Entrenamiento ofrece formación para superar barreras linguísticas y culturales

JACKSON – Andres Hill comenzó a interpretar cuando estaba en la escuela secundaria en New Orleans, ciudad donde nació. El era el único en su familia que hablaba inglés y español bien y por lo tanto era el que acompañaba a su abuela en sus visitas al doctor. “Interpretar era algo importante para mí en ese entonces pero nunca lo consideré como una posibilidad profesional”, dijo durante un entrenamiento intensivo para interpretes médicos.
Diecinueve personas asistieron al entrenamiento de seis días que se realizó en Jackson a finales de junio. La Oficina de Eliminación de Inequidades de Salud del Departamento de Salud está ofreciendo este curso en diferentes ciudades de Mississippi con el fin de mejorar la comunicación entre los médicos y los pacientes al disminuir las barreras del idioma e incrementar la conciencia cultural.
“Bridging the Gap”, el título del entrenamiento, en español quiere decir, Cerrando la abertura, prepara a los interpretes con conocimiento y habilidades para servir  profesionalmente y con ética  a los pacientes y profesionales por igual.
Uno de los objetivos del curso es enseñar los conocimientos específicos relacionados con la interpretación, la cultura y apoyo que le permita a los intérpretes responder de manera eficaz a cada situación. De igual importancia es que los participantes estén conscientes de su papel como intérpretes médicos.

Durante una de las muchas prácticas que se realizaron durante los seis días del entrenamiento, Dora Moreno (centro) le explica a (izq.-der.) Allison Handsome, Oswin Urbina y Heydy Aguilar la posición del paciente, del interprete y del médico durante una visita médica. (Foto de Elsa Baughman)

Durante una de las muchas prácticas que se realizaron durante los seis días del entrenamiento, Dora Moreno (centro) le explica a (izq.-der.) Allison Handsome, Oswin Urbina y Heydy Aguilar la posición del paciente, del interprete y del médico durante una visita médica. (Foto de Elsa Baughman)

Los instructores hicieron hincapié en la tratamiento de la cultura como parte integral de la comunicación y un aspecto importante de la labor del intérprete.
Los temas que se trataron incluyen, el role del interprete, código de ética de los interpretes médicos, modos de interpretación, formas de desarrollar la memoria, el papel de la cultura en interpretación médica, profesionalismo y conducta, terminología médica y los sistemas del cuerpo humano (circulatorio, digestivo, nervioso, etc.).
Entre las 19 personas que asistieron, 18 son de descendencia hispana y una está casada con un hispano. Algunos trabajan en clínicas, otros son empleados del Departamento de Servicios Humanos en Jackson y el Departamento de Salud en el Condado de Scott (Forest) y el Condado de Madison (Canton). Había una doctora, una dentista, una enfermera y otros profesionales que están interesados en ser interpretes médicos certificados, como es el deseo de Hill quien ha trabajado en diferentes empresas y ahora está interesado en servir a los hispanos en esta capacidad.
Hill nació en los Estados Unidos. Su madre es de Guatemala y su padre de España y creció escuchando español en su casa. Desde hace unos 15 años comenzó a interesarse nuevamente por hablar español y ahora está interesado en integrarse nuevamente con los hispanos.
“Hay tantas necesidades entre los hispanos, especialmente la barrera del idioma”, dijo, “y que privilegio el volver a mi primer amor y el estar allí  para alguien que me necesita. Para mí fue mi abuela y quien sabe, mañana esa persona puede que sea la abuela de alguien más,” indicó.

Hill añadió que algo interesante que aprendió fue que la base de una buena interpretación requiere el uso de tres importantes factores: omitir nada, añadir nada y cambiar nada de la conversación entre ambas personas. “Y aplicando estos tres principios se logra una comunicación correcta”, dijo.
Amanda Fitzgerald nació en Honduras. Sus padres son de Nicaragua y a la edad de tres años se vinieron a vivir a Miami. Ahora vive en Brandon y trabaja en la clínica del Departamento de Salud en Forest. Ella dice que se interesó en este entrenamiento ya que hay muchas cosas que necesita aprender, especialmente sobre la cultura y la terminología médica.
Lo que más le gustó del entrenamiento fue lo que aprendió sobre el profesionalismo cuando se interpreta. “Como yo sirvo como interprete en mi trabajo, quiero hacerlo correctamente y necesito conocer bien el vocabulario médico en ambos idiomas para poder comunicarme bien con el paciente y el doctor”, expresó.
El entrenamiento también incluyó información sobre interpretación telefónica y por video remoto en clínicas y hospitales, lo cual cada vez son más comunes en diferentes partes de los Estados Unidos y en Mississippi.
Al final de entrenamiento los participantes tomaron un examen. Si lo pasan podrán identificarse como interprete médico calificado y podrán tomar el examen de certificación nacional, si así lo desean.
El próximo curso de 40 horas se ofrecerá en Jackson los días 16-18 y 23-25 de septiembre, de 8:30 a.m. – 4:30 p.m. El costo es $300 si se registra para el 14 de agosto y $400 dos semanas antes del curso. Para más información contactar a Dora Moreno, 601-206-1540, dora.moreno@msdh.ms.gov.
El periódico de Jackson, The Clarion Ledger, publicó recientemente un artículo sobre las industrias y trabajos que están creciendo más rápidamente en el país basado en un estudio de mercado realizado por la empresa Economic Modeling Specialists International. El servicio de traductores e interpretes ocupó el primer lugar por su porcentaje de crecimiento (36 por ciento). Se espera que para el 2019 se añadirán unos 12,401 trabajos en el país en esta creciente profesión.