Hermanas en la Línea del Frente

Por Berta Mexidor
JACKSON – Las dificultades económicas y de salud provocadas por COVID-19 se han sentido en todo el mundo. Para ayudar en los EE. UU., la organización Catholic Extension lanzó la alianza Sisters on the Frontlines, (Hermanas en la Línea del Frente, por su traducción al español) a fines de junio en respuesta a la pandemia, prestando especial atención a ayudar a las comunidades desproporcionadamente afectadas por la pobreza y la falta de recursos.

FOREST – La hermana Ma. Eugenia Moreno extraña a sus parroquianos de Forest. Ella sirve a una nueva comunidad en el estado de Alabama. (Foto de archivo)

El objetivo de la iniciativa es dar a mil hermanas, $1,000 cada una para brindar una respuesta rápida a los pobres y afligidos. Desde que comenzó el programa en junio, más de 378 hermanas han recibido apoyo del programa y otras 622 han solicitado fondos.

FOREST – Las hermanas Obdulia y María Eugenia se fueron del área, pero antes se aseguraron que esta madre soltera, con dos hijos y gran necesidad, recibiera asistencia con parte de los fondos de Extensión Católica. (Fotos cortesía del Padre Roberto Mena, ST)

Hasta ahora, cinco hermanas de la Diócesis de Jackson han recibido fondos a través de este programa especial: las hermanas Lael Niblick y Mary Christine Fellerhoff de St. Helen Amory; Nancy Schreck de Excel en Okolona; María Eugenia Moreno, MGSpS y Obdulia Olivar, MGSpS de St. Michael Forest, por su dedicación y servicio a su comunidad para ayudar en su labor con las familias que sufren por el COVID 19.
Según Joe Boland, vicepresidente de la misión de Catholic Extension, los fondos no tienen restricciones y el proceso para solicitar y recibir fondos es simple. “Si participan en algún ministerio que está sirviendo a los pobres, o tiene acceso a los pobres, determinan cómo se gastará el dinero”, dijo Boland. “Conocen a los de sus comunidades, conocen los nombres, los rostros, las familias. Podrán entregarlo u organizarlo de tal manera que el apoyo llegue a quienes más lo necesitan.” Boland dijo que los fondos se liberan a medida que se recaudan.
Forest
La hermana Obdulia, que trabaja con familias hispanas en el condado de Scott afectadas por las redadas de ICE de agosto de 2019 y ahora afectadas por COVID-19, dijo: “Las familias para ayudar son muchas, no fue difícil identificarlas. Sabemos qué familias se vieron afectadas por COVID y cuáles eran las que más necesitaban esta ayuda “.

FOREST – Las hermanas Obdulia y María Eugenia, ambas MGSpS, se llevan muchos recuerdos de la comunidad, muchos tristes, pero los más, de alegría y gratitud por el servicio prestado. En foto de archivo Hna. Obdulia ayuda en juego de la cuerda, durante la celebración comunitaria de la instalación del Padre Roberto Mena, ST en octubre del 2018, después de Misa celebrada por el obispo Joseph Kopacz. (Fotos por Berta Mexidor)

Amory
La subvención se utilizó para ayudar a las familias afectadas, “… no porque ellos mismos tuvieran COVID, sino porque sus vidas cambiaron por la pandemia”, dijo la hermana Mary Christine Fellerhoff CSA, Directora Ejecutiva de CHANGE, una organización sin fines de lucro ecuménica de toda la comunidad ubicada en el centro parroquial de la Iglesia Católica St. Helen, proporcionando asistencia financiera desde 2014 a familias que viven en la pobreza.
La hermana Mary dijo que CHANGE cerró sus operaciones alrededor de marzo y reabrió nuevamente en junio, tomando todas las medidas de higiene y distancia social para la seguridad del personal y los clientes. “… Para mí, como hermana religiosa, COVID-19 ha intensificado los sentimientos que siempre experimento al ministrar a nuestros clientes. Compartimos su sufrimiento, sus frustraciones, sus lágrimas y, sí, sus pequeños triunfos”, explicó la hermana Mary.

AMORY – Annie S. camina con seguridad en su nueva rampa, construida con la donación de un contratista local y parte de los fondos de Extensión Católica. (Foto cortesía de la hermana Lael Niblick)

La hermana Lael Niblick, CSA es la Ministra Eclesial Laica de la Iglesia Católica St. Helen con responsabilidades pastorales, espirituales y administrativas para una congregación diversa de aproximadamente 100 familias, con un número creciente de familias hispanas entre blancas, algunas afroamericanas, filipinas y vietnamitas. “Me siento bendecida al ayudar a nuestros miembros a crecer como discípulos de Cristo”.
La hermana Lael cuenta cómo su ministerio se vio afectado por la pandemia de COVID-19; pocos de los miembros de la parroquia han sido diagnosticados positivos, un par de ellos en un hogar de ancianos y dos casos asintomáticos en una familia, ninguno ha muerto aún por el virus, y en medio de todo, la hermana Lael tuvo un accidente automovilístico que la tuvo físicamente invalidada para ayudar a otros, haciéndola depender de otros feligreses para continuar su misión.A pesar de la crisis, el ministerio debe continuar y las subvenciones de Extensión Católica fueron útiles para las hermanas Mary y Lael en Amory. La cantidad puede ser pequeña, pero el impacto en la vida de las personas es enorme. Estas son las historias de los beneficiarios de Amory, contadas por las hermanas Lael y Mary. Los nombres se cambian para preservar la confidencialidad.
Sally A. perdió su trabajo en mayo de 2020. Ella es el único sostén en este momento para dos hijas adolescentes y un hijo de doce años. Tiene una orden de alejamiento contra un esposo abusivo del que solicita el divorcio. Ella está buscando activamente un nuevo trabajo.
Sasha W. perdió su trabajo cuando la pandemia golpeó porque estaba embarazada, y el restaurante no quería que una mujer embarazada trabajara allí con riesgo de contraer COVID-19. Sus ingresos se redujeron a $ 120 por desempleo, cupones de alimentos y el cheque del gobierno de $ 600 de abril a julio. Vino a CHANGE a fines de agosto para pedir ayuda con su factura de servicios públicos. Ahora su bebé tiene 4 meses.
Mary J. es la principal proveedora para su familia de un hijo adulto soltero y un hijo casado con su esposa y sus dos hijas, y la otra recién nacida. El hijo casado es asmático, pero obtuvo algunos ingresos para ayudar con los gastos. Mary trabajaba en un restaurante que cerró. Toda la familia tuvo que ponerse en cuarentena debido al asma del hijo, el embarazo de su esposa y el niño pequeño vulnerable.
Annie S. estaba en un hogar de ancianos para recibir terapia de rehabilitación después de la cirugía de su cadera rota. . Aunque Annie no contrajo el virus, su terapia se suspendió ya que estuvo en cuarentena durante semanas. Una vez que la terapia fue posible nuevamente, se enteró de que necesitaría que se construyera una rampa para poder caminar con seguridad con un andador. Annie tiene un ingreso fijo limitado y no tenía fondos para una rampa.
Stacy M. vino a CHANGE en busca de ayuda con el alquiler de su familia de cinco, que incluye a su esposo, dos hijos y una hija, de 15, 12 y 10 años. Cuando el COVID-19 golpeó, su esposo perdió su trabajo. Stacy cambió de trabajo cuatro veces tratando de ganarse la vida mientras atendía las necesidades de sus hijos que se quedaban en casa. No fue suficiente, y la familia pronto se retrasó varias semanas en el pago del alquiler.
Okolona
La hermana Nancy explicó el cómo ayudan a una comunidad de 500 familias en un área sin una parroquia católica. El Excel, una organización sin fines de lucro en el área, es el centro para que las hermanas ayuden. “… Hay cinco hermanas de tres congregaciones religiosas diferentes trabajando en Okolona.” El alcance regular incluye la escuela para niños y adultos, un centro para personas mayores y una tienda de reventa. Lo que hacemos es diferente a una parroquia tradicional. Estos programas de Excel nos brindan un buen conocimiento de las necesidades de la comunidad,” dijo la hermana.

OKOLONA – La hermana Mary Beth Goldsmith, OSF distribuye comida a varias familias. Aquí se ve cuando lleva alimentos a una de las familias beneficiadas, después que las hermanas Nancy Schreck, OSF, Liz Brown, CSJ y la Sra. Verdine Judd, Miembro de la Junta de Excel, organizaran los artículos y Reyna Badillo, OSF preparara las cajas de alimentos para su distribución. (Foto cortesía de la Hermana Nancy Schreck)

Debido a COVID, todos los programas se concentran en brindar asistencia material y emocional a personas que viven al borde de la pobreza, familias inmigrantes de la zona que no califican para la asistencia disponible para los ciudadanos, familias con niños en edad escolar y especialmente ancianos. La hermana Nancy refuerza que “… la escasez de alimentos se convirtió en un problema a tratar. La asistencia que recibimos en Excel es desigual, a veces la gente trae carne, en otro momento han sido productos lácteos de Prairie Farms en Tupelo, algunos fondos de United Way y Create, la subvención de Extension Society, etc.” finalizó hermana Nancy.
Retos y gratitud
Todos los beneficiarios de la beca de Extensión Católica están de acuerdo y comparten estos desafíos: tratar de encontrar una nueva forma de entregar programas y crear socialización esta vez con fuertes medidas de seguridad y distancia social.
Ni el COVID-19 ni un mal accidente de coche detuvieron a la hermana Lael en su optimismo y miras hacia el futuro “… esta difícil situación despierta creatividad. Estamos desarrollando formas de conectarnos con nuestros miembros a través de las redes sociales, la tecnología.
Las hermanas expresaron su gratitud, Hna. Obdulia por la oportunidad de servir, aun días antes de mudarse del estado, Hna. Nancy porque la “flexibilidad de la Beca de Extensión ha sido muy útil,” Lael dio “Gracias a Catholic Extension and FADICA,” y la Hna. Mary concluyo “Nos sentimos bendecidas de compartir las historias de estos clientes, sus lágrimas y su gratitud. Tenemos el privilegio de servirles”.
La Diócesis de Jackson ha sido bendecida por el servicio de muchas órdenes de hermanas a lo largo de los años.
Catholic Extension compartirá las historias de las hermanas a medida que las reciba. Para obtener más información o para donar, visite https://www.catholicextension.org/sisters-on-the-frontlines/.