
Featured photo…A special cemetery blessing …

SPIRITUAL ENRICHMENT
NEW ORLEANS Our Lady of the Cenacle Retreat Center, Women’s Retreat on “The Spiritual Exercises of St. Ignatius,” Jan. 8-10, 2021. Check-in is between 3-6 p.m. on Friday and concludes after lunch on Sunday. Retreat Presenter: Father Jacob DuMont, L.C. He will reflect on the fundamental truth of our lives: God’s love, His mercy and forgiveness. Father Jacob currently serves as the local superior and chaplain for Lumen Institute, as well as a spiritual director for the seminarians at Notre Dame Seminary. Capacity is limited due to COVID-19 and they are currently accepting registrations on a first come, first serve basis. A non-refundable deposit is required to register. You can choose to pay just the deposit upon registration or to pay in full. Details: to register, contact the retreat office at (504) 267-9604 or https://www.neworleansretreats.org/retreats.
PARISH, SCHOOL AND FAMILY EVENTS
CLARKSDALE Catholic Community of St. Elizabeth, Outdoor manger scene decorating contest. The parish council wants to promote the spirit of the season during the pandemic. All entries must be submitted by Thursday, Dec. 10. Judging will be on Dec. 19-20. Details: Please contact Kay Watts (662) 902-6017, Derrick Faucheux (225) 206-2430 or Kristin Orr (901) 652-0979 if you would like to participate
FLOWOOD St. Paul, Interested in serving in a ministry? Openings for ushers, greeters, lectors, community leaders and Eucharistic ministers. Details: Contact Cecilia liturgy@spaulcc.org or (601) 292-6097.
Interested in helping the St. Paul livestream team during weekend Mass? They need volunteers to help run the lyrics on the monitors during the Saturday 5:30 p.m. and Sunday 8 and 10:30 a.m. Masses. Must have basic computer knowledge. Details: Contact Michael to learn more tech@spaulcc.org or (601) 292-6086.
JACKSON St. Richard, Coffee & Creed meets on Sunday mornings at 9:15 a.m. in Glynn Hall. They will use “The Search” from FORMED. Details: (601) 366-2335.
MADISON St. Francis of Assisi, Adopt a family for Christmas. After each Mass, there will be families available to be adopted for Christmas from MadCAAP. If you are unable to come to church, you may call the parish office and ask for a family and the necessary information will be given to you. This has been a rough year for everyone but let us not forget the most unfortunate of us and help make some children’s Christmas a little brighter and happier. Details: church office (601) 856-5556
MERIDIAN Catholic Community of St. Joseph and St. Patrick, Due to COVID-19, they will not have their annual Christmas Open House. However, they will be open on three Saturdays, Nov. 21, Dec. 5 and 19 from 11:30 a.m. to 4:30 p.m. They will have Advent candles and wreaths, 2021 Missals (limit two, unless you have ordered more), nativities, ornaments, gifts, décor and all of their regular stock. Shopping will be COVID-safe and anyone entering the building will be required to wear a mask. Details: If you are unable to come to one of the above dates, contact John at the Parish Office (601) 693-1321 ext. 9 or Pat (601) 479-0920 to make an appointment to shop another time.
NATCHEZ Assumption BVM, Weekly Grief Support Group, Tuesdays, 13-week program (began Oct. 6) at 3:30 p.m. in Tuite Hall. Cost: $15 for workbook. Details: Carolyn Verucchi at (601) 807-1698, or the church office (601) 442-7250.
St. Mary Basilica, Blood Drive, Tuesday, Dec. 1 from 1-6 p.m. in the Family Life Center. Details: Sign up at www.vitalant.org or www.bloodhero.com or call Regina in the church office at (601) 445-5616.
SPECIAL EVENT
Home for Christmas Virtual Concert, Thursday, Dec. 3 at 7 p.m. CST. The Daughters of Saint Paul Choir normally go on tour in Dec. to bring the Christmas message to thousands of people around the country. This year, they will sing a virtual concert that will be streamed on their YouTube page: https://www.youtube.com/c/DaughtersofStPaul. Join them for this free, fun, family-friendly event.
COVID-19 REMINDER
In person Masses are open within the Diocese of Jackson. Check with your local parish for details and follow guidelines in place for attendance. All over the age of two are required to wear a mask.
The obligation to attend Mass continues to be dispensed by Bishop Joseph R. Kopacz, so if you do not feel safe attending, or have an underlying health condition, or feel sick, please stay home. Be safe and stay vigilant!
El famoso actor Charles Chaplin, después de una vida de 88 años, a la hora de su muerte, el día 25 de diciembre de 1977, no sabía que dejaba muchas enseñanzas, que se repiten por generaciones como valiosos consejos, de un hombre que nos hace reír aun todavía, y del que nadie conocía plenamente su dolor. Adorado una vez por el público, genial comediante, torcido carácter como hombre, con ideas políticas explosivas para su época, disfrutó la fama, fue el villano en los dramas de sus esposas, sufrió la persecución y el exilio, la difamación y el talento creador.
Controversial y admirado, querido y odiado en vida, el drama lo siguió hasta después de su muerte al ser exhumado y su cadáver escondido mientras se pedía una recompensa por el mismo. Acusado de comunista, hoy hubiera sido acusado además de actitudes misóginas, Chaplin tuvo una vida llena de matices oscuros y brillo tal como en los escenarios.
Estas, sus valiosas lecciones de vida, se comparten hoy en redes sociales, de las que el maestro Chaplin no tuvo idea y de las que me imagino le hubiera gustado usar para hacernos reflexionar sobre el mundo que nos rodea, con una sonrisa.
”Nada es eterno en este mundo, ni siquiera nuestros problemas.”
“Me gusta caminar bajo la lluvia, para que nadie pueda ver mis lágrimas.”
”El día más desperdiciado de la vida es el día en que No reímos.”
“Creo en el poder de la risa y las lágrimas como antídoto contra el odio y el terror.”
“Tengo muchos problemas en mi vida. Pero mis labios no lo saben.
Ellos siguen sonriendo.”
“El odio de los hombres pasará, los dictadores morirán y el poder que le quitaron al pueblo volverá al pueblo. Y mientras los hombres mueran, la libertad nunca perecerá.”
“Necesitas poder, solo cuando tú quieras hacer algo dañino, de otra manera el amor es suficiente para hacer todo.”
“No soy un hombre político y no tengo convicciones políticas. Soy un individuo y un creyente en la libertad. Esa es toda la política que tengo.”
“El espejo es mi mejor amigo porque cuando lloro, nunca se ríe.”
Por Padre Domingo Rodríguez Zambrana, S.T.
“… fruto de un momento de impaciencia que me tocó vivir … y me arrepiento!”
Confieso de inmediato, que esta reflexión fluye de otro momento en mi larga vida sacerdotal, cuando toda la gracia santificante que me concede el Espíritu Santo no fue lo suficiente persuasiva para contenerme. Fallé y ni San Judas Tadeo (¡el Santo de los imposibles!), me pudo ayudar.
Lo comparto pues bien sé que somos unos cuantos a los que el intercambio humano, desafía con frecuencia y pone a prueba el tesón de nuestra paciencia. Que conste, que, desde la dimensión de la fe, yo sé que la paciencia es el 4to de los frutos del Espíritu Santo. Pero pienso que los Santos fueron Santos, precisamente porque supieron integrar ese regalo del Espíritu Santo en momentos duros y difíciles de sus vidas.
Mirándome al interior y cuestionando dónde quedó mi virtud de tolerancia, de aguante en esos momentos de atoramiento, me doy cuenta de que el asunto de perder mis estribos no es un problema de vida espiritual propiamente hablando. Mi falta de paciencia está toda envuelta en asuntos más psicológicos que espirituales. Y eso es muy personal. Otros se aguantan donde yo fallo. Otros fallan donde yo me aguanto. Lo que trae a relucir otra dimensión del comportamiento humano que es el entorno, o sea, lo cambiante de las circunstancias. Pero vayamos por pasos.
Mi carácter, fruto de mi temperamento, tiene mucho que ver con mi capacidad de manejar mis emociones. Usualmente, la falta de paciencia delata una cierta intolerancia en situaciones que no responden a mis expectativas. “¡No se supone que me traten así!” “¡Pero eso no fue lo que acordamos!” “¡Es que ya no lo soporto!” Y esto, solo como una muestra de posibles sentimientos y expresiones, no necesariamente verbalizadas, que vienen a la mente. Todo eso, conectado con un sentimiento más solapado, que podríamos identificar como orgullo personal. Es un grado de arrogancia lo que lleva al sentimiento de lo que yo merezco o no, (en inglés es el famoso “self-righteousness”). Si hay algo en la vida espiritual que no toleramos con facilidad, es el descubrirnos faltos de humildad. La ironía en la búsqueda de esa virtud tan elusiva es que entre más suplicamos al Señor que nos conceda humildad, más orgullosos estamos de ser tan humildes.
El orgullo en el contexto del comportamiento humano es el mecanismo de defensa más común que delata inseguridad o miedo de no saber manejar adecuadamente alguna situación, especialmente, en la cuestión de las relaciones interpersonales. El orgullo aflora con mayor incidencia en aquellos de nosotros que tenemos alguna posición de autoridad. Inseguros al fin, nos sentimos vindicados por la fachada del poder en nuestra posición privilegiada de autoridad. Los Sacerdotes, Políticos, Profesores, Agentes al servicio del bien común, (e.g. Policías, Médicos, etc.), somos particularmente vulnerables a la arrogancia. ¡Y todo esto a modo muy sutil, … sin grandes dramatismos, por supuesto!
Cualquier situación que se desarrolla en el intercambio humano, especialmente en lo imprevisto o espontáneo, se presta para una reacción inapropiada de “juego de poder”. Evidente posiblemente con mayor frecuencia, en ámbito del trabajo. Ahí es donde algún supervisor o personal a cargo, se enfrenta a uno bajo su autoridad que es más capaz que el que tiene el mando. Ocurre también en un salón de clases, cuando un estudiante brillante, espontáneamente comenta sobre algún error cometido por el profesor. Si el que está a cargo, se siente amenazado por un “inferior”, la intolerancia surge naturalmente. ¡Eso también es falta de paciencia!
Mencionamos anteriormente, que reacciones de intolerancia surgen inesperadamente en lo cambiante de las circunstancias. Ejemplos más comunes, podrían ser en la carretera, en lo insufrible de la congestión de tráfico. En el supermercado, en algún lugar público, dondequiera que haya que hacer fila para ser atendido. En el hogar, allí donde se fragua la convivencia de la faena diaria familiar, la falta de paciencia abunda. Notable es la tensión que con tanta frecuencia se desarrolla entre Papi y Mami, cuando su adorado bebé se convierte en “le enfant terrible”. El adolescente rebelde que en su insuficiencia e incapacidad de manejar lo cambiante de su vida, atormenta la vida de los adultos que lo aman. Con frecuencia, triste admitirlo, ocurre que algunos miembros de la familia deciden huir ante el riesgo y continua amenaza del ambiente del hogar ya contaminado con la conocida tensión de las alteraciones, enojos y rechazos entre familia.
Desde la dimensión de fe, y precisamente porque somos hombres y mujeres de fe es que debemos seguir creyendo que podemos lograr superar los obstáculos que nos impiden vivir la paciencia. La tolerancia en aceptación de aquello que no podemos controlar ni cambiar, es lo que seguimos tratando de lograr. Sin duda, seguiremos viviendo momentos indeseables que retan nuestra capacidad de aguante. Cuando la paciencia se queda corta, es cuando la esperanza de superación personal debe de hacerse “larga”.
De gran ayuda e inspiración es la plegaria de la Serenidad de los Alcohólicos Anónimos que reza a manera abreviada:
“Dios concédeme la serenidad
de aceptar las cosas que no puedo cambiar
el coraje para cambiar las que sí puedo,
y la sabiduría para conocer la diferencia”
(El padre Domingo Rodríguez Zambrana, S.T. Es columnista de varias publicaciones de las arquidiócesis de Newark, New Jersey; San Juan, Puerto Rico; y la diócesis de Rockville Center, New York. Es el vicario de los Siervos Misioneros de la Santísima Trinidad. Ha sido presidente del Consejo Nacional Católicos de Pastoral Hispana (NCCHM) y vicepresidente de la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos (ANSH). El padre Domingo nació en Puerto Rico y residente en California. Con más de cincuenta años de sacerdocio es buscado como orador y motivador para eventos católicos, retiros, misiones y conferencias.)
Por Rhina Guidos
WASHINGTON (CNS) – Las bocinas sonaron cerca de la Casa Blanca justo antes del mediodía del 7 de noviembre cuando las principales organizaciones de noticias estadounidenses proyectaron que el demócrata Joe Biden será el 46 ° presidente de los Estados Unidos, convirtiéndolo en el segundo católico en la historia del país en ser elegido para el cargo más alto de la nación.
“¡Felicitaciones a nuestro segundo presidente católico y nuestra primera vicepresidenta de raíces africanas e indias!” tuiteó el obispo John E. Stowe de Lexington, Kentucky, poco después de que organizaciones como The Associated Press, The New York Times y Fox News anunciaran que Biden y su compañera de fórmula Kamala Harris habían ganado la carrera.
La proyección se produjo tras el anuncio de los funcionarios de Pensilvania de que Biden había ganado el caché estatal de 20 votos electorales, colocándolo por encima del umbral de 270 votos electorales necesario para asegurar una victoria. Harris se convierte en la primera vicepresidenta electa del país.
Aunque la campaña del presidente Donald Trump lanzó batallas legales por los votos en algunos estados electoralmente ricos e hizo acusaciones de fraude en el recuento de votos, incluso los partidarios del presidente, como Fox News, dijeron en un noticiero después de la contienda que no habían visto evidencia. de fraude generalizado.
Entre los católicos, la agencia de noticias AP VoteCast mostró que estaban divididos entre los dos candidatos, con el 50% de los católicos respaldando a Trump y el 49% de Biden, con la mayor parte del apoyo proveniente de los católicos latinos, el segundo grupo étnico más grande de la iglesia, quienes eligieron abrumadoramente votar por Biden.
Algunos católicos dijeron que no podían apoyar el boleto Biden-Harris porque ambos apoyan el aborto legalizado.
En reacción al anuncio de la victoria de Biden, Carol Tobias, presidenta del Comité Nacional por el Derecho a la Vida, dijo que el presidente electo y su vicepresidente “apoyan las políticas radicales de aborto”. Lamentó que se espere que su administración revoque “la legislación protectora como la Enmienda Hyde” y apoye la financiación del aborto por parte de los contribuyentes.
Pero muchas organizaciones católicas e incluso algunos obispos tuitearon o publicaron declaraciones de apoyo a Biden poco después de la noticia de su victoria.
La hermana Simone Campbell, una hermana del servicio social, que dirige el grupo de presión católico de justicia social Network, dijo que los católicos respondieron a la división del presidente y votaron por una variedad de temas.
“Los católicos no son votantes de un solo tema”, dijo en un comunicado. “Nuestra comunidad analizó la totalidad del historial divisivo y dañino de Donald Trump y eligió a líderes que gobernarán con empatía y preocupación por los más marginados. Los católicos rechazaron el racismo, el odio y la división y abrazaron la política defendida por el Papa Francisco: una política de amor e inclusión.”
El obispo Thomas J. Tobin de Providence, Rhode Island, también tuiteó los mejores deseos.
“¡Felicitaciones al presidente electo Joe Biden! Nos unimos a orar sinceramente por su salud y seguridad y la de su familia”, escribió el obispo Tobin. “Con la gracia de Dios Todopoderoso para ayudarlo y guiarlo, que se esfuerce siempre por gobernar nuestra nación con sabiduría, compasión e integridad moral.”
Las organizaciones religiosas que trabajan de cerca con la Iglesia Católica en temas de inmigración, como Hope Border Institute en El Paso, expresaron su apoyo a una nueva administración e instaron al presunto presidente electo a aprobar una reforma migratoria integral, para detener la construcción del muro en la frontera, poner fin a una política que mantiene a los solicitantes de asilo en los EE. UU. en México mientras esperan que sus casos se resuelvan en los tribunales de inmigración de EE. UU. y pongan fin a las separaciones familiares entre los migrantes.
En una carta que la organización publicó el 7 de noviembre, firmada por el padre jesuita Sean Carroll, director ejecutivo de la Iniciativa Fronteriza Kino, la hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande, y Dylan Corbett, director ejecutivo del instituto, pidió que se preste especial atención a los problemas de los inmigrantes a lo largo de la frontera.
“Lo que necesitamos ahora es liderazgo moral para unirnos y rechazar el odio en todas sus formas. Como compañero católico, lo instamos a abrazar a los oprimidos y vulnerables entre nosotros, quienes creemos que son nada menos que el Cristo que llama a nuestra puerta.”, decía la carta. Biden se dirigió a la nación la noche del 7 de noviembre.
Trump aún no ha concedido la carrera. En cambio, su campaña emitió en un comunicado, “El simple hecho es que esta elección está lejos de terminar. Joe Biden no ha sido certificado como el ganador de ningún estado”, dijo su campaña en un comunicado emitido el 7 de noviembre. “A partir del lunes, nuestra campaña comenzará a procesar nuestro caso en los tribunales. para garantizar que las leyes electorales se respeten plenamente y que el ganador legítimo sea elegido.”
Trump se había proclamado vencedor unas horas después del día de las elecciones y les había dicho a los votantes a las 2 de la mañana del 4 de noviembre: “Francamente, ganamos esta elección”, diciendo “queremos que cesen todas las votaciones”, lo que provocó protestas incluso de sus compañeros republicanos que dijeron que no era su lugar hacer esa llamada y que todos los votos debían contarse.
Cuando anunció la victoria prematuramente, el presidente también mencionó que “iremos a la Corte Suprema de los Estados Unidos” por la elección. Pero incluso simpatizantes del presidente y miembros de su partido protestaron por los comentarios. Los votos por correo con matasellos del día de las elecciones se aceptan en varios estados y muchos suelen contarse en las horas o días posteriores a las elecciones, lo que deja poco claro a qué se refería el presidente o qué impugnación legal podría plantear.
Al mediodía del 4 de noviembre, el gerente de campaña de Trump para 2020, Bill Stepien, dijo que la campaña había presentado oficialmente una demanda en el Tribunal de Reclamaciones de Michigan para detener el conteo de boletas hasta que se le otorgue “acceso significativo” a los numerosos lugares de conteo “para observar la apertura de las papeletas y el proceso de escrutinio, garantizado por la ley de Michigan.
La “carrera presidencial en el estado sigue siendo extremadamente apretada como siempre supimos que sería”, dijo.
Más tarde ese mismo día, la campaña presentó demandas en Pensilvania y Georgia y también anunció que pediría un recuento en Wisconsin. Los abogados republicanos ya habían cuestionado legalmente cómo Pennsylvania y Nevada manejaban los votos ausentes.
(Carol Zimmermann contribuyó a esta historia.)
Por Berta Mexidor
JACKSON – El padre Clement Olukunle Oyafemi (alias Clemente de Dios) se unió, a mediados de octubre, al personal del Departamento de Formación de la Fe de la cancillería como Coordinador del Ministerio Intercultural.
La Oficina Diocesana de Ministerio Intercultural (ODIM) está renovando sus esfuerzos en proporcionar un enfoque de misión de diversidad para
“cultivar el empoderamiento de las comunidades católicas negras, hispanas, vietnamitas, nativo-americanas y otras comunidades culturales en toda la diócesis”. En 1978, la Hermana Thea Bowman, FSPA fue nombrada por el Obispo Joseph Brunini para dirigir la Oficina de Asuntos Interculturales de la diócesis para sembrar las semillas de la promoción de la conciencia y la sensibilidad culturales. El ejemplo de misión y vida de la hermana Thea mostró a los católicos en Mississippi y en todo el país el cómo “abrazar nuestra fe común mientras celebramos nuestra diversa herencia cultural.”
El año pasado, el obispo Kopacz decidió compilar la misión de los ministerios negro e hispano, bajo la visión de diversidad de la hermana Thea, para lograr el mismo objetivo y extender los servicios a nuevas comunidades, creciendo en número entre la diócesis. Los antecedentes del padre Clem se ajustan a continuar la misión de la hermana Thea y a la visión católica mundial. El Padre Clem, durante su misión en la Diócesis, quiere colaborar y comprometerse con el pueblo de Dios en un esfuerzo continuo por verse como miembros de la misma familia de Dios. “Él realmente ve el trabajo de este nuevo rol como un llamado,” dice Fran Lavelle, directora del Departamento de Formación de Fe. El Padre Clem nació y se crio en el suroeste de Nigeria, en una familia ecuménica y es uno de los seis hijos vivos. Ordenado en 1994, el Padre Clem es sacerdote de la Diócesis Católica de Osogbo. Sirvió en la Oficina de la Cancillería y parroquias durante 18 años. Se desempeñó como Capellán de Personal, Gerente y Director de Atención Pastoral hasta el verano del año pasado cuando regresó a casa brevemente después de 18 años de servicio misionero en los Estados Unidos.
“Pero nuestra ciudadanía está en el cielo.” (Filipenses 3:20)
“Soy del cielo. Soy ciudadano del cielo”, es la respuesta del padre Clem cuando le preguntas de dónde es porque su madre le enseñó esa línea cuando tenía tres años. Criado en un ambiente multiétnico, intercultural e interreligioso, el Padre Clem es una persona que ve a Dios en cada ser humano sin importar su raza, color, etnia, idioma, edad u orientación.
El Padre Clem ha estudiado y convivido no solo en África sino también en Inglaterra, Puerto Rico, México y Estados Unidos y se nota al hablar, su impecable español tiene acentos, principalmente mexicano con sabores latinoamericanos-nigerianos. Al Padre Clem le gusta cantar, bailar, contar chistes, cocinar, caminar, jugar tenis de mesa, voleibol y fútbol. Espera ir a las parroquias y reunirse con la gente de nuestra gran diócesis. “La ODIM espera construir sobre una experiencia multicultural y transcultural que ya existe”, agregó Lavelle y continúa explicando “… el Padre Clem espera celebrar Misa en la diócesis para alentar y promover un espíritu intercultural. También ve un gran valor en la formación de los laicos, seminaristas, sacerdotes, religiosos y religiosas en sus esfuerzos por ministrar al santo y diverso pueblo de Dios. La ODIM espera desarrollar una Jornada de Formación Intercultural dedicada a la formación de líderes parroquiales en la diócesis en las áreas de conciencia cultural, eclesiología, cristología, liturgia y teología,” y Lavelle concluyó diciendo “… Este tipo de formación pastoral se dirige a que necesitamos ver la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad de la iglesia.”
El Padre Clem tiene dos maestrías, una en Teología y otra en Educación religiosa y una licenciatura en Filosofía. Comparte con la hermana Thea la pasión por el Señor y la música; el Padre Clem fundó el Rejoice Ministry of African Worship Songs (AFRAWOS) en 2002. Después de ser pastor de varias parroquias multiétnicas y capellán en hospitales de California, Illinois y Florida debido a su pasión por el ministerio hospitalario, el padre Clem es compasivo, trabajador y tiene un gran sentido del humor. Él ve la vida como “… un viaje corto y cree que su llamado es servir y no ser servido (cf. Mat. 20: 20-28)”
Al preguntarle sobre sus expectativas con los Latinos dijo “…Mi mensaje a la comunidad Latina es que ‘Juntos como hermanos, estamos en la lucha’. Bendiciones!”
Editor’s note: National Vocation Awareness Week, celebrated Nov. 1-7, 2020 is an annual week-long celebration of the Catholic Church in the United States dedicated to promote vocations to the priesthood, diaconate and consecrated life through prayer and education, and to renew our prayers and support for those who are considering one of these particular vocations. This edition is dedicated to those “hearing the call.” Please read about all of our seminarians on pages 8 and 9; and keep them in your prayers.
By Joe Lee
MADISON – Father Nick Adam, who moved into the role of Director of Vocations for the Diocese of Jackson in early 2020, offers an interesting take on how he viewed studying for the priesthood before beginning his seminarian journey over a decade ago.
“I always thought seminary training looked like something from a movie: a bunch of sad-looking men marching in formation or falling to their knees constantly,” Father Adam said. “Really, it is a vibrant community of believers who are seeking to live their faith in a way that is joyful and life-giving.”
Recently a parish priest at St. Richard of Jackson, Father Adam’s sole focus is now on cultivating more vocations among Catholics in Mississippi. The Homegrown Harvest Gala and Fundraiser took place for the first time in October and, with the help of a $25,000 matching grant from the Catholic Extension Society, brought in $100,000 to support seminarian tuition costs.
“The live-streamed event featured videos I produced while visiting our seminarians and included a keynote presentation from Rev. James Wehner, rector of Notre Dame Seminary in New Orleans,” Father Adam said. “Priests from India, Ireland (and many other countries) have served us so well, and I believe the best way to thank them is to produce an abundance of ‘homegrown’ vocations.”
At present, six seminarians are studying to be priests for the Diocese of Jackson. Their hometowns include the Mississippi cities of West Point, Brandon, and Philadelphia, and Father Adam says he’s ‘in the thick’ of the recruiting season – though he’s hardly knocking on doors asking for donations.
“With this large fundraiser in the books, I am moving toward more personal interaction with men who are wrestling with the Lord’s plan for them,” Father Adam said. “I am taking small groups of these ‘discerners’ to the seminary so they can see what studying for the priesthood really looks like. These personal tours are my best way to encourage men to ‘be not afraid’ and to courageously discern the priesthood.”
“Father Nick had a great seminarian experience and has a great love for formation,” said Bishop Joseph Kopacz. “He wants to stir the flame in those who aspire to the priesthood. His is an integrated position: vocations director, and director of seminarians. He is unleashed in vocation ministry, a ministry that needs someone like him, and I saw the love he had for it.”
“He talks with the seminarians regularly – right now they’re Zooming – and will accompany them on their journey. I’m excited about him serving full-time in this ministry. When folks are interested in marriage, he won’t take it personally and will go on planting seeds. Ninety percent of his energy is in relationships and those he encounters in vocation.”
Rhonda Bowden, director of liturgy and pastoral care at St. Jude parish in Pearl, worked alongside Father Adam on the Homegrown Harvest campaign and has watched him mentor her son, Andrew, a student at Notre Dame Seminary of New Orleans who will be ordained a priest in spring 2022 (see accompanying story).
She feels strongly about the need to grow priests within the Diocese of Jackson as well as parents being open to their children entering religious life. That sentiment is shared by Msgr. Michael Flannery, who believes the secret to vocations lies not in creative fundraising but in the home.
“That is where the seeds are sown and fostered by family prayer. It is not a question of money – if we had vocations we would find the money to sponsor them,” Flannery said. “I believe Father Nick is a tremendous choice as a vocation director. He is charismatic and relates very well to the youth ministry. He is doing everything he can (to bring in new seminarians).”
Adam, now in a wonderful position to mentor those who will follow in his footsteps, remains grateful to Father Frank Cosgrove, his priest at St. Patrick of Meridian when Adam worked full-time in television.
“I had stopped attending Mass while in college (at the University of Alabama) because I thought I knew everything, as college kids tend to think,” Adam said. “I went to Mass at St. Patrick about a year and a half after moving to Meridian. The feeling I had while sitting in the pew was like returning home after a long trip.”
“I just felt peace and contentment, and from that point forward I think the seed was planted for the priesthood. That really became solidified in me once I started speaking with Father Frank, who gave me a wonderful example of priesthood and always encouraged me to be open to the call.”
“Father Nick is a servant priest and exudes being a regular guy,” Father Cosgrove said. “He runs. He plays basketball. He puts on jeans and helps builds Habitat houses. He’s living a prayerful life – God works through that. He will make a great vocations director because of the joy of his own priesthood.”
By Berta Mexidor
JACKSON – Father Clement Olukunle Oyafemi (a.k.a. Clemente de Dios) joined the chancery office as the Coordinator of Intercultural Ministry for the Department of Faith Formation on Oct. 19.
The Office of Intercultural Ministry is tasked with the primary goal of “cultivating the empowerment of Black Catholic, Hispanic, Vietnamese, Native American and other culture communities throughout the diocese.”
Last year, Bishop Joseph Kopacz and Fran Lavelle, director of faith formation, saw a growing need to combine the mission of the Hispanic and Black Catholic ministries to better serve the needs of emerging cultural communities in the diocese. This vision connected to the past with Sister Thea Bowman.
In 1978, Sister Thea was appointed by Bishop Joseph Brunini to direct the Office of Intercultural Affairs for the diocese to sow the seeds of promoting cultural awareness and sensitivity. Sister Thea’s example of mission and life showed Catholics in Mississippi and nationwide how “to embrace our common faith while celebrating our diverse cultural heritages.”
Father Clem’s background fit the vision to continue Sister Thea’s mission. His goal during his mission to the Diocese of Jackson is to collaborate and engage with God’s people in an ongoing effort to see each other as members of the same family of God. “He truly sees the work of this new role as a calling,” says Lavelle.
Father Clem was born and raised in Southwest Nigeria, into an ecumenical family, and is one of six living children. Ordained in 1994, Father Clem is a priest of the Catholic Diocese of Osogbo. He served in the chancery office and parishes for 18 years before he was called to a full-time hospital ministry in 2013. He served as a staff chaplain, manager and director of pastoral care until the summer of 2019 when he returned home briefly after 18 years of missionary service in the United States.
Father Clem has studied and lived with people from various ethnic groups not only in Africa but also in England, Puerto-Rico, Mexico and the United States and it shows. His impeccable Spanish has accents, mainly Mexican with Latin American and Nigerian flavors. Father Clem enjoys singing, dancing, telling jokes, cooking, walking, playing table tennis, volleyball and soccer. He looks forward to visiting all of the parishes and meeting with the people from all across the diocese.
“Raised in a multi-ethnic, an intercultural, and interfaith environment, Father Clem is a people person who sees God in every human being regardless of race, color, ethnicity, language, age or orientation,” said Lavelle. “Father Clem is compassionate, hardworking and has a great sense of humor. He sees life as a short journey and believes that his calling is to serve and not to be served.” (Cf Matt. 20:20-28)
We are inspired to remember that this Cloud of Witness who come from all nations and peoples, young and old, all shapes and sizes, are alive in
our midst as witnesses and intercessors.
By Bishop Joseph R. Kopacz, D.D.
Throughout the month of November and well into Advent the Word of God offers ample opportunity to contemplate our ultimate destiny as human beings, but especially as Christians. We can tweak light and darkness for an hour with daylight saving time, but we cannot halt the advance of time marching inevitably into the arms of eternity. More starkly, the Psalmist assures us, “who can live and not see death? No one can escape the grasp of the grave.” (Psalm 89:48)
Since March the pandemic has hammered home this reality with the loss of normalcy, the loss of life, and, tragically on far too many occasions, the enforced separation and isolation from loved ones at death. Without diminishing the suffering and agony on all fronts, the church faithfully proclaims the undying hope in the knowledge that all creation, times and seasons, and eternal life to follow, belong to the Lamb of God, the crucified and resurrected Lord. This is wonderfully pronounced as the Paschal Candle is prepared at the Easter Vigil.
Christ yesterday and today, the Beginning and the End, the Alpha and Omega. His are the times and ages. To Him be glory and dominion through all ages of eternity. Amen.
On the feast of All Saints the church proclaims the power of memory, the potential in the present moment, and the hope of future glory. The past and future converge in St. John’s vision of timelessness in the Book of Revelation that reveals the saints in glory, a multitude too numerous to count, robed in white, their garments washed clean in the blood of the Lamb.
We are inspired to remember that this Cloud of Witness who come from all nations and peoples, young and old, all shapes and sizes, are alive in our midst as witnesses and intercessors. This is the parade of champions of which we boast who hold out to us the ultimate prize of our citizenship in heaven.
In the traditional imagery that extends back to the New Testament (Ephesians 6), we are the church militant who are to fight the good fight of faith and finish the race (1Timothy 6). There are many ways to express our dignity and destiny in the Lord, and on the Feast All Saints we heard from the first letter of John in the New Testament. “We are God’s children now. What we shall later be has not yet come to light. We know that when it does we will be like God because we shall see the Lord as he is. Meanwhile, for those of us who hold onto this hope are to keep ourselves pure.”
What exactly are the attitudes and actions that characterize God’s children in this world, Jesus unfolds throughout the Sermon on Mount (Matthew Chap. 5-7), beginning with the Beatitudes, the Gospel for All Saints. His words will echo for all time. “Blessed are the poor in spirit, the pure of heart, the peacemakers, the meek, the merciful, the sorrowful, the hungry and thirsty for justice, those persecuted for the sake of righteousness, and all who endure persecution, hostility rejection for the sake of the name.”
Phew, how blessed can one be? Jesus doesn’t follow it up by saying just hang in there for this too will pass. “Rather, rejoice and be glad, for your reward will be great in heaven.”
As usually is the case with the wisdom of God, we have to immerse ourselves in the Lord’s words, his eternal wisdom, over and again, to discover or to rediscover the mercy, peace and fulness of life that he promises, now and forever.
For months now the political world has engulfed us in messaging and with divergent directions for our society. Through it all we know that our citizenship requires our involvement at the ballot box and much more, by our commitment to the common good every day of the year. Without a doubt, at times, our citizenship in heaven is going to conflict with our citizenship on earth, and in those moments we will know where our loyalty abides. I believe that the values revealed by the Lord for all citizens of heaven would also be a blessing for the world and our nation. In season and out of season, we are to be the salt of the earth, the light of the world, and leaven for the bread of daily life. May the allotted time we have in this world be a gift for God’s glory.