Seis diáconos ordenados para la diócesis

Por Maureen Smith
JACKSON – El sábado 4 de junio el Obispo Joseph Kopacz ordernó a seis hombres como diacons permanentes en la Catedral de San Pedro. Los hombres pasaron los últimos cinco años en formación en Memphis durante los fines de semana estudiando y aprendiendo a administrar los sacramentos. Las clases fueron impartidas por profesores del Seminario St. Meinrad en Indiana.
Los nuevos diáconos, los cuales servirán en sus propias, parroquias son: Jeff Artigues y John McGinley, San José, Starkville; Richard Caldwell, Santa María, Vicksburg; Denzil Lobo, San Francisco, Madison; John McGregor, St. Jude, Pearl y Ted Schreck, Sagrado Corazón, Southaven.
El Padre Sam Messina, pastor de la Parroquia Santa María, Batesville, quién supervisó la formación de los seis candidatos, dijo que el ministerios de los diáconos  es el servicio y la palabra. “Ellos trabajan con la caridad, visitando los hospitales y las cárceles, ayudando en las despensas de alimentos y asistiendo en el altar”, dijo.
Los diáconos permanentes son ordenados y pueden administrar bautismos, matrimonios, oficiar en funerales y visitar hospitales. No pueden consagrar la Eucaristía pero si pueden predicar en la misa y en los servicios de Comunión. El Padre Messina dijo que los diáconos también pueden enseñar y preparar parejas para el matrimonio. Los candidatos pueden estar casados cuando son ordenados pero no pueden volver a casarse, incluso si enviudan. Las esposas de los ordenados juegan un importante papel en la preparación y en el ministerio de ellos. El Padre Messina dijo que las esposas tienen que tomar un año de clases y pueden asistir a más si quieren. Una de las condiciones es que un hombre soltero ordenado al diaconado permanente no puede casarse.
Los que entran en este programa debe estar plenamente consciente de que su compromiso es de por vida. El Padre Kevin Slattery, vicario general de la diócesis, dijo que la diócesis espera tener otra clase de formación para diáconos, pero están trabajando en los detalles. El límite de edad para ingresar es de 45 años.  Cualquier persona que se siente llamada a este ministerio debe hablar primero con su párroco.