Fiesta de Guadalupe celebrada de manera segura

Por Jo Ann Zuñiga
HOUSTON (CNS) – La gran procesión de bailarines y tambores que suele recorrer el centro de las ciudades en honor a la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe el 12 de diciembre, fueron canceladas debido a la pandemia.
Sin embargo, iglesias individuales tuvieron sus celebraciones locales con “matachines”, feligreses vestidos con trajes indígenas, dijo Priscella Márquez, presidenta de la Asociación Guadalupana. Rosarios y Misas matutinas iniciaron las celebraciones, practicando el distanciamiento social y con el uso de máscaras. Como tradición muchas iglesias, decoraron la estatua de Nuestra Señora de Guadalupe y se entregaron decenas de flores, en su mayoría rosas, por respeto y amor.

Con la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe cerrada por su fiesta para evitar la propagación del COVID-19, el Papa Francisco dijo que los católicos aún pueden recibir una indulgencia plenaria el 11 y 12 de diciembre por su devoción si siguen ciertas condiciones. (Ilustración del CNS/Tj Birnbaum)

Un evento que no fue cancelado fue el relevo de la Antorcha de Guadalupe, el cual comenzó en la Ciudad de México transportando una imagen oficial de Nuestra Señora de Guadalupe desde su santuario oficial hasta Nueva York. La imagen es acompañada por una antorcha encendida durante todo el camino por corredores, similar a la antorcha olímpica. Después que la procesión (que se canceló este año) llega al Centro de Convenciones George R. Brown cada año, la gente se reúne para una misa al mediodía celebrada por el cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston y otros sacerdotes.
Una celebración igualmente robusta de Nuestra Señora de Guadalupe, es una procesión que normalmente atrae a 40,000 personas, también fue cancelada en la Arquidiócesis de Los Ángeles. Sin embargo, los fieles de toda la arquidiócesis y el país participaron en los nueve días de oración virtual y reflexión previos al 12 de diciembre.
El 6 de diciembre se unieron en oración para una procesión virtual y una Misa en honor a Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego. Esta se transmitió en vivo a través de la página de Facebook de la arquidiócesis para que las familias pudieran honrar a “La Morenita” de manera segura desde casa en medio del aumento de las medidas de seguridad pública relacionadas con el COVID-19.
“Hoy le pedimos a Nuestra Señora de Guadalupe por aquellos que están enfermos, por los moribundos, por los que han perdido la vida y sus familias, por todos aquellos cuyas vidas han sido lastimadas y perturbadas”, dijo el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, durante su homilía bilingüe. La celebración, que aborda el tema “Nuestra Señora de Guadalupe: Madre de Sanación y Esperanza”, es la procesión religiosa más antigua de Los Ángeles. Fue establecida en 1931 por católicos mexicanos que huyeron de la persecución del gobierno mexicano durante la Guerra Cristera. El tema reflexiona sobre la importancia de la presencia de María en nuestras vidas, especialmente durante estos tiempos desafiantes.
“En este Adviento, María, Nuestra Señora de Guadalupe, sigue orando por nosotros, sigue trayéndonos a su hijo,” dijo el arzobispo en su homilía. La celebración comenzó con una procesión de una milla de largo de autos decorados por hogares individuales con flores y mensajes a Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego.
Toda esta tradición honra el tiempo que comenzó el 9 de diciembre de 1531, en una colina cerca de un pueblo rural en las afueras de la Ciudad de México, cuando María se apareció como Nuestra Señora de Guadalupe a un humilde campesino quien iba camino a misa para celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de María. Su nombre en náhuatl era Cuauhtlatoazin (“el que habla como un águila”) y en español se llamaba Juan Diego, ahora santo canonizado por el papa Juan Pablo II en 2002.
Después que Juan Diego volvió a ver a María el 12 de diciembre, ella colocó rosas dentro de su manto y le dijo que esta sería la señal que debería presentarle al obispo. El nombre Guadalupe es una versión en español de la palabra náhuatl Coatlaxopeuh que significa “la que aplasta a la serpiente”.
La Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, que exhibe el manto de San Juan Diego, se ha convertido en uno de los sitios católicos más visitados del mundo, solo superado por el Vaticano y la Capilla Sixtina en Roma.