Celebraciones Guadalupanas

Batesville Santa María, misa el sábado 12 de diciembre a las 7 a.m. Posadas el sábado 19 de diciembre a las 7 p.m.
Booneville San Francisco de Asís, la novena de rosarios comienza el viernes 4 de diciembre a las 6:30 p.m. en diferentes hogares cada noche. Los interesados en ofrecer su hogar favor firmar en la hoja que está a la entrada de la iglesia.
– Posadas el sábado 19 de diciembre a las 6 p.m. en el centro parroquial.
Carthage Santa Ana, 12 de diciembre. Mañanitas a las 9 a.m. con presentación de la “Danza de San Pedro” a las 10 a.m. Misa a las 11 a.m.
Cleveland Nuestra Señora de las Victorias, 13 de dic.,  procesión a las 11 a.m., seguido de la misa a las 11:30 a.m. y una fiesta con mariachi.
Greenville Sagrado Corazón, misa el 12 de diciembre a las 10:30 a.m. Recepción con un mariachi de Memphis.
Greenwood  San Francisco de Asís, misa el sábado 12 de dic. a las 4 p.m.
Indianola Inmaculado Concepción, misa el sábado 12 de diciembre a las 4:30 p.m.
Jackson Catedral de San Pedro, 13 de diciembre, comenzando a las 12:30 p.m. procesión, rosario, misa y almuerzo.
Jackson Santa Teresa, rezo del rosario del 10 al 12 de diciembre a las 6:30 p.m. Mañanitas el  12 de diciembre a las 8 p.m. Misa el 13 de diciembre a las 12:30 p.m. seguida de una celebración.
Meridian St. Patrick, misa bilingue, oraciones y rezo del rosario el 13 de diciembre a las 3 p.m.
Natchez Asunción, misa el 12 de diciembre a las 6 p.m. La novena se rezará del 4 al 12.
St. Mary Basilica, mañanitas el domingo 13 de diciembre a las 3 p.m.
Olive Branch Queen of Peace, misa el viernes 11 de diciembre a las  7 p.m. seguido de una cena.
Senatobia St. Gregory, misa el viernes 11 de diciembre a las  7 p.m. seguido de una cena.
Southaven Cristo Rey, misa el viernes 11 de diciembre a las  7 p.m. seguido de una cena.
– Mañanitas el sábado 12 de diciembre a las 5:30 a.m. seguido de una convivencia.
Tupelo St. James, rosarios del 4 al 10 de diciembre a las 7 p.m. en la iglesia o el CLC. Viernes 11 de diciembre a las 10:30 p.m. obra de la Virgen, mañanitas y el rosario, (iglesia).
– 12 de diciembre, procesión a las 12:30 p.m. comenzando en el edificio de MDOT, hacia la iglesia, seguido del rosario y la misa.

Creando una vision compartida sesiones de escuchar

lUNES 15 DE FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
St. Dominic Center
3800 I-55 frontage Rd. N., Jackson

MARTES 16 DE FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Meridian St. Patrick

miercoles 17 DE FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Vicksburg St. Paul

JUEVES 18 de FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Brookhaven St. Francis

domingo 21 de FEBrero
– 4 – 6 p.m.
Southaven Christ the King

lunes 22 de FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Clarksdale St. Elizabeth

martes 23 de FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Madison St. Francis

miercoles 24 de FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Tupelo St. James

jueves 25 de FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Starkville St. Joseph

domingo 28 de FEBrero
– 4 – 6 p.m.
Greenwood Immaculate Heart of Mary

lunes, 29 de FEBrero
– 6:30 – 8:30 p.m.
Greenville St. Joseph

martes, 1 de marzo
– 6:30 – 8:30 p.m.
Natchez Basilica of St. Mary

miercoles 2 de Marzo
–  6:30  –  8:30 p.m.
Batesville St. Mary

Todos los fieles son bienvenidos a cualquira de las sesiones. No tienen que asistir a la que les queda más cerca pero sólo deben asistir a una. Habrán tres sesiones adicionales que no están en esta lista, dos para los sacerdotes y  los ministros eclesiales laicos y una para el personal de la cancillería.

Toma Nota

Queridos jóvenes y jóvenes adultos de la Diócesis de Jackson
Como Coordinadora de la Pastoral Juvenil Hispana de la Diócesis de Jackson me da mucha alegría invitarlos a formar parte de la juventud que “arma lio” para Dios. Los invito a responder al siguiente cuestionario en línea en https://www.surveymonkey.com/r/Consultation-HYM-PastoralJuvenilHispana
Este cuestionario tiene 16 preguntas y será de mucha importancia en este nuevo ministerio. Una vez que hayas llenado el cuestionario por favor déjame saber llamando a mi número, 769-447-4005.
Muchas gracias por tu tiempo,
Verónica López

Diócesis iniciará proceso de discernimiento y visión

Por Maureen Smith
En enero, el Obispo Joseph Kopacz y la Diócesis de Jackson comenzarán un proceso de discernimiento y proclamación de una visión compartida y de prioridades para la iglesia en esta parte de Mississippi. El proceso será facilitado por el Instituto de Liderazgo Católico (CLI), una organización dedicada a ayudar a fortalecer el liderazgo de la iglesia a través de formación y consulta.
Mike Fullam, líder del equipo de la CLI, dijo que este proceso comienza y termina con la gente. “Una gran parte de esto son las respuestas de los fieles a medida que las prioridades y los objetivos son desarrollados. Esta visión es compartida no sólo por el obispo sino también por su personal en la cancillería, por el presbiterio, el pueblo – todos van a tener un papel que desempeñar”, dijo. “Esta es una gran oportunidad que el obispo tendrá para escuchar a los fieles, para aprender de ellos”.
El Obispo Kopacz dijo que esto no es sólo una planificación estratégica sino que es más, es el escuchar la realidad de la diócesis de quienes viven en ella y añadió que siente que conoce la diócesis mejor ahora que ha servido durante dos años, pero que quiere profundizar en la vida de la iglesia aquí. “Este es un enfoque integral que brinda la oportunidad de escuchar y de hablar individualmente con las personas, oportunidad que no tengo cuando viajo a las diferentes comunidades”, explicó el obispo.
Monseñor Elvin Sunds, párroco de la Parroquia Santa Teresa en Jackson, quién trabajará con el personal del CLI en la coordinación del proceso, dijo que habrán 13 sesiones alrededor de la diócesis en las cuales los laicos están invitados a discernir y a hablar con el obispo. “Esta es una oportunidad para todos en la diócesis para hablar con el obispo y ayudar a moldear el futuro de la iglesia en nuestra diócesis”, dijo Mons. Sunds.
Las sesiones serán estructuradas de una forma que   le permitirá a todos reflexionar y a compartir de una manera significativa. Fullam dijo que el obispo no tiene expectativas de lo que podría surgir, él quiere escuchar a la gente. “Esta es una oportunidad para escuchar realmente cuáles son los motivos de preocupación de la gente, de lo que están orgullosos y de lo que están agradecidos”, dijo el Obispo Kopacz.
Las sesiones incluirán componentes bilingües y de jóvenes. Los participantes analizarán las respuestas a las preguntas dadas y posteriormente presentarán las prioridades que emerjan. Todos están invitados a asistir a una de las sesiones de escucha que no tiene que ser la más cercana a su parroquia sino a la que deseen.
El personal del CLI compilará las respuestas presentadas en las sesiones y ayudará al Obispo Kopacz a formar un equipo de liderazgo. “El equipo de liderazgo revisará lo escuchado así como también otros puntos de información y luego ofrecerá una visión compartida y las tres prioridades principales para la diócesis durante el próximo decenio”, dijo Fullam.
Seguidamente el equipo identificará las metas que la diócesis necesita alcanzar para llegar a cumplir las prioridades. El obispo y el consejo pastoral que se formará supervisarán el trabajo para alcanzar los objetivos.

Recordemos a nuestros difuntos con esperanza

Por Obispo Joseph Kopacz
Hace casi dos semanas, a medida que la oscuridad comenzaba tarde en el mediodía cuando cambió la hora y perdimos una, surgió en mí esa sensación de aprensión que se repite cada año cuando la oscuridad devora la luz diurna al final del día. Es esa sensación insistente que produce la restricción de la luz del día. Tengo la reacción de que no hay suficiente tiempo; que pasa demasiado rápido.
Por supuesto, estamos muy agradecidos por la hora extra a la llegada del amanecer, pero de manera realista, no abre muchas puertas prácticas. Sin duda estamos seguros de que extrañamos la luz diurna al otro extremo del lado práctico de nuestro día para hacer mandados, lo cual puede verse obstaculizado.
Sin embargo, en forma paradójica, la oscuridad puede arrojar luz de maneras significativas. Durante el mes de noviembre, en la tradición de nuestra iglesia a medida que la oscuridad se asienta, proclamamos de muchas maneras que efectivamente la vida es corta y que no tenemos aquí ciudad permanente. (Hebreos 13:14) Esta respuesta es sicologícamente sana y espiritualmente segura porque la vida y Dios pusieron nuestra mortalidad ante nuestros sentidos, y como gente de fe la Palabra de Dios nos recuerda que nuestra ciudadanía está en el cielo. (Filipenses 3:20) En la fe, nuestro tiempo en la tierra es el prólogo a la vida eterna.
Sin embargo, no es fácil afrontar nuestra mortalidad porque el impulso natural más fuerte que tenemos como seres humanos es la auto preservación y la preservación de aquellos que amamos. Cuando la vida es amenazada el temor y la ansiedad se revuelven y probablemente vamos a luchar o huir, a atacar o a escondernos debajo de las cobijas. Pero nuestra fe en el Señor Jesús, crucificado y resucitado, puede romper a través de nuestros instintos naturales con la paz que el mundo no puede dar.
En las propias palabras del Señor escuchamos, “el miedo es inútil, lo que se necesita es confianza”. (Lc 8:50) La confianza es posible porque el Señor nos ha dado un regalo. “La paz os dejo, mi paz os doy”. (Jn 14:27) La paz del Señor es su gracia, su amor, el don del Espíritu Santo, que es el anticipo y promesa de la vida eterna.
Esta vida abundante es de la que escribe San Pablo en su carta a los Romanos como el Espíritu de adopción que nos lleva desde la esclavitud del temor a la familia de Dios, a quien invocamos como Abba, Padre. (Romanos 8:15) ¿Qué regalo más grande puede haber en esta vida? “Gracias a Dios que nos ha dado la victoria en Cristo Jesús”. (2Cor 2:14)
Hay muchos en nuestra familia de fe, en nuestra familia natural, amigos y vecinos, y muchos otros que nos pueden enseñar lo que realmente importa en la vida. Noviembre y los próximos meses puede agudizar nuestros sentidos espirituales para saber que “sólo hay tres cosas que son permanentes, la fe, la esperanza y el amor, pero la más importante de todas tres es el amor”. (1Cor 13:13)
Los santos, especialmente los mártires que inauguraran el mes de noviembre, son enseñanzas vivas de lo que significa morir a uno mismo a fin de que la semilla de mostaza del Reino pueda crecer en nuestro mundo. Los mártires tenían un asombroso amor por Dios y por los demás y una capacidad inextinguible para hacer la obra de Dios en este mundo, y sin embargo, “su amor por la vida no los hizo disuadir de la muerte”. (Apocalipsis 12:11) Con San Pablo, ellos podrían decir, “vivir es Cristo, el morir es ganancia”. (Filipenses 1:21) Una pequeña dosis de esta poción te lleva a un largo camino.
Muchos en nuestra vida personal son ahora parte de la eternidad. Es nuestra fe llena de esperanza y oración que ellos forman parte de esa nube de testigos que se reúnen alrededor del trono de Dios. Oramos por ellos, ya que la oración nunca se ofrece en vano, especialmente para aquellos que continúan siendo lavados por la sangre del Cordero, en el purificado y amado fuego del Espíritu Santo.
Sabemos muy bien que el purgatorio no es un lugar, como nuestros 50 estados, sino un estado del ser donde el pecado y el egoísmo son transformados en la luz y el amor de Dios. Dado que este es un recorrido eterno en Dios que ya ha empezado en esta vida, no hay momento como el presente, este día, para responder a la gracia de Dios y seguir al Señor con más fidelidad. El tiempo es precioso y está pasando por cada uno de nosotros, sin embargo, es abrazado por la eternidad. Nuestra fe y nuestra esperanza inspiran la convicción de que existe la vida eterna y que nuestro destino es estar con Dios para siempre.
El Señor Jesús, con gran respeto, observó a la viuda en el templo colocando sus dos centavos en el tesoro del templo, todo lo que tenía para vivir. También nosotros solo podemos vivir un día a la vez, y podemos vivirlo con amor, con generosidad, y de forma creativa cuando lo ofrecemos a Dios, sin dejar nada fuera de nuestra vida. Ella predijo al Señor quien procedió a darlo todo en la cruz, el signo eterno del amor. El paso del tiempo es un constante recordatorio  para vivir sabiamente, para abrazar la cruz y para morir al pecado y al egoísmo cada día con el fin de producir el fruto del evangelio, de acumular tesoros en el cielo.
Para aquellos que están afligidos en este momento a causa de la reciente o prematura muerte de un ser querido, especialmente un niño, que nuestra oración por ellos sea que sufran con esperanza, bañados en la paz y la promesa de Jesucristo, el primogénito de los resucitado de entre los muertos. Qué podamos acompañar a aquellos que se están muriendo con la confianza de que lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es eterno. (2Cor 4:18)
Qué a través de los ojos de la fe, podamos ver más allá de las crecientes sombras y tinieblas, que la eternidad ya ha comenzado para nosotros cuando seguimos al Señor quien es el camino, la verdad y la vida. “Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencido de la realidad de las cosas que no vemos”. (Hb 11,1)

Jóvenes de la diócesis escriben capítulo del libro de la Pascual Juvenil 2016

Por Elsa Baughman
JACKSON – Los capítulos del libro de la Pascual Juvenil del 2016, “Misericordia: viendo a todos con los ojos de Dios”, preparado por los jóvenes de las diferentes regiones que conforman el Instituto Pastoral del Sureste (SEPI), fueron presentados recientemente durante una reunión en Shreveport, Louisiana.
Verónica López, asesora de pastoral juvenil hispana de la Diócesis de Jackson, y otros 11 jóvenes de la diócesis viajaron a Shreveport en septiembre pasado para terminar y presentar el capitulo seis del libro el cual fue escrito por ellos durante varias reuniones.
De la Diócesis de Jackson, además de López, participaron: Nestor Juárez y Diana López de Saltillo, July y Elay Hernández de Ripley, Roberto Becerra, Yarah Amador, Aaron Lozano y Christopher Beristain de Tupelo y María Ramírez, Isamar Mazy y Cecilia Mondragón de Jackson.
Cada uno de ellos escribió una parte del capítulo seis y luego juntaron y coordinaron el texto para ser presentado e incluido en el libro que les será entregado, ya publicado, en un taller que se realizará en San Agustín, Florida, en febrero del 2016.
Cada año desde 1980, el SEPI ha coordinado la preparación y publicación de este libro en el cual los jóvenes aplican el misterio pascual a un tema que ellos mismos escogen y que consideran es de importancia y actualidad en sus propias vidas. El título del capitulo seis es “Misioneros de la misericordia”.
Este libro será utilizado en las diferentes diócesis del sureste de los Estados Unidos durante la Cuaresma del 2016. El capitulo de cada una de las seis semanas consta de dinámicas y actividades que se llevarán a cabo en el grupo para entender mejor el mensaje sobre el significado del tema, en este caso la misericordia.
El libro utiliza textos de documentos de la iglesia sobre el tema estudiado, testimonios, reflexiones o ideas ofrecidas por los mismos jóvenes para profundizar en el tema. También incluye oraciones, canciones, actividades y proyectos para ser realizadas fuera de la reunión.
Durante la reunión que se llevará a cabo en San Agustín en febrero, los jóvenes que escribieron el libro recibirán entrenamiento sobre cómo utilizar el libro, el cual es un recurso para ser usado durante la Cuaresma.
Juan José Rodríguez estuvo en Jackson el 7 y 8 de noviembre para dictar el curso “Pastoral Juvenil” del nivel tres de la Escuela de Ministerios. En la clase explicó con detalles el proceso que el SEPI sigue cada año para producir este libro, quién escoge el tema y porqué lo escogen, los diferentes pasos que deben seguir los jóvenes para escribir su capitulo y cómo se edita. Cada diócesis escoge el capitulo que quiere escribir.
Explicó Rodríguez que el tema del libro del 2016, la misericordia, se escogió porque es el tema que está viviendo la iglesia universal en este momento y porque el 2016 fue designado por el Papa Francisco como el Año de la Misericordia. La ciudad donde se entregará el libro, San Agustín, se escogió porque el próximo año la Diócesis de San Agustín estará celebrando su 450 aniversario de fundada. Es la diócesis más vieja de los Estados Unidos y una en donde la presencia hispana siempre ha estado presente, desde sus fundadores, los españoles, en el año 1565. “Queremos contribuir con este momento tan importante para esta diócesis”, dijo Rodríguez.
Tan pronto reciban el libro, una semana antes del Miércoles de Ceniza, López se encargará de promover el libro en la Diócesis de Jackson para que los jóvenes adultos lo utilicen durante su preparación para la Cuaresma.
Cecilia Mondegrón, una de las jóvenes que contribuyó con el contenido del capítulo seis del libro y asistió al curso de Pastoral Juvenil de la Escuela de Ministerios, dijo que lo que más le gustó del tema que se escogió fue lo que aprendió sobre lo que significa la palabra “misericordia”. “Fue increíble analizar esta palabra y aprender que es lo que yo puedo hacer con mi misericordia hacia los demás”, dijo. “Eso me dejó bien marcada. El saber que debo hacer yo con mi misericordia, a quién se la debo dar y porque”.
Mondragón indicó que la impresionó ver la cantidad de jóvenes que participaron en las reuniones de preparación del libro y su compromiso con el proyecto de escribirlo. “Se comprometen de corazón”, dijo. Comentó que observó también los muchos talentos que los participantes tienen y cómo están dedicados a servir en sus comunidades.

El Año de la Misericordia comienza el 8 de diciembre

JACKSON – Dentro de pocos días comenzará el “Año de la Misericordia” y para esta celebración el Vaticano y las diócesis alrededor del mundo han designado iglesias, ciudades y días especiales para realizar peregrinaciones. El jubileo oficialmente comienza el martes 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, y finalizará el 20 de noviembre del 2016, día de Cristo Rey.
En esos días, los fieles pueden ganar indulgencias por visitar el lugar de peregrinaje y orar por las intenciones del papa, por participar en servicios de adoración y/o misa si es celebrada, y confesarse dentro de un período de ocho días después de la visita.
El deseo del Papa Francisco al seleccionar el tema fue para que los 2.1 billones de Católicos del mundo consideren ser mas misericordiosos y menos rígidos con los pecadores y para que re-descubran su necesidad de perdonar.
Los 10 sitios de peregrinaje en la Diócesis de Jackson son: Jackson – Catedral de San Pedro – Entrada a la Puerta Santa.
– Columbus – Iglesia Anunciación
– Greenwood – Iglesias Inmaculado Corazón de María y San Francisco de Asís.
– Greenville – Iglesias Sagrado Corazón y San José
– Meridian – Iglesias San José y San Patricio
– Natchez – Iglesias Asunción, Sagrada Familia y la Basilica Santa María.
Philadelphia – Iglesias Santo Rosario y Santa Cruz
– Southaven – Iglesia Cristo Rey
– Tupelo – Iglesia St. James
– Vicksburg – Iglesias San Paul, Santa María y San Miguel.
El día especial de peregrinación a nivel mundial será el lunes 25 de enero de 2016.
En los sitios de peregrinaje que son ciudades, los peregrinos deben visitar todas las iglesias nombradas.
El Obispo Joseph Kopacz cerró la puerta santa de la Catedral de San Pedro en una sencilla ceremonia el sábado 3 de octubre a las 5 p.m. Esta puerta se abrirá de nuevo el domingo 13 de diciembre de este año durante la misa de las 10:30 a.m. En este día también abrirán la puerta santa de la Basilica de San Juan Lateran en Roma y todas las puertas santas de las catedrales del mundo.
La puerta de la Catedral de San Pedro será cerrada simbólicamente el domingo 13 de noviembre de 2016 para dar final a la celebración del Año de la Misericordia. Este será el último día de peregrinación y se realizará un servicio de oración por la paz del mundo.

Recordemos a nuestros difuntos con esperanza

Por Obispo Joseph Kopacz
Hace casi dos semanas, a medida que el telón bajaba tarde en el mediodía cuando cambió la hora y perdimos una, surgió en mí esa sensación de aprensión que se repite cada año cuando la oscuridad devora la luz diurna al final del día. Es esa sensación insistente que produce la restricción de la luz diurna. Tengo la reacción de que no hay suficiente tiempo; que pasa demasiado rápido. Por supuesto, estamos muy agradecidos por la hora extra a la llegada del amanecer, pero de manera realista, no abre muchas puertas prácticas. Sin duda estamos seguros de que extrañamos la luz diurna al otro extremo del lado práctico de nuestro día para hacer mandados lo cual puede verse obstaculizado.
Sin embargo, en forma paradójica, la oscuridad puede arrojar luz de maneras significativas. En la tradición de nuestra iglesia durante el mes de noviembre, a medida que la oscuridad se asienta, proclamamos de muchas maneras que efectivamente la vida es corta y que no tenemos aquí ciudad permanente. (Hebreos 13:14) Esta respuesta es sicologícamente sana y espiritualmente segura porque la vida y Dios pusieron nuestra mortalidad ante nuestros sentidos, y como gente de fe la Palabra de Dios nos recuerda que nuestra ciudadanía está en el cielo. (Filipenses 3:20) En la fe, nuestro tiempo en la tierra es el prólogo a la vida eterna.
Sin embargo, afrontar nuestra mortalidad no es fácil, porque el impulso natural más fuerte que tenemos como seres humanos es la auto preservación y la preservación de aquellos que amamos. Cuando la vida es amenazada el temor y la ansiedad se revuelven y probablemente vamos a luchar o huir, a atacar o a escondernos debajo de las cobijas. Pero nuestra fe en el Señor Jesús, crucificado y resucitado, puede romper a través de nuestros instintos naturales con la paz que el mundo no puede dar.
En las propias palabras del Señor escuchamos, “el miedo es inútil, lo que se necesita es confianza”. (Lc 8:50) La confianza es posible porque el Señor nos ha dado un regalo. “La paz os dejo, mi paz os doy”. (Jn 14:27) La paz del Señor es su gracia, su amor, el don del Espíritu Santo, que es el anticipo y promesa de la vida eterna.
Esta vida abundante es de la que escribe San Pablo en su carta a los Romanos como el Espíritu de adopción que nos lleva desde la esclavitud del temor a la familia de Dios, a quien invocamos como Abba, Padre. (Romanos 8:15) ¿Qué regalo más grande puede haber en esta vida? “Gracias a Dios que nos ha dado la victoria en Cristo Jesús.” (2Cor 2:14)
Hay muchos en nuestra familia de fe, en nuestra familia natural, amigos y vecinos, y muchos otros que nos pueden enseñar acerca de lo que realmente importa en la vida. Noviembre y los próximos meses puede agudizar nuestros sentidos espirituales para saber que “sólo hay tres cosas que permanentes, la fe, la esperanza y el amor, pero la más importante de todas las tres es el amor”. (1Cor 13,13)
Los santos, especialmente los mártires que inauguraran el mes de noviembre, son enseñanzas vivas de lo que significa morir a uno mismo, a fin de que la semilla de mostaza del Reino pueda crecer en nuestro mundo. Los mártires tenían un asombroso amor por Dios y por los demás y una capacidad inextinguible para hacer la obra de Dios en este mundo, y sin embargo, “su amor por la vida no los hizo disuadir de la muerte”. (Apocalipsis 12:11) Con San Pablo, ellos podrían decir, “vivir es Cristo, el morir es ganancia”. (Filipenses 1:21) Una pequeña dosis de esta poción te lleva a un largo camino.
Muchos en nuestra vida personal son ahora parte de la eternidad. Es nuestra fe llena de esperanza y oración que ellos forman parte de esa nube de testigos que se reúnen alrededor del trono de Dios. Oramos por ellos, ya que la oración nunca se ofrece en vano, especialmente para aquellos que continúan siendo lavados por la sangre del Cordero, en el purificado y amado fuego del Espíritu Santo.
Sabemos muy bien que el purgatorio no es un lugar, como nuestros cincuenta estados, sino un estado del ser donde el pecado y el egoísmo son transformados en la luz y el amor de Dios. Dado que este es un recorrido eterno en Dios que ya ha empezado en esta vida, no hay momento como el presente, este día, para responder a la gracia de Dios y seguir al Señor con más fidelidad. El tiempo es precioso y está pasando por cada uno de nosotros, sin embargo, es abrazado por la eternidad. Nuestra fe y nuestra esperanza inspiran la convicción de que existe vida perdurable, y que nuestro destino es estar con Dios para siempre.
El Señor Jesús, con gran respeto, observó a la viuda en el templo colocando sus dos centavos en el tesoro del templo, todo tuvo que ver en vivo. También nosotros solo podemos vivir un día a la vez, y podemos vivirlo con amor, con generosidad, y de forma creativa cuando lo ofrecemos a Dios, sin dejar nada en el campo de la vida. Ella prefiguró al Señor quien procedió a darlo todo en la cruz, el signo eterno del amor. El paso del tiempo es un constante recordatorio  para vivir sabiamente, para abrazar la cruz, y para morir al pecado y al egoísmo cada día con el fin de producir el fruto del evangelio, de acumular tesoros en el cielo.
Para aquellos que están afligidos en este momento a causa de la reciente o prematura muerte de un ser querido, especialmente un niño, que nuestra oración por ellos sea que sufran con esperanza, bañados en la paz y la promesa de Jesucristo, el primogénito de los resucitado de entre los muertos. Qué podamos acompañar a aquellos que se están muriendo con la confianza de que lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es eterno. (2Cor 4:18) Qué a través de los ojos de la fe, podamos ver más allá de las crecientes sombras y tinieblas, que la eternidad ya ha comenzado para nosotros cuando seguimos al Señor quien es el camino, la verdad y la vida. “Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencido de la realidad de las cosas que no vemos”. (Hb 11,1)

Llamados por el bautismo a discernir vocación

Por Obispo Joseph Kopacz
La Semana Nacional de Sensibilización Vocacional es una oportunidad anual para orar, dialogar y ser testigos de la llamada del Señor a cada uno de nosotros que empieza a través de la fe y el bautismo. Dado que a muchos de nosotros nos llevaron a la iglesia para el sacramento del bautismo una respuesta genuina al Señor debe ser amorosa, de oración e intencional con el pasar de los años. El viñador desea enviar obreros a su viña, en temporada y fuera de temporada, y una parte esencial de la mano de obra es el sacerdote ordenado.

¿Quién terminará la Eucaristía?
El Arzobispo Oscar Romero fue martirizado cuando estaba en el altar en medio de la Plegaria Eucarística. La sangre brotó de su corazón en armonía con su Señor, cuya sangre y agua, brotando de su costado en la cruz, comenzó el río del martirio que ha continuado incesantemente durante casi dos mil años. “Este es mi cuerpo, que será entregado por ustedes; ésta es mi sangre que será derramada por ustedes”. El Arzobispo Romero no finalizó la celebración de la Eucaristía. Tampoco fue finalizada la misa de su funeral. Los disparos y la muerte estaban presentes de nuevo y la gente tuvo que apresurarse a la catedral por seguridad.
Quién terminará la Eucaristía es la invitación en el espíritu de la vocación al sacerdocio desde donde la fuente de la gracia de Dios faculta al sacerdote para ser un fiel administrador de los misterios de Dios, los sacramentos, un celoso heraldo de la Palabra de Dios, y siervo-lider que guia al rebaño en santidad y que inspira a los miembros de la iglesia, el Cuerpo de Cristo, para ser fieles a su llamada.
La Eucaristía es la representación del drama de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Oscar Romero y todos los sacerdotes se ofrecen a sí mismos con Cristo como una ofrenda de paz a fin de que la tierra pueda reconciliarse con su creador y los pecados sean perdonados. ¿Quién terminará la Eucaristía, la fuente de la vida sacramental de la iglesia que anunciará la muerte del Señor hasta que él venga?
La llamada al sacerdocio cobra vida a través de la oración, de la meditación de la Palabra de Dios y discerniendo el diálogo. El Papa Francisco repetidamente alienta al diálogo porque no se trata de hacer concesiones, ni sobre la negociación, sino acerca de la transformación. Las verdades más profundas del propósito de vida de un individuo, discerniendo su vocación, sólo son accesibles a través de un intercambio paciente, fomentando la amistad y transformando nuestros corazones y nuestras mentes.
Este proceso se abre paso a través de la superficial o estrecha identidad personal de un individuo y lo deja libre para una amistad con Dios. Este es el terreno fértil del cual una vocación al sacerdocio y a la vida religiosa se alimenta. Todos tenemos el privilegio y la responsabilidad de responder a la pregunta, ¿quién va a terminar la Eucaristía?
Sabemos que en la vida de una persona la gracia de Dios fluye a través de muchos riachuelos que hacen que una vocación sea posible. La más común y la fuente ideal de la vida está en la familia, donde la gente de varias generaciones aprenden a vivir y amar. La reciente canonización de los padres de Santa Teresa del Niño Jesús, Luis Martin y Zelie Martin, en medio del Sínodo de la Familia, es un excelente momento para enseñar que la vocación del matrimonio y de los ordenados y/o religiosos está estrechamente ligada.
La iglesia doméstica planta y nutre el don de la fe en el hijo joven, y esta presencia viva de Dios puede florecer en un deseo de dar la vida en servicio al Señor en una vocación en armonía con la voluntad de Dios. La santidad es parte integral de todas las vocaciones, y el pacto matrimonial, el amor del esposo y de la esposa del uno por el otro, da testimonio del amor de Cristo por su iglesia, cada momento de cada día.
El don del celibato en la vida de los ordenados y los consagrados es un signo claro de la promesa del Reino de los Cielos, y a veces un signo de contradicción cuando los valores evangélicos tienen conflicto con los valores del mundo. Ambos no son mutuamente excluyentes y Santa Teresa capta la santidad de sus padres en una de sus entradas de su diario. “El buen Dios me dio un padre y una madre más dignos del cielo que de la tierra”.
La cultura por las vocaciones comienza en el hogar, pero se amplifica a través de la iglesia y de la sociedad en la medida en que cada persona en su respectiva forma de vida, casada, sacerdote, religioso y soltero llegan a ser  testigos vivos de Jesucristo, en sus actos cotidianos de servicio amoroso, sacrificio, alegrías y sufrimientos. La promesa de las vocaciones comienza en casa, pero le toma a todo el cuerpo de Cristo llevar a cumplimiento lo que Dios ha comenzado.
El recién concluido Sínodo sobre la Familia contribuirá a un renovado amor y respeto por la vida familiar que es esencial para la iglesia y la sociedad. A la luz de esto estará el desafío de la iglesia para levantar con renovado ardor la vocación del matrimonio y la familia en nuestro mundo moderno. Hacer esto es fortalecer las bases para el llamado a los hombres y mujeres al sacerdocio y a la vida consagrada. En este Año de la Vida Consagrada, junto con la extraordinaria labor del Sínodo de la Familia, que el Señor nos fortalezca para despertar al mundo a todo lo que es bueno y duradero.
¿Quién terminará la Eucaristía? Damos las gracias a todos los que continúan sirviendo al Señor en el sacerdocio y la vida religiosa, y que podamos orar fervientemente por aquellos que están discerniendo, mendigándole al viñador para que envíe obreros a la viña.

Personal del USCCB visita a trabajadores migrantes en Mississippi

Por Elsa Baughman y Maureen Smith
Representantes del Comité de Trabajadores Agrícolas Migrantes de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), pasaron cinco días en la Diócesis de Jackson en octubre visitando campos e instalaciones de producción en Bruce, Houston, Vardaman, Greewood, otros sitios en el Delta y una corta visita a Jackson. John  Manz, Obispo Auxiliar de Chicago, encabezó el equipo acompañado de la Hermana Joanna Okereke y David Corrales de la USCCB, la Hermana Miriam Bannon de la Asociación Católica de Trabajadores Agrícolas Migrantes y las Hermanas María Elena Méndez y Josefina García, de la Oficina del Ministerio Hispano. El Obispo Joseph Kopacz se reunió con ellos un par de veces durante la visita.
“Cada año, usualmente en el otoño, vamos a algún sitio donde sabemos que hay migrantes trabajando”, dijo el Obispo Manz. “Queremos ser un apoyo para la iglesia local, a veces no tienen conocimiento de los migrantes en su área, a veces son el obispo y los apoyamos en sus esfuerzos.” El Obispo Manz elogió la labor que se está realizando en esta diócesis, tanto por parte de la Oficina del Ministerio Hispano como de los ministros con los que se entrevistó durante su visita.
“Su obispo me impresionó. Su español es bueno. Su trato con la gente es bueno. Las personas responden a alguien que está abierto y cualquier esfuerzo por aprender el idioma es bueno. No tienes que hablar perfectamente, si intentas eso hace una diferencia”, dijo.
El obispo Manz inició el tour en Canton la noche del domingo el 11 de octubre. Uno de los campos en el Delta donde los trabajadores estaban cosechando vegetales, el Obispo Manz lo describió como ‘un trabajo agotador’. “El capataz les permitió parar de trabajar para que pudiéramos sentarnos y hablar con ellos”, dijo el obispo.
La Hna. María Elena dijo que estaba impresionada por las muchas horas y las condiciones en que trabajan. “Comienzan a trabajar muy temprano en la mañana y generalmente no saben a que hora van a terminar”, dijo. Los horarios de trabajo depende del clima y de la producción y no tienen días de descanso, salvo que llueva, indicó.
Deborah Holmes, ministro eclesial  laico en la Iglesia San Lucas en Bruce, dijo que en la primavera el clima hizo muy difícil la plantación y algunas granjas funcionaron las 24 horas del día en turnos. “Creo que es importante que los trabajadores hayan visto a este grupo y digan “alguien que habla mi lengua está interesado en lo que estoy haciendo”, dijo Holmes. “Es importante que ellos sepan que hay alguien que se interesa”, añadió.
En los lugares que visitaron el Obispo Manz habló principalmente con un capataz ya que los migrantes estaban trabajando. De acuerdo a la Hna. María Elena, apenas se detuvieron brevemente para que el obispo los saludara y les diera una bendición en uno de los campos.
En Bruce, la misa se celebró a las 6 de la tarde. Holmes dijo que muchos de los trabajadores fueron directamente desde los campos, otros no pudieron ir porque tenían que seguir trabajando pero enviaron  a un niño para representar a su familia. “Sentían que era lo suficientemente importante como para enviar a un niño a representar a la familia. No esperábamos eso”, dijo Holmes. Los que estuvieron en la misa aún están hablando de éso. “El hecho de que el obispo permaneció para hablar con ellos después de la misa fue significante y muchos de ellos sólo vinieron para abrazarlo, (al Obispo Manz)”, dijo Holmes.
También visitaron una granja de cultivo de bagre donde aprendieron sobre el proceso de cultivo de esta clase de pescado.
La Hna. María Elena dijo que estos inmigrantes vienen a los Estados Unidos con visas de trabajo y después de unos 10 meses tienen que regresar a sus países y re-aplicar para regresar el año siguiente. “Me gustaría que todos nosotros recordemos, especialmente durante la celebración del Día de Acción de Gracias, todas estas personas que trabajan tan duro y a menudo en condiciones deplorables para cultivar lo que comemos sin pensar o saber acerca de sus esfuerzos”, dijo.
La Hna. Josefina dijo que se sintió mal al verlos tan triste y cansados. “Por muchas palabras bonitas que quisiéramos decirles, veíamos sus rostros tristes y pensé que no habían palabras que los pudiera alegrar”, dijo, observando que piensa que la visita del obispo fue como un rayo de luz, como un consuelo, algo así como que “alguien se preocupa por nosotros, vienen a vernos al lugar donde trabajamos. Al final vimos a muchos de ellos sonrientes y nos agradecieron la visita”, dijo.
Holmes dijo que esta visita realmente ayudó a su comunidad. “Intentan ser invisibles para no llamar la atención sobre sí mismos, pero esta visita reforzó el mensaje del Santo Padre. “No es sólo nuestra parroquia, esta diócesis la que está interesada en ellos, pero alguien de un nivel superior sabe sobre ellos y cuida de ellos.”
El Obispo Manz, quien ha estado haciendo estas visitas en todo el país durante 13 años, está de acuerdo. “Estas personas están fuera del radar. Tienes que salir y reunirte con ellos. Muchos de ellos trabajan 10-12 horas al día por lo tanto el trabajo pastoral es difícil incluso el asistir a misa”, dijo.
Las hermanas les recomendaron a los capataces que  hagan lo posible por darles un trato digno ya que trabajan muy duro y sufren por estar lejos de sus familias, en un lugar desconocido para ellos. “También están aislados del resto del mundo, no tienen la libertad o el tiempo para ir a ningún lugar”, dijo la Hna. García.
Las hermanas están muy agradecidas de todas las comunidades que los acogieron y colaboraron con ellos durante esta visita del personal de la USCCB para escuchar acerca de los inmigrantes, las preocupaciones sobre su trabajo y asuntos relacionados con su seguridad.