Todos los Santos y Fieles Difuntos

Por Berta Del Carmen Mexidor
CORINTH y JACKSON – El día de Todos los Santos fue celebrado en Corinth con una misa oficiada por el padre Mario Solórzano el día primero de noviembre. Al día siguiente, el 2 de noviembre en la parroquia de St. Therese en Jackson, el grupo de jóvenes de la parroquia celebró el día de los Fieles Difuntos con un altar. Monseñor Elvin Sunds y las Hermanas Guadalupanas del Espíritu Santo, María Elena Méndez y María Josefa García, los acompañaron en la víspera, día de todos los Santos.
La vida eterna es la recompensa por el bien hecho en la vida. La muerte es un acto que acerca a la verdad de la fe.
La Iglesia Católica celebra primero a todos los que murieron, después de dedicar su vida al servicio de los demás- la comunidad amplia y que aún después de muertos continúan su trabajo de asistencia desde el altar de Todos los Santos. A ellos la muerte los coronó con el título más alto: SANTO.

JACKSON – (i-d) Los jóvenes Guillermo S. Montoya y Ramiro Ginez contemplando el altar y el joven Joel Andrés Montoya explicándole a la niña Jaslene Castillo. (Foto por Rosalinda Montoya)

Después de ellos viene la celebración de los que murieron en la fe de la resurrección, siguiendo el ejemplo de los santos y con la esperanza de un día encontrarse con su Creador. Los fieles difuntos se recuerdan en cada familia y grupo de amigos, esa pequeña comunidad en la que vivieron, sirvieron y dejaron un legado, válido para recordar en cada uno de los corazones de los que los conocieron, y digno para contar a las generaciones nuevas que no tuvieron el placer de su compañía.
Luis Rosales, miembro de la comunidad, y el grupo de catequistas de St. James de Less en Corinth tratan de enseñar cada año a los niños de la parroquia sobre la vida de los Santos y a la vez mantener la tradición de recordar la vida de estos de una forma especial. En la celebración participaron los niños de la catequesis, quienes representaron a varios santos.

CORINTH – Los niños Mili Rosales, Carlos Acaña, Yuridia Luna, Mia Francisco, Ariel Mejía, Judith Mejía, Leonardo, Francisco del Ángel y Kimberly Santamaría acompañan al padre Solórzano. (Foto por Luis Rosales )

Cada católico tiene uno o más santos afines, alguien al que tratan de imitar o que sirve de amparo y mediador ante Dios en momentos de duda y turbulencia de la vida. Este año cada niño escogió un santo en particular y se vistió acorde a él o ella. Santos como San José, Santa Rita, Santa Mónica, San Francisco de Asís fueron algunos de los representados. No faltaron además la personificación de la Santísima Virgen María, un sacerdote y un ángel. “Parte de nuestra cultura es celebrar el día de los santos” dice Rosales. En la celebración de este año contribuyeron además los catequistas María Cano, María Del Ángel, Devani Ocaña, Magali Heredia, Suemi Rodríguez, Teresita Peña, Yolanda Salinas, Tomas Lara, Saily Salinas, Mariana García y Roberto Santamaria
Joel Montoya de la parroquia de St. Therese in Jackson cuenta que es originario de Tampico, Tamaulipas y quiere que los jóvenes conozcan esta tradición popular. En la presentación del altar participaron los integrantes del grupo de jóvenes de la parroquia de Santa Teresa: Diana Vox, Viviana Martínez, Guillermo Montoya, Juan Sebastián, Juan Diego Chacón y Yovanis Duarte.
En el altar se mostraron algunas fotos de seres queridos de familias hispanas y estadounidenses. Se adornó con las típicas flores de muerto, Zempaspuchitl or Cempaspuchitl (Marigold) y el típico pan de muerto, que ahora se puede comprar en una tienda mexicana. Se adornó además con calaveras de papel representando a cada difunto. La tradición mexicana prepara calaveras de azúcar que los niños comen al final de la celebración, porque al final, la muerte es dulce porque acerca a Dios.