Guadalupe llama a estar cerca de su Hijo

NATCHEZ – Por segunda vez los Guadalupanos de la región se reunieron en la noche del 11 de diciembre para procesión y Misa en honor de la Virgen de Guadalupe. La Misa fue celebrada por el Padre Aaron Williams y concelebrada por el Padre Charles Yaklin, en altar detrás de imagen del Vírgen, monje del Monasterio St. Joseph perteneciente a la rama contemplativa del Instituto del Verbo Encarnado y quien fue el homilista. (Foto de Berta Mexidor)

Por Berta Mexidor
NATCHEZ – El lunes 11 de diciembre, día de San Juan Diego, la Virgen, cargada por guadalupanos de la región, salió en procesión por las calles de Natchez, antes de una Misa celebrada por el Padre Aaron Williams y con el Padre Charles Yaklin, IVE como homilista.

Esta fue la segunda ocasión en que los católicos hispanos de la región Natchez-Vidalia recibieron el apoyo del Padre Williams, rector de la Basílica de Santa María y del padre Charles, IVE, monje del monasterio de San José en Natchez.

El padre Charles vino a Natchez hace dos años y todos los domingos ofrece Misa en español a los católicos de la zona. Durante su homilía en español, remarcó que la causa de Guadalupe es el llamado de María a todos para estar cerca de Jesús, el Hijo de Dios “…Ella pidió que se le construyera un templo, no para su gloria, no para que la alabáramos, porque miles de ángeles la rodean, pero el mensaje de su corazón es que estemos cerca de su hijo, a través de la Eucaristía, ” dijo el Padre Charles.

Los hispanos de la zona celebraron este segundo año de Nuestra Señora de Guadalupe en Natchez, gracias a muchos voluntarios, entre ellos Lupe Valencia, mexicana, que no quiere llevarse todo el crédito por organizar doce días de Rosarios y bailes. Ayudaron también a Valencia, Paola Siles, Nicaragua, Guillermina Vega y Montserrat González, madre e hija, mexicanas residentes en Vidalia, Rosendo González y Antonio Ortiz, mexicanos que llevaron la imagen en procesión, y Bettina Coffey, Argentina, quien tradujo para el Padre Williams en el centro comunitario, donde finalizó la celebración con bendición, bailes y comida.

Los niños como cada año se roban el show. Sus padres los visten con los trajes típicos, representan a la Virgen y a San Juan Diego y no dejan de bailar en los diferentes grupos de danza. Así es como los Guadalupanos perpetuan la fe y tradición por generaciones. (i-d) Niños de St. Jude Pearl, St. Therese Jackson y St. Mary Basílica Natchez. (Fotos de Tereza Ma, Rosalinda Montoya y Berta Mexidor)