hundirnos en nuestro propio fango emocional. Ésta es la diferencia entre el temor y el temor santo, la capacidad de escuchar las palabras del Señor de que Él está cerca y de actuar de acuerdo con este conocimiento lleno de fe.