Por un mes, el Obispo Joseph Kopacz ha mantenido más de una decena de Audiencias Publicas durante el proceso del Sínodo de la Sinodalidad. Durante estas sesiones de escucha, el obispo ha compartido con cientos de feligreses sus preocupaciones por el futro de la Iglesia y las sugerencias de soluciones para fortalecer la misma como legado para las futuras generaciones. St Michael Forest: Foto de Berta Mexidor, St. James Tupelo: Foto de Danna Johnson, St Francis Madison: Foto de Joanna KingEl Obispo Joseph Kopacz bendijo la exhibición de la película Corazón Ardiente, el lunes 4 de abril, en el cine Malco de Madison. La pequeña pero vibrante audiencia, que se congrego a ver el filme ese día, se emocionó con el mismo y casi todos lloraron con la emotiva cinta. Iliana Salmerón Hall, feligresa de St. Francis Madison, católica y devota del Corazón de Jesús, ha sido la promotora local que, en Mississippi, trabajó para la puesta en la gran pantalla de esta película, producida y promovida por el Festival Internacional de Cine Católico. En estas fotos y video se recogen algunas de las impresiones del obispo Kopacz y feligreses.
La pornografía es la mayor adicción en el mundo de hoy, y por un amplio margen. Afecta principalmente a los hombres, pero también es una adicción creciente entre las mujeres. Gran parte de esto, por supuesto, se debe a su fácil y gratuita disponibilidad en Internet. Todos ahora (incluidos nuestros propios niños pequeños) tienen acceso inmediato desde la privacidad de sus teléfonos o computadoras portátiles, y en el anonimato. Ya no tendrás que escabullirte a alguna sección sórdida de la ciudad para ver lo prohibido. Hoy en día, la pornografía está ganando una mayor aceptación en la corriente principal. ¿Cuál es el daño o la vergüenza en ello?
Padre Ron Rolheiser, OMI
De hecho, ¿cuál es el daño o la vergüenza en ello? Para un número creciente de personas hoy en día, no hay daño ni vergüenza en ello. Su punto de vista es que, cualquiera que sea su desventaja, la pornografía es la liberación de la antigua represión sexual religiosa. De hecho, muchas personas lo ven como una expresión saludable de la sexualidad (sorprendentemente, esto incluye incluso a algunas escritoras feministas). Los personajes de la televisión dominante bromean sobre su colección de pornografía, como si fuera tan inocente como una colección de viejos álbumes favoritos, y tengo colegas que argumentan que nuestra resistencia a ella simplemente delata la represión sexual. El sexo es hermoso, argumentan, entonces, ¿por qué tenemos miedo de mirarlo?
¿Qué tiene de malo la pornografía? Casi todo, y no sólo desde una perspectiva moral.
Comencemos con el argumento: el sexo es hermoso, entonces, ¿por qué tenemos miedo de mirarlo? Esa lógica tiene razón en una cosa, el sexo es hermoso, tan hermoso de hecho que necesita ser protegido de su propio poder. Decir que se puede mirar como uno podría mirar una hermosa puesta de sol es ingenuo, religiosa y psicológicamente. Religiosamente, se nos dice que nadie puede mirar a Dios y vivir. Eso también es cierto para el sexo. Su misma luminosidad necesita un velo. Además, es psicológicamente ingenuo argumentar que este tipo de intimidad profunda puede exhibirse públicamente. No puede y no debe. La exhibición pública de ese tipo de intimidad viola todas las leyes de decoro y respeto por aquellos involucrados en esta intimidad y los que miran. Como todas las cosas profundamente íntimas, necesita un velo adecuado.
Luego, al hablar de la belleza del sexo y del cuerpo humano, debemos hacer una distinción entre desnudez y desnudo. Cuando un buen artista pinta un cuerpo desnudo, la desnudez sirve para resaltar la belleza de toda la persona, cuerpo y alma, incluida su sexualidad. En un desnudo, la sexualidad está conectada con la totalidad, con el alma; cuánto al contrario con la desnudez. Expone el cuerpo humano de una manera que destruye su integridad, separa su alma y escinde el sexo de toda la persona.
Cuando esto sucede, y eso es precisamente lo que sucede en la pornografía, el sexo se convierte en algo sin alma, escindido, mecánico, sin un significado profundo, bipolar, algo de lo que necesitas volver a tu ser real. Y, cuando eso sucede, toda profundidad desaparece y entonces, como escribe W.H. Auden , todos sabemos las pocas cosas que nosotros, como mamíferos, podemos hacer.
Lamentablemente, hoy para muchos de nuestros jóvenes, especialmente los niños, la pornografía es su educación sexual inicial, y es una que puede dejar una huella permanente en ellos.
Esa huella puede tener efectos a largo plazo en la forma en que entienden el significado del sexo, cómo respetan o no respetan a las mujeres y cómo captan o no el vínculo vital y conmovedor entre el sexo y el amor. La pornografía, y no solo en los jóvenes, puede dejar cicatrices difíciles de superar. El argumento en contra es que la pornografía bien puede deformar inicialmente la visión de un adolescente pero que esto se curará una vez que madure y se enamore de verdad. Mi esperanza es que esto sea cierto, pero mi preocupación es que la impronta inicial pueda, a largo plazo, manchar la forma en que una persona se enamora y especialmente cómo entiende la reciprocidad radical que se le pide al sexo en el amor. Tal es el poder potencial de la pornografía.
Más allá de todo esto, se podría argumentar con fuerza que la pornografía (en su producción y visualización) es violencia contra la mujer y que la pornografía sutil y no tan sutilmente promueve la violencia contra la mujer. Finalmente, en una cultura que se enorgullece sobre todo de su sofisticación y liberación, sobre todo de su liberación de muchos de nuestros antiguos tabúes religiosos, uno duda incluso en mencionar la palabra “castidad” en este contexto. ¿Se atreve uno a decir que la pornografía es mala porque es la antítesis misma de la castidad? ¿Se atreve uno a usar la castidad como argumento cuando en su mayor parte nuestra cultura desdeña la castidad, la compadece y reserva un cinismo particular para los grupos religiosos que aún defienden el viejo adagio, “guárdalo para tu cónyuge”? Peor aún, es el cinismo de hoy frente a la idea de permanecer castos para Jesús.
Pero, la idea de la castidad incrusta el sexo dentro del romance, lo sagrado, el compromiso, la comunidad y el alma, mientras que la pornografía lo retrata como sin alma y lo incrusta en una privacidad enfermiza. Así que los dejo con la pregunta: ¿cuál hace del sexo algo sucio?
Nuestro mundo observa con tristeza y confusión la invasión de Ucrania, una nación soberana, por parte de su vecino, Rusia, un país exponencialmente más poderoso a nivel político, económico y militar.
Es notable el nivel de preocupación que existe en cuanto a las consecuencias que esta situación puede tener. Algunos temen la desestabilización de Europa y posiblemente de otras partes del mundo. Otros piensan que estas acciones pueden motivar a otras naciones grandes a invadir a sus vecinos más pequeños. Más aterrador es la posibilidad de una guerra mundial usando armas nucleares.
Dr. Hoffsman Ospino
En tan sólo unas semanas, el uso despiadado de poder por parte de Rusia contra Ucrania ha llevado a muchas naciones a contemplar más abiertamente la idea de una mayor militarización. Varios países están anunciando incrementos en los presupuestos militares. La producción y distribución de armas, legal e ilegalmente, seguramente se dispararán.
Este es un momento que parece propicio para aquellos líderes que en lugar de buscar el bien común de los pueblos a los que están llamados a servir, prefieren servir como artífices de la guerra. Prácticamente la mayoría de estos artífices de la guerra, abusando su poder para infligir dolor y muerte, son varones. ¿Les podemos llamar líderes? ¿Qué idea de liderazgo reside en sus mentes y corazones?
La invasión de Ucrania por parte de Rusia no es el único conflicto armado que puede generar disrupciones regionales y globales. Otras naciones se encuentran actualmente sumidas en guerras civiles, luchas contra grupos terroristas y confrontaciones con grupos de crimen organizado, como en el caso de los carteles de la droga.
El número de personas que pierden la vida en esos conflictos es simplemente perturbador. Un ser humano que muera como resultado de la guerra ya es exceso. Nuestro mundo parece haber desarrollado cierta tolerancia hacia los conflictos violentos y las muertes que resultan de la guerra. Muchas personas están siendo desplazadas, familias separadas y futuros arruinados. No olvidemos que por lo general son las mujeres, los niños y los ancianos quienes pagan el precio más alto de las guerras.
Quisiera gritar, “¡basta!” Por el bien de todos, de nuestros hijos e hijas y de nuestras familias, por el futuro de nuestro mundo, “por favor, basta”. Si tan sólo hubiera una manera simple de contener esta absurdidad. Me siento como una voz en el desierto. Sin embargo, no una voz que está sola. Mi voz se une a otras voces. Pero, ¿quién está escuchando? Oigo al papa Francisco y a otros líderes clamar por la paz. ¿Quién está escuchando?
¿Puede alguien hacer algo con relación a esta situación? Al hablar sobre la guerra y sus consecuencias con mis hijos, quienes son pequeños, me preguntan si hay alguien como la Mujer Maravilla, refiriéndose a la película del año 2017 sobre esta heroína ficcional, quien pueda entrar al campo de batalla, derribar tanques, evitar proyectiles y detener guerras.
¿Puede alguien como ella confrontar a los artífices de la guerra en nuestro tiempo? En la película, la Mujer Maravilla se enfrenta a Ares, el dios griego de la guerra, quien vive incógnito entre los humanos promoviendo conflicto, lo detiene y lo derrota.
Al escucharles, sonrío y desearía que fuera así de fácil. Al mismo tiempo se me ocurre que tenemos a María, la madre de Jesús, una mujer que hace maravillas. En tiempos de guerra y dificultad, por siglos los católicos hemos girado nuestra atención hacia ella en oración. No es en vano que uno de sus títulos más conocidos sea el de Reina de la paz.
El viernes 25 de marzo del 2022 estuve en una Misa con cientos de personas, unido al papa Francisco y a millones de católicos en el mundo entero, consagrando a la humanidad y especialmente a Ucrania y a Rusia, al Inmaculado Corazón de María.
Creo que es por medio de acciones como ésta que la Virgen María hace grandes maravillas. Veo a María confrontando a los artífices de la guerra en nuestro día reuniéndonos, en el nombre de Jesús, para contemplar y afirmar la dignidad de todo ser humano. Me parece que tal es el regalo más maravilloso que puede detener cualquier guerra.
(Ospino es profesor de teología y educación religiosa en Boston College.)
En los próximos días entraremos en la conmemoración y celebración de la muerte y resurrección vivificante del Señor. Es Semana Santa y en este Domingo de Ramos fijamos nuestra mirada en Jerusalén con el anuncio del Relato de la Pasión del Evangelio de Lucas.
Desde la cruz en el Evangelio de Lucas, Jesús perdona a quienes lo crucificaron, acogió al ladrón arrepentido en el paraíso y encomendó su espíritu moribundo a Dios, su Padre, en amorosa sumisión. La pasión del Señor es una asombrosa historia de amor.
Obispo Joseph R. Kopacz
Para la mayoría de los fieles de la Iglesia Católica, el Domingo de Ramos culminará con la Misa de Pascua y la renovación de las promesas del Bautismo a la luz de la resurrección del Señor. Entre el Domingo de Ramos y la Pascua caminamos por fe, a través del Triduo Sagrado, compuesto por la Cena del Señor el Jueves Santo, la Conmemoración de la Pasión el Viernes Santo y la Vigilia Pascual el Sábado Santo por la noche celebrando la versión íntegra de la Semana Santa de la salvación, misión de nuestro Señor Jesucristo. Son liturgias reales que representan acontecimientos de hace casi dos mil años con el poder del Espíritu Santo para transformar nuestra vida y conformarla al Hijo amado de Dios en la humildad, la obediencia y la sumisión de la voluntad. Esta es la gracia y la belleza de la Semana Santa que nos espera.
El Jueves Santo y el Viernes Santo son el cumplimiento de la Pascua judía cuando el Siervo Sufriente derramó su vida por las ovejas. Durante la Conmemoración de la Pasión del Viernes Santo el profeta Isaías presenta la imagen del Siervo Sufriente como modelo para la crucifixión. “El Señor quiso oprimirlo con el sufrimiento. Y puesto que él se entregó en sacrificio por el pecado, tendrá larga vida y llegará a ver a sus descendientes; por medio de él tendrán éxito los planes del Señor. Después de tanta aflicción verá la luz, y quedará satisfecho al saberlo; el justo siervo del Señor liberará a muchos, pues cargará con la maldad de ellos.” (Isaías 53:10-11)
El obispo Robert Barron en su reciente publicación “Eucaristía” hace evidente, hábilmente, la relación indispensable entre el sacrificio y la genuina comunidad y comunión. Esto último no es posible sin lo primero. El obispo Barron aplica la historia de la Fiesta de Babette para arrojar luz sobre la necesidad de la muerte de Cristo en la cruz para la vida del mundo y para su cuerpo, la iglesia. La Eucaristía brota del cuerpo partido y la sangre derramada en el sacrificio. Las Escrituras reflexionan profundamente sobre este supremo acto de amor. “El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos.” (Juan 15:13)
Asimismo, en la Última Cena del Evangelio de Juan, el siguiente pasaje introduce el lavatorio de los pies de los apóstoles. “Jesús sabía que había llegado la hora de que él dejara este mundo para ir a reunirse con el Padre. Él siempre había amado a los suyos que estaban en el mundo, y así los amó hasta el fin.” (13:1)
San Pablo, que no estuvo presente en la Última Cena, pero experimentó el amor imperecedero del Señor después de la resurrección, tal como lo hacemos nosotros, anima nuestra fe en su carta a los Romanos. “¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! Si Dios no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las cosas?” (8:31-32) “¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!” (39) La obediencia y la humillación de Cristo brotaron de una disposición interior y de una perfecta voluntad de preferir nuestro bien al suyo, y nuestra vida a la suya.
La libertad genuina requiere sacrificio, y no hay mejor lugar para comenzar y terminar que teniendo “… unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús, el cual: Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él.” (Fil 2:5-6) La obediencia y la disposición interior del discípulo reposarán en la convicción de que “… que si el grano de trigo al caer en tierra no muere, queda él solo; pero si muere, da abundante cosecha.” (Juan 12:24) Por lo menos la mayoría de las veces, el desinterés, la abnegación y el deseo del bien de los demás son las normas para nuestras vidas.
“Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame.” (Mt 16:24) Mientras caminamos por la fe a través de la Semana Santa para seguir fielmente al Buen Pastor hacia la alegría de la Pascua, que la siguiente oración de San Ignacio de Loyola revele nuestra disposición interior.
” Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es Vuestro: disponed de ello según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.
In the days ahead we enter into the commemoration and celebration of the Lord’s life-giving death and resurrection. It is Holy Week and on this Palm Sunday weekend we fix our gaze toward Jerusalem with the proclamation of the Passion Narrative from the Gospel of Luke. From the Cross in Luke’s Gospel Jesus forgives those who crucified him, welcomed the repentant thief into paradise, and commended his dying spirit to God his Father in loving submission. The passion of the Lord is an amazing love story. For most of the faithful in the Catholic Church Palm Sunday will culminate with Mass on Easter with the renewal of the promises of Baptism in the light of the Lord’s resurrection.
Bishop Joseph R. Kopacz
Between Palm Sunday and Easter, we walk by faith through the Sacred Triduum, comprised of the Lord’s Supper on Holy Thursday, the Commemoration of the Passion on Good Friday, and the Easter Vigil on Holy Saturday evening celebrating the unabridged Holy Week version of the saving mission of our Lord Jesus Christ. These are royal liturgies that re-present the events of nearly two thousand years ago with the power of the Holy Spirit to transform our lives and conform them to the beloved Son of God in humility, obedience and submission of will. This is the grace and beauty of Holy Week that await us.
Holy Thursday and Good Friday are the fulfillment of the Jewish Passover when the Suffering Servant poured out his life for the sheep. During the Commemoration of the Passion on Good Friday the prophet Isaiah presents the image of the Suffering Servant as the pattern for the crucifixion. “God desired to afflict him with sufferings, and he offered his life as a sacrifice for sin. For this he will see his descendants in a long line, and the plan of God will prosper in his hands.” (Isaiah 53:10-11)
Bishop Robert Barron in his recent publication “Eucharist” deftly makes evident the indispensable relationship between sacrifice and genuine community and communion. The latter is not possible without the former. Bishop Baron applies the story of Babette’s Feast to shed light on the necessity of Christ’s death on the cross for the life of the world, and for his body, the church. The Eucharist flows from the body broken and blood poured out in sacrifice. The Scriptures reflect profoundly on this supreme act of love. “Greater love has no man than this, to lay down one’s life for his friends.” (John 15:13)
Likewise, at the Last Supper in John’s Gospel the following passage introduces the washing of the apostles’ feet. “When Jesus knew that his hour had come to depart this world to the Father, having loved his own who were in the world, he loved them to the end.” (13:1)
St. Paul who was not present at the Last Supper, but experienced the Lord’s undying love as we do, post-resurrection, animates our faith in his letter to the Romans. “If God is for us, who can be against us? God did not spare his own Son, but delivered him up for us all, will he not give us all things with him?” (8:31-32) “Nothing will be able to separate us from the love of God in Christ Jesus our Lord.” (39) Christ’s obedience and humiliation flowed from an interior disposition and a perfect will to prefer our good to his own, and our life to his own.
Genuine freedom requires sacrifice, and there is no better place to begin and end than “having the same mind that was in Christ Jesus, who, though he was in the form of God did not count equality with God, a thing to be grasped.” (Phil 2:5-6) The disciple’s obedience and inner disposition will rest upon the conviction that “unless the grain of wheat falls to the ground and dies, it remains just a grain of wheat, but if it dies, it produces much fruit.” (John 12:24) At least as often as not, selflessness, abnegation, and the desire of the good of another are the standards for our lives.
“If anyone would come after me, let him deny himself, take up his Cross and follow me.” (Mt 16:24) As we walk by faith through Holy Week to faithfully follow the Good Shepherd to the joy of Easter, may the following prayer of St. Ignatius reveal our inner disposition. “Take, Lord, receive all my liberty, my memory, my understanding, my whole will, all that I have and all that I possess. You gave it all to me, Lord; I give it all back to you. Do with it as you will, according to your good pleasure. Give me your love and your grace; for with this I have all that I need.”
CLARKSDALE – St. Elizabeth sixth grader Graysen Harlow holds a sign during Mass. (Far right) First grade students receive ashes from Father Raju Macherla at St. Elizabeth’s School Mass. (Photo by Mary Evelyn Stonestreet)
Southaven
SOUTHAVEN – Sister Margaret Sue Broker distributes ashes to students at Sacred Heart School. (Photo courtesy of Sister Margaret Sue Broker)
Natchez
NATCHEZ – PreK-3 student, Collins Garrity receives ashes from Father Mark Shoffner at Cathedral School. Cam Walker observes in the background. (Photo by Jessica Carter)
Children Mass
Yazoo City
YAZOO CITY – St. Mary parish held a Children’s Mass on Sunday, March 6, where children served as lectors and altar servers. Pictured left to right: Meriella Kirby, James Blande Pettigrew, Will Foster, Ella Grey McMaster and Kelsie Kennedy. (Photo by Babs McMaster)
By Joanna Puddister King VICKSBURG – The annual Diocesan Catholic Youth Conference (DCYC) at the Vicksburg Convention Center was back this year after a hiatus due to COVID. Held from Feb. 18-20, the conference brought together teens from around the diocese for a weekend celebration with the theme “Encounter.”
Diocesan coordinator for the Office of Youth Ministry, Abbey Schuhmann said, “It has been two years since we were last able to gather as a diocese to celebrate our Catholic faith as one large community. It was our great hope that DCYC 2022 was a time to celebrate and encounter each other but more importantly to encounter Jesus Christ through the gift of our Catholic faith.”
VICKSBURG – Youth gather around “Encounter” weekend leader and Catholic hip-hop artist Joe Melendrez in prayer during the annual Diocesan Catholic Youth Conference (DCYC) held at the Vicksburg Convention Center from Feb.18-20. (Photos by Abbey Schuhmann)
Youth were able to do just that with keynote presenter and recording artist Joe Melendrez, described as one of America’s most exciting Catholic performers. Melendrez got his start performing on MTV at age 15 and encountered the love of God shortly after. He has since dedicated his life to sharing the Good News and sharing the Gospel in unique ways – like his Catholic hip-hop style.
“Melendrez was a very dynamic and high energy presenter; his talks throughout the weekend were very interactive and powerful,” said Schuhmann. “Being a Catholic hip-hop artist, his music provided for very upbeat and entertaining sessions of worship that got all participants, young and old, on their feet and moving to the beat.”
On Saturday of the conference, diocesan vocations director, Father Nick Adam and Sister Kelly Moline, OP, a Dominican Sister of Springfield, Illinois and chaplain at St. Dominic’s Hospital in Jackson, along with diocesan seminarians led a session on discernment on Saturday afternoon. They challenged each participant to continue to seek God’s will in their life and to continue to be open to His call, said Schuhmann.
Other activities during the “Encounter” weekend included small group sessions, games, Mass, Reconciliation, Adoration and a concert with Melendrez on Saturday evening. The weekend concluded with Mass celebrated by Bishop Joseph Kopacz and the presentation of the Bishop Chanche Youth Service Awards to six youth from around the diocese.
This was the fourth year that the conference was held in Vicksburg. Groups from twelve parishes representing five of the six deaneries were in attendance this year. Schuhmann says that plans are already underway for the 2023 conference and invites youth from around the diocese to encounter Christ.
For more information about events sponsored by the Office of Youth Ministry please contact coordinator, Abbey Schuhmann. 601-949-6934 or Abbey.Schuhmann@jacksondiocese.org.
By Joe Lee MADISON – Can you imagine meeting your future foster son or daughter at a soccer match? That’s what happened to Joey Luse of Brandon and his family, as the young Afghanistan native who joined them and one of Luse’s biological sons were on the same travel soccer team. After inviting the teen to their home a couple of times and getting to know him, the family held a surprise birthday party for him and popped the question on their minds.
“We said we wanted him to be part of our family as long as he wanted,” Luse said. “It was a little awkward at first, but as we were getting to know him, he said, ‘I am really glad to be here. I miss being part of a family.’”
Luse is one of many Jackson-area parents who’ve had teens from The Catholic Charities Unaccompanied Refugee Minor program (URM) placed in their homes. URM, through funding from the Office of Refugee Resettlement, places minors in therapeutic foster homes, group homes, or independent living arrangements appropriate to developmental needs. All URM youth must enter the legal custody of the Mississippi Department of Child Protection Services prior to their eighteenth birthday.
“The URM program has been active for more than thirty years in Hinds, Madison and Rankin counties,” said program director Ebonye Debose-Moore. “The goal is to assist unaccompanied refugee minors in developing skills to enter adulthood and achieve economic self-sufficiency. Our services include youth therapy, cultural orientation, translation services, assistance with obtaining U.S. residency and more. “We place teens from age fifteen until their seventeenth birthday. They can remain in our program until age twenty-one. The minors come from many countries, including Haiti, the Sudan, Guatemala and Honduras. Some are victims of human trafficking. Some are victims of political persecution. There has been no information released at this time regarding Ukraine, but it’s a possibility we may receive referrals from there.”
The foster parents, who go through a URM training program, have varying backgrounds. Carol O’Connor of Jackson is a first-time foster parent. A former educator with the Jackson Public School District who once lived in Ethiopia, O’Connor has had a foster son from Eritrea (a country north of Ethiopia) with her since Thanksgiving 2020.
“During the pandemic I felt I wanted to do something of value,” O’Connor said. “An Ethiopian friend suggested I contact Catholic Charities, and I went through the training and got certified.” Her foster son, though argumentative at first, became comfortable with O’Connor’s parenting style over time.
“He had a rough upbringing, spending time in a refugee camp. There’s no biological family he’s in touch with,” O’Connor said. “But he’s a cheerful person – I can tell when he’s up first thing in the morning because he is singing – and he has calmed down over time. He is now in twelfth grade. It has been really a worthwhile experience for me.”
While it’s only O’Connor and her foster son at her home, Sandra Pugh of Hinds County has a biological daughter as well as the African foster daughter she has taken in.
“She has been with me two years,” said Pugh, who has served as a foster parent for over a decade. “There were cultural changes for her, but we have a similar faith. Language was not a problem. Once she got going in school, it wasn’t a large challenge – she’s a smart girl. She will be graduating high school and going on to college.”
“Because we’re Christians, we enjoy offering a better life and opportunity. It would be good if we had more parents volunteering, because we can make a difference in their lives. There are many of the same challenges you face in raising your own. Once the foster understands your culture, they blend in with your family.
“We’ve found that the biggest challenge is the language barrier,” Debose-Moore said. “The youth that come over speak several different languages, English often being their second or third choice. Once they get into the home, they start working on improving English skills. Most would love to be in foster homes where they are culturally matched. That’s not always possible, but we do our very best.”
Luse’s foster son works part-time in the restaurant business and will join his foster brother closest to his age at college this fall. While very close to his Jackson-area family, there is healthy, ongoing communication between the foster son and his biological family in Afghanistan.
“It takes commitment, and not just in terms of time,” Luse said. “There were adjustments we had to make – we didn’t have a fire evacuation plan – but if that’s the price to pay to help a young child get through high school, get a car, get a job, and plan a path to adulthood, it’s a small one. We’ve gotten as much or more from the relationship than he has.”
(If you are interested in learning more about becoming a foster parent with Catholic Charities Unaccompanied Refugee Minor program, please contact program director, Ebonye’ Debose-Moore at (601) 981-0725 or visit www.catholiccharitiesjackson.org.)
By Bishop Joseph R. Kopacz, D.D. The feast of the Annunciation, March 25 which celebrates the moment in which Mary accedes in all wonder and mystery to be the mother of God’s beloved Son, takes on added significance this year in response to Pope Francis’ call to the church to consecrate Russia and the Ukraine to the Immaculate Heart of Mary.
Bishop Joseph R. Kopacz
For nearly a month now, there is a desperate plea and prayer for peace for the people of the Ukraine. Our prayer is not limited to this conflict but reaches out to all war-torn nations in our world. However, the inspiration to consecrate a nation, in particular, Russia, afflicted by communism, to the Blessed Mother’s Immaculate Heart originated with Our Lady of Fátima, based on her apparitions reported in 1917 by three shepherd children at the Cova da Iria, in Fátima, Portugal.
The three children were Lucía dos Santos and her cousins Francisco and Jacinta Marto. The apparitions occurred between May 13, 1917 and Sept. 13, 1917. The consecration of Russia to the Immaculate Heart of Mary was first requested on July 13, 1917 as World War I raged and the menace of communism was advancing.
Pope Francis’ decision to consecrate Russia and the Ukraine to the Immaculate Heart of Mary on the Solemnity of the Annunciation comes at another crucial time for the church and the world. The Ukraine’s Latin Rite Bishops made the appeal to Pope Francis after Russia launched its invasion on Feb. 24, one month ago.
This is not the first time that the Vicar of Christ, the Bishop of Rome, has consecrated nations and peoples to the Immaculate Heart of Mary. In the aftermath of the assassination attempt on his life in 1981, St. Pope John Paul II immediately thought of consecrating the world to the Immaculate Heart of Mary and he himself composed a prayer for what he called an “Act of Entrustment,” which was to be celebrated in the Basilica of Saint Mary Major on June 7, 1981, the Solemnity of Pentecost. The following is the part which refers specifically to the Act of Entrustment:
“Mother of all individuals and peoples, you know all their sufferings and hopes. In your motherly heart you feel all the struggles between good and evil, between light and darkness, that convulse the world: accept the plea which we make in the Holy Spirit directly to your heart and embrace with the love of the Mother and Handmaid of the Lord those who most await this embrace, and also those whose act of entrustment you too await in a particular way. Take under your motherly protection the whole human family, which with affectionate love we entrust to you, O Mother. May there dawn for everyone the time of peace and freedom, the time of truth, of justice and of hope.”
In order to respond more fully to the requests of Our Lady, the Holy Father desired to make more explicit during the Holy Year of the Redemption the Act of Entrustment of May 7, 1981, which had been repeated in Fatima on May 13, 1982.
On March 25, 1984 in St. Peter’s Square, while recalling the fiat uttered by Mary at the Annunciation, the Holy Father, in spiritual union with the Bishops of the world, who had been convoked beforehand, entrusted all men and women and all peoples to the Immaculate Heart of Mary, in terms which recalled the heartfelt words spoken in 1981.
In a 1989 handwritten letter, Sister Lucia said that Pope John Paul’s consecration of the whole world to the Immaculate Heart of Mary was “accepted in heaven.” The Vatican’s Congregation for the Doctrine of the Faith said the consecration had been completed to Sister Lucía’s satisfaction. “The decision of His Holiness Pope John Paul II to make public the third part of the secret of Fatima brings to an end a period of history marked by tragic human lust for power and evil, yet pervaded by the merciful love of God and the watchful care of the Mother of Jesus and of the church.” (The Message of Fatima, 2000)
On Friday, March 25 there will be prayers of consecration rising up to heaven from all over the world. Our diocese will be in solidarity with the universal church with a special holy hour of consecration at 11 a.m. at the Cathedral of St. Peter the Apostle in Jackson, followed by Mass for the Solemnity of the Annunciation. Likewise, there will be prayer throughout the diocese.
Cardinal Ratzinger as head of the Congregation on the Doctrine of the Faith wrote in the 2000 document, “The Message of Fatima” that “we believe that the action of God, the Lord of history, and the co-responsibility of men and women in the drama of God’s creative freedom, are the two pillars upon which human history is built. Our Lady, who appeared at Fatima, recalls these forgotten values. She reminds us that humanity’s future is in God, and that we are active and responsible partners in creating that future.” The following is an excerpt from the prayers that will rise like incense on the Solemnity of the Annunciation.
“Most Holy Virgin Mary, tender Mother of men and women, to fulfill the desires of the Sacred Heart of Jesus and the request of the Vicar of Your Son on earth, we consecrate Russia and the Ukraine to your Sorrowful and Immaculate Heart, O Queen of the Most Holy Rosary, and we recommend to You, all the people of our country and all the world. Please accept our consecration, dearest Mother, and use us as You wish to accomplish Your designs in the world.”
Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D. La fiesta de la Anunciación, el 25 de marzo, celebra el momento en que María accede con todo asombro y misterio a ser la madre del Hijo amado de Dios. Este año adquiere un significado adicional en respuesta al llamado del Papa Francisco a la iglesia para consagrar Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Desde hace casi un mes, hay una súplica y oración desesperadas por la paz para el pueblo de Ucrania. Nuestra oración no se limita a este conflicto, sino que se extiende a todas las naciones devastadas por la guerra en nuestro mundo. Sin embargo, la inspiración para consagrar una nación, en particular Rusia, afligida por el comunismo, al Inmaculado Corazón de la Santísima Madre se originó en Nuestra Señora de Fátima, en base a las apariciones relatadas en 1917 por los tres niños pastores en Cova da Iria, en Fátima, Portugal.
Obispo Joseph R. Kopacz
Los tres niños eran Lucía Dos Santos y sus dos primos Francisco y Jacinta Marto. Las apariciones ocurrieron entre el 13 de mayo de 1917 y el 13 de septiembre de 1917. La consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María se solicitó por primera vez el 13 de julio de 1917, cuando se desató la Primera Guerra Mundial y avanzaba la amenaza del comunismo.
La decisión del Papa Francisco de consagrar Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María en la Solemnidad de la Anunciación llega en otro momento crucial para la iglesia y el mundo. Los obispos del Rito Latino de Ucrania hicieron el llamamiento al Papa Francisco después que Rusia lanzara su invasión, hace un mes, el 24 de febrero.
Esta no es la primera vez que el Obispo de Roma y Vicario de Cristo consagra naciones y pueblos al Inmaculado Corazón de María. Después del atentado contra su vida en 1981, el Papa San Juan Pablo II inmediatamente pensó en consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María y él mismo compuso una oración que llamó un “Acto de Encomienda”, que fue celebrado en la Basílica de Santa María la Mayor el 7 de junio de 1981, en la solemnidad de Pentecostés. La porción siguiente es la que se refiere específicamente al Acta de Encomienda:
“Madre de los hombres y de los pueblos, Tú conoces todos sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que sacuden al mundo, acoge nuestro grito dirigido en el Espíritu Santo directamente a tu Corazón y abraza con el amor de la Madre y de la Esclava del Señor a los que más esperan este abrazo, y, al mismo tiempo, a aquellos cuya entrega Tú esperas de modo especial. Toma bajo tu protección materna a toda la familia humana a la que, con todo afecto a ti, Madre, confiamos. Que se acerque para todos, el tiempo de la paz y de la libertad, el tiempo de la verdad, de la justicia y de la esperanza.”
Para responder más plenamente a las peticiones de Nuestra Señora, el Santo Padre quiso hacer más explícito el Acta de Encomienda durante el Año Santo de la Redención del 7 de mayo de 1981, que había sido repetida en Fátima el 13 de mayo de 1982.
El 25 de marzo de 1984 en la Plaza de San Pedro, recordando el fiat pronunciado por María en la Anunciación, el Santo Padre, en unión espiritual con los Obispos del mundo, que habían sido convocados de antemano, encomendó a todos los hombres y mujeres de todos los pueblos al Inmaculado Corazón de María, en términos que recordaron las sentidas palabras pronunciadas en 1981.
En una carta manuscrita de 1989, la Hermana Lucía dijo que la consagración del mundo entero al Inmaculado Corazón de María por parte del Papa Juan Pablo II fue “aceptada en el cielo.” La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano dijo que la consagración se completó a satisfacción de la hermana Lucía. “La decisión del Santo Padre Juan Pablo II de hacer pública la tercera parte del «secreto» de Fátima cierra una página de historia, marcada por la trágica voluntad humana de poder y de iniquidad, pero impregnada del amor misericordioso de Dios y de la atenta premura de la Madre de Jesús y de la Iglesia.” (El Mensaje de Fátima, 2000)
El viernes 25 de marzo habrá oraciones de consagración subiendo al cielo desde todo el mundo. Nuestra diócesis se solidarizará con la iglesia universal con una hora santa especial de consagración a las 11 a.m. en la Catedral de San Pedro Apóstol en Jackson, seguida de una Misa por la Solemnidad de la Anunciación. Asimismo, habrá oración a través de toda la diócesis.
El Cardenal Ratzinger como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe escribió en el documento de 2000, “El Mensaje de Fátima” que “…creemos que la acción de Dios, Señor de la historia y la corresponsabilidad de hombres y mujeres en el drama de la libertad creadora de Dios, son los dos pilares sobre los que se construye la historia humana. Nuestra Señora, que se apareció en Fátima, recuerda estos valores olvidados. Ella nos recuerda que el futuro de la humanidad está en Dios y que somos socios activos y responsables en la creación de ese futuro.”
Lo siguiente es un extracto de las oraciones que se elevarán como incienso en la Solemnidad de la Anunciación.
“Santísima Virgen María, tierna Madre de los hombres y mujeres, para cumplir los deseos del Sagrado Corazón de Jesús y la petición del Vicario de Tu Hijo en la tierra, consagramos Rusia y Ucrania a tu Doloroso e Inmaculado Corazón, ¡oh!, Reina del Santísimo Rosario y encomendamos a Ti, a todo el pueblo de nuestra patria y de todo el mundo. Por favor acepta nuestra consagración, Madre queridísima, y úsanos como Tú deseas para realizar Tus designios en el mundo.”