Obispos felicitan a la nueva presidente de México

By David Agren , OSV News

CIUDAD DE MÉXICO — Los obispos de México felicitaron a Claudia Sheinbaum, quien ganó por abrumadora mayoría las elecciones presidenciales de México para convertirse en la primera mujer presidente del país — un logro histórico ensombrecido por la matanza de candidatos e interrogantes sobre el futuro de las instituciones democráticas del país.

En una declaración del 3 de junio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) describió la votación del día anterior como “una gran celebración ciudadana, a pesar de los obstáculos y problemas que se presentaron durante el proceso electoral, especialmente por la violencia criminal y la interferencia a la legalidad de algunas autoridades”.

Claudia Sheinbaum, the presidential candidate of Mexico’s ruling Morena party, reacts as she addresses her supporters in Mexico City June 3, 2024, after winning the election June 2. (OSV News photo/Raquel Cunha, Reuters)

“Debemos sentirnos satisfechos por el deber cumplido y con un compromiso por delante para cuidar y mejorar nuestras instituciones democráticas”, señaló el comunicado.

Sheinbaum, de 61 años, obtuvo entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, dijo el presidente del Instituto Nacional Electoral, superando a la candidata de la coalición opositora Xóchitl Gálvez por más de 30 puntos. El partido de Sheinbaum, el partido gobernante Morena, y sus aliados obtuvieron mayorías en ambas cámaras del Congreso, y el recuento final de votos podría proporcionar suficientes escaños para aprobar enmiendas constitucionales sin el apoyo de la oposición. Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, recibió un 10% de los votos.

Los obispos mexicanos aludieron a la perspectiva de las supermayorías en el Congreso prometiendo “un compromiso futuro para cuidar y mejorar nuestras instituciones democráticas”. Las supermayorías permitirían al presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, introducir los cambios constitucionales previstos, como someter a votación popular a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia.
Sheinbaum obtuvo más de 33 millones de votos en lo que fueron las mayores elecciones de la historia del país, en las que se decidieron más de 20.000 cargos públicos en todos los niveles de gobierno. Las elecciones fueron también las más violentas de la historia de México, con más de 30 candidatos y posibles candidatos muertos en atentados atribuidos a menudo a los cárteles de la droga, que se han ido introduciendo cada vez más en el ámbito político.

La presidenta electa hizo campaña con la premisa de que México era cada vez menos violento. Incluso dijo a los autores de un plan de paz de la Iglesia que su diagnóstico era “pesimista”, pero siguió dialogando con ellos.

Tras proclamarse vencedora el 2 de junio, dijo a sus partidarios: “Garantizaremos las libertades de expresión, de prensa, de reunión, de concentración y movilización. Somos demócratas y por convicción nunca haríamos un gobierno autoritario ni repressor”.

“Respetaremos también la diversidad política, social, cultural y religiosa. La diversidad de género y sexual. Seguiremos luchando siempre contra cualquier forma de discriminación”, añadió.

Sheinbaum, que iniciará su mandato presidencial de seis años el 1 de octubre, calificó su victoria de histórica. Se convierte en la primera mujer presidenta de México y en la primera jefa de estado judía del país, aunque ella se identifica como no religiosa.

Los obispos de México dieron la bienvenida a una mujer que alcanza “la más alta magistratura del país”, diciendo en su declaración: “Elevamos nuestras oraciones para que, con la responsabilidad y sabiduría que el cargo demanda, y buscando siempre el bien común, pueda conducir a México hacia mejores horizontes donde la República se fortalezca, el estado de derecho se viva plenamente, la democracia permita la transición política sin violencia, el desarrollo y la justicia de toda la nación se logre con mayor eficacia y, sobre todo, iniciemos un periodo de reconciliación social en el país entero. Esperamos sinceramente que privilegie el diálogo con todos”.

Sheinbaum, climatóloga de formación y ex alcaldesa de Ciudad de México, se presentó como la protegida de López Obrador — comúnmente llamado AMLO — prometiendo continuar su programa populista de proporcionar estipendios en efectivo a las personas mayores y a las madres solteras, la intervención del Estado en la economía y un enfoque menos confrontacional en la lucha contra la delincuencia. Presentó pocas propuestas originales y a menudo repitió los comentarios de López Obrador durante la campaña, dejando interrogantes sobre cómo gobernaría. También surgen preguntas sobre cómo su predecesor — quien planea retirarse – podría intentar interferir en su administración.

“Toda la campaña de Claudia Sheinbaum se hizo para posicionarla como la continuadora del proyecto de AMLO”, dijo Bárbara González, analista política en la ciudad de Monterrey.

“La expectativa es que las diferencias, si las hay, se harán evidentes cuando ella esté en la silla y se de una transferencia real de poder”, dijo a OSV News.

En entrevistas, los partidarios de Sheinbaum hablaron del presidente saliente y de su popularidad más que de la ganadora de las elecciones.

Josué Sandoval, de 32 años, vende recuerdos de López Obrador como peluches, gorras y tazas en el centro de Ciudad de México. Recientemente añadió mercancía de Sheinbaum, pero los artículos de López Obrador se venden cinco veces más que los de ella, dijo. “A la gente le encanta el actual presidente”, dijo a OSV News.

Sandoval contó que su madre recibe un estipendio de 6.000 pesos (340 dólares) cada dos meses, lo que le ayuda a llegar a fin de mes.

“Los otros presidentes no quisieron hacer esto. Nunca prestaron atención al pueblo”, afirmó.

Los sacerdotes aprecian de forma similar los estipendios en efectivo, junto con medidas como el aumento del salario mínimo en más de un 100% en los últimos cinco años.

“Aquí pues se pegan a los programas”, dijo el padre jesuita Pedro Arriaga, que ejerce su ministerio en la zona rural de Chiapas, el estado más pobre de México. Chiapas ha estado plagado de violencia de los cárteles de la droga, pero la gente no culpa al presidente, dijo el padre Arriaga. Simplemente lo explican: Gracias a López Obrador recibimos este beneficio. Y de ahí la popularidad del presidente”.

(David Agren escribe para OSV News desde Ciudad de México.)