Que es un residente permanente condicional

By Matthew Young
Muchas personas no conocen una solicitud de inmigración conocida como Formulario I-751. Este formulario se requiere para una cierta categoría de residentes permanentes conocidos, un tanto paradójicamente, como “residentes permanentes condicionales.”

La tarjeta verde condicional se otorga a las personas que han recibido su estatus de residente permanente sobre la base de un matrimonio que tiene menos de dos años. La tarjeta tiene una validez de dos años. El propósito del Formulario I-751 es confirmar aún más que el matrimonio es legítimo, se necesita para eliminar las condiciones de su estatus y recibir una tarjeta verde normal de residencia, que es válida por diez años.

No es un requisito absoluto que el inmigrante permanezca casado con su cónyuge para poder presentar el Formulario I-751; existe una disposición para los solicitantes que se han divorciado de sus cónyuges desde que se convirtieron en residentes permanentes, así como una disposición para los cónyuges que han sido víctimas de abuso doméstico.
También existe una disposición para los solicitantes cuyo cónyuge haya fallecido. Sin embargo, en todos los casos se debe proporcionar evidencia de que el matrimonio se celebró de buena fe.

Es muy importante que el Formulario I-751 se distinga del Formulario I-90. El formulario I-90 es el formulario utilizado por los residentes permanentes no condicionales para renovar sus tarjetas de residencia cada diez años. Una tarjeta de residencia condicional no se puede renovar con el Formulario I-90 y dicha solicitud será denegada.

El Formulario I-751 solo se puede presentar durante un período de tiempo específico: el período de 90 días antes del vencimiento de la tarjeta verde condicional. Las solicitudes presentadas más de 90 días antes del vencimiento serán rechazadas y devueltas al solicitante. Es probable que se denieguen las solicitudes presentadas después de que haya vencido la tarjeta de residencia condicional, a menos que el solicitante pueda demostrar que la falta de presentación durante el período de 90 días se debió a circunstancias extraordinarias fuera de su control.

Para obtener información sobre los servicios legales relacionados con la inmigración, no dude en llamar al Centro de Apoyo al Migrante de Caridades Católicas de Jackson al 601-948-2635.

(Matthew F. Young, Abogado. del Centro de Apoyo al Migrante de Caridades Católicas de Jackson )

Cuatro nuevos beatos salvadoreños ofrecen ejemplo mundial

Por Monseñor Oswaldo Escobar Aguilar
CHALATENANGO, El Salvador (CNS) — Las beatificaciones de dos sacerdotes y dos laicos en El Salvador el 22 de enero muestran un ejemplo de nuestra iglesia salvadoreña como iglesia martirial.

El padre jesuita Rutilio Grande, el padre franciscano Cosme Spessotto, Nelson Rutilio Lemus, Manuel Solórzano, todos murieron por la misma causa: el Evangelio.

Hay mucho que decir sobre lo que significa y representa cada uno de ellos como misionero, como laicos comprometidos, y como profeta de la Iglesia Católica. El más conocido de los cuatro, y probablemente del que más se habla, es del padre Rutilio.

Retrato oficial de beatificados en El Salvador el 22 de enero de 2022. Arriba: Padre jesuita Rutilio Grande y Padre franciscano Cosme Spessotto. Debajo: Nelson Lemus y Manuel Solórzano. (CNS/Oficina de Beatificación de la Arquidiócesis de San Salvador)

San Juan de la Cruz nos dice que el amado se asemeja a la persona amada y yo creo que algo parecido sucede con los amigos. En una relación entre dos amigos íntimos, ambos terminan imitando los valores que admiran del otro.

San Romero, asesinado en 1980, murió por la justicia y por su compromiso social con los pobres. Su cercanía con el padre Rutilio, quien trabajaba arduamente por las mismas metas, ha sido estrechamente documentada. Muchos atribuyen el compromiso de san Romero al martirio del padre Rutilio en 1977, pero yo creo que eran discípulos el uno del otro.

Al defender lo que se les debía como hijos de Dios, una vida digna, salarios dignos, comida, educación, el derecho de reunirse para practicar su fe, encontró la muerte el 12 de marzo de 1977. Acompañado por sus dos compañeros en el martirio, un adolescente y un sacristán de unos 70 años, murió tras recibir más de una decena de disparos por parte de quienes creían que difundía un mensaje peligroso.

El padre franciscano Cosme Spessotto podría haber vivido una vida mucho más feliz y cómoda en cualquier convento de Italia, su país natal. Pero vino a El Salvador en la década de 1950 para vivir en la pobreza, entre los nonualcos, un pueblo indígena cuyo pasado había incluido el exterminio de sus antepasados en 1932.
Cuando los tambores de guerra comenzaron a sonar en El Salvador en la década de 1970, impidió que los militares tomaran una iglesia en la región que pastoreaba, diciéndoles que Jesús estaba adentro y observaba lo que hacían.

Cuando el padre Rutilio fue martirizado, Cosme se pronunció en contra de su asesinato e intensificó sus denuncias de lo que los militares estaban haciendo a los civiles. Ante las crecientes amenazas de muerte en su contra, escribió una carta sin fecha, perdonando a sus asesinos en caso de que le hicieran daño. Se despidió de antemano, agradeciendo a sus feligreses por sus oraciones, por su amor, finalizando su mensaje con: “Espero seguir ayudándoles desde el Cielo”.

Con nuestros hermanos laicos, Nelson y Manuel, la iglesia está reconociendo un importante sacrificio por parte de los laicos. Se decía que acompañaban al padre Rutilio a todas partes sin pensar en el peligro que su pastor corría constantemente.

(Lea la version completa de esta reflexion en nuestro sitio web)

Niños reciben y continuan tradiciones familiares

Tupelo

Canton

CANTON – Niñas de Sacred Heart traen flores al altar en celebracion del Cristo Negro de Esquipulas el sabado 15 de enero. (Foto cortesía de Blanca Peralta)

Pearl

PEARL – El Movimiento Familiar Cristiano Católico (FMCC), Federación Jackson realizo una posada en St. Jude Pearl, en 18 diciembre 2021, representando a María y José, los niños Leonardo Jared y Miranda Henríquez. (Foto de Tereza Ma)

Jackson

Tome Nota

Vírgenes y Santos
Fiesta de la presentación del Señor. Feb. 2
Nuestra Señora de Lourdes. Feb. 11
San Valentín. Patrono de los Enamorados. Feb.14
Dia de los presidentes. Feb. 21

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Oficina de Servicios Sociales en Senatobia está abierta miércoles y jueves de 9am a 3 pm para ayuda con comida, orientación o ayuda financiera. Servicios y personal bilingüe disponibles.
Llame para hacer una cita al 662-560-1991

Youth

Christmas programs

COLUMBUS – Annunciation School held a Christmas Extravaganza on Dec. 9. Students in PreK through fifth grade participated in the performance. (Photos by Katie Fenstermacher)
JACKSON – St. Richard fifth grade students (l-r) Kate Donaldson, Hills Ezzell, Sade’ Ellis, Maya, Levi Luckett, Yahir Paniagua, Redmond Peterson, J’naya Slaughter and Sarah Vanderloo. Playing air guitar on his knees is Estephan Choufani. The school presented an amazing Advent program on Dec. 17, directed by music teacher Andrew Dillon. (Photos by Tereza Ma)
Jennifer David principal of St. Richard school
PEARL – St. Jude parish celebrated Epiphany on Jan. 2. Pictured are Joshua, Ana and Ashley Love. (Photo by Elsa Baughman)
AMORY – At Mass on Dec. 12, the children and youth of St. Helen Church presented the Christmas story, as they honored all grandparents of the parish. Before Mass, the statue of Our Lady of Guadalupe was carried to the front of the church and all the children brought roses to place at her feet. (Photos by Jean Pinkley)
MAGEE – On December 19th, Mr and Mrs Clause paid a visit to St Stephen Church. Santa brought gifts for the good boys and girls in the St Stephen Religious Education Program and joined in the  parish Children’s Christmas Party. Many thanks to everyone who helped make Santa’s visit such a success. 

Holy Trinity at work in diocese

By Bishop Joseph R. Kopacz, D.D.
This past weekend we celebrated the Baptism of the Lord, the culmination of the Christmas season when the voice of our loving God resounded over the Jordan River after the baptism of his beloved Son who stood as one with his Father in heaven, bathed in the light of the hovering Holy Spirit. In that moment at the outset of Jesus’ public ministry, the loving unity of the Holy Trinity was proclaimed for all to hear.

Indeed, “God is love.” God the Father’s voice was the reassurance for all of the voices of the patriarchs and prophets, kings and suffering servants yearning for the Messiah over centuries. When the fullness of time unfolded, we heard the voices of the angels, shepherds and magi, the testimony of Matthew, Mark, Luke and John our beloved evangelists, and finally the testimony of John the Baptist, “behold the Lamb of God.”

Through faith and baptism, we are center stage in this divine drama. On the one hand this is largely evident when we raise up our voices in prayer, especially at Mass. When we choose to keep holy the “Lord’s Day” and gather in our churches as the Body of Christ, by God’s grace; we can recognize that we too are God’s beloved children, sisters and brothers in Jesus Christ, and temples of the Holy Spirit.

Bishop Joseph R. Kopacz

Remember the Lord’s assurance, that “the least born into the Kingdom of Heaven is greater than John the Baptist” and all who preceded him. The heavens were opened at the moment of Jesus’ baptism and remain permanently so in his death and resurrection so that the glory of God will shine forever on the face of Jesus Christ.

The star of faith enlightens our minds and hearts to know that love is our origin, love is our constant calling, and love is our fulfillment in heaven. The church by its very nature is the sacrament of salvation pointing the way to the heavens for all the world to see.

On the other hand, standing upon the cornerstone of faith in the divine drama, all the baptized, grafted onto to the vine are intended, by God’s design and grace, to live as God’s beloved in the world. The church throughout the world and on the local level is a living body where the least, as St. Paul eloquently wrote, are given special attention. Our faith in Jesus Christ is deeply personal and at the same time, never individualistic. Grafted on the vine of Jesus Christ, we are members of his body with different gifts, ministries and works for the common good beginning at home, in the church and in the world.

As you turn the pages of this edition of the Mississippi Catholic, I invite you to do so through the lens of our unity with the Holy Trinity and the bond that is established with one another through faith and baptism. For example, the Catholic Service Appeal is very balanced in its structure and purpose. Each year your generosity strengthens the Body of Christ throughout the Diocese of Jackson through many ministries, while also serving many on the margins of our communities through Catholic Charities who may never be able reciprocate in turn. Thus, our Service Appeal is genuinely Catholic.

The Synod on Synodality that is well underway in the Diocese of Jackson and in the church throughout the world is an extraordinary way to raise up our voices in prayer and dialogue. Although gatherings will occur in our parishes and other ministries at different times throughout February, the prayer and scriptures passages that guide these encounters will be the same for everyone, a visible sign of the unity that the Lord intends, and an opportunity to strengthen this bond under the hovering presence of the Holy Spirit and the loving gaze of our God.

Lastly, we can understand the annual diocesan report through the lens of this bond of unity. There are many moving parts in a complex organization that must be managed, and the Diocese of Jackson is no different in this respect. Yet, on the deeper level we pray to never forget who we are so that all our daily labor in support of our ministries is not a matter of maintenance, but truly of mission.

We are God’s children now, members of the body of the Beloved Son of God, encouraging one another to be fully alive with the mind and heart of Jesus Christ. May our voices and actions point the way for our struggling and suffering world.

All that we do as the Catholic Diocese of Jackson is the work of our faith and baptism in the power of the Holy Trinity.

Santísima Trinidad trabajando en la Diócesis

Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
Este fin de semana pasado celebramos el Bautismo del Señor, la culminación de la temporada navideña, momento en que resonó la voz de nuestro amoroso Dios sobre el río Jordán; después del bautismo de su amado Hijo, quien se mantuvo como uno con su Padre en el cielo, bañado de la luz del Espíritu Santo que revoloteaba. Al comienzo del ministerio público de Jesús, se proclamó en ese momento para que todos la escucharan la unidad amorosa de la Santísima Trinidad.

De hecho, “Dios es amor” la voz de Dios Padre fue la promesa consoladora de todas las voces de los patriarcas, profetas, reyes y siervos sufrientes que anhelaban al Mesías durante siglos. Cuando la plenitud de los tiempos se desplegó, escuchamos las voces de los ángeles, pastores y Reyes Magos, el testimonio nuestros amados evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan y finalmente el testimonio de Juan el Bautista al proclamar “He aquí el Cordero de Dios.”
A través de la fe y el bautismo, somos el centro del escenario en este drama divino. Por un lado, evidentemente, cuando elevamos nuestras voces en oración, especialmente en la Misa. Cuando elegimos santificar el “Día del Señor” y reunirnos en nuestras iglesias como el Cuerpo de Cristo, por la gracia de Dios; podemos reconocer que nosotros también somos hijos amados de Dios, hermanas y hermanos en Jesucristo, y templos del Espíritu Santo.

Obispo Joseph R. Kopacz

Recuerde que el Señor asegura que “el pequeño nacido en el Reino de los Cielos es mayor que Juan el Bautista” y todos los que lo precedieron. Los cielos fueron abiertos en el momento del bautismo de Jesús y permanecen permanentemente así, en su muerte y resurrección, para que la gloria de Dios resplandezca para siempre en el rostro de Jesucristo.

La estrella de la fe ilumina nuestras mentes y corazones para saber que el amor es nuestro origen, el amor es nuestro llamado constante y el amor es nuestro cumplimiento en el cielo. La iglesia, por su propia naturaleza, es el sacramento de la salvación que señala el camino a los cielos para que todo el mundo lo vea.

Por otra parte, sobre la piedra angular de la fe en el drama divino, todos los bautizados, injertados en la vid, están destinados, por designio y gracia de Dios, a vivir como amados de Dios en el mundo. La iglesia en todo el mundo y a nivel local, es un cuerpo vivo donde los últimos, como escribió elocuentemente San Pablo, reciben una atención especial. Nuestra fe en Jesucristo es profundamente personal y, al mismo tiempo, nunca es individualista. Injertados en la vid de Jesucristo, somos miembros de su cuerpo con diversos dones, ministerios y obras para el bien común, comenzando en el hogar, en la iglesia y en el mundo.

Al pasar las páginas de esta edición del Mississippi Catholic, los invito a hacerlo a través del lente de nuestra unidad con la Santísima Trinidad y el vínculo que se establece entre nosotros a través de la fe y el bautismo. Por ejemplo, la Campaña de Servicio Católico es muy equilibrada en su estructura y propósito. Cada año, su generosidad fortalece el Cuerpo de Cristo en toda la Diócesis de Jackson a través de muchos ministerios, al tiempo que sirve a muchos en los márgenes de nuestras comunidades, a través de Caridades Católicas, los cuales tal vez nunca puedan corresponder a su vez. Por lo tanto, nuestro llamado de servicio es genuinamente Católico.

El Sínodo sobre la Sinodalidad que está en marcha en la Diócesis de Jackson y en la iglesia de todo el mundo es una forma extraordinaria de elevar nuestras voces en oración y diálogo. Aunque habrá reuniones en nuestras parroquias y otros ministerios, en diferentes momentos a lo largo de febrero, la oración y los pasajes de las Escrituras que guían estos encuentros serán los mismos para todos, una señal visible de la unidad que el Señor desea y una oportunidad para fortalecer este vínculo bajo la presencia arrebatadora del Espíritu Santo y la mirada amorosa de nuestro Dios.

Por último, podemos entender el informe diocesano anual a través del lente de este vínculo de unicidad. Hay muchas partes móviles que deben administrarse en una organización compleja y la Diócesis de Jackson no es diferente en este respecto. Sin embargo, en un nivel más profundo, oramos para nunca olvidar quiénes somos para que todo nuestro trabajo diario en apoyo de nuestros ministerios no sea una cuestión de mantenimiento, sino verdaderamente de misión.

Ahora, somos hijos de Dios, miembros del cuerpo del Amado Hijo de Dios, animándonos unos a otros a vivir plenamente con la mente y el corazón de Jesucristo. Que nuestras voces y acciones señalen el camino para un mundo que lucha y sufre.

Todo lo que hacemos como Diócesis Católica de Jackson es trabajo de nuestra fe y del bautismo, en el poder de la Santísima Trinidad.

Preserve Christian identity received at baptism, pope says

By Junno Arocho
VATICAN CITY (CNS) – Before baptizing 16 babies in the Sistine Chapel, Pope Francis reminded parents and godparents of their responsibility to care for and preserve the Christian identity the infants were about to receive.
“This is your task throughout your lives: to guard the Christian identity of your children,” the pope said. “It is a daily commitment: help them grow with the light they receive today.”

The pope baptized the seven boys and nine girls – the children of Vatican employees – in the Sistine Chapel during the celebration of Mass Jan. 9, the feast of the Baptism of the Lord.

The annual tradition of baptizing infants on the feast day, which began in 1981 by St. John Paul II, was canceled last year due to the pandemic.

Pope Francis greets family members of a newly baptized baby after celebrating Mass marking the feast of the Baptism of the Lord in the Sistine Chapel at the Vatican Jan. 9, 2022. The pope baptized 16 infants. (CNS photo/Vatican Media)

Although the baptisms resumed this year, the number of infants was significantly reduced. In January 2020, the pope had baptized 32 infants in the Sistine Chapel.

Delivering a brief, off-the-cuff homily, Pope Francis recalled a hymn for the feast day that said the people of Israel went to the Jordan River to be baptized “with bare feet and bare souls.”

“These children today also come here with ‘bare souls’ to receive God’s justification, Jesus’ strength, the strength to move forward in life,” he said. “Your children will receive their Christian identity today. And you, parents and godparents, must guard this identity.”

With the sounds of fussy children filling the frescoed chapel, the pope repeated his usual advice to mothers of infants, encouraging them to make their children comfortable, and to not worry if they start to cry in the chapel.

“This ceremony is a bit long, the children then feel uncomfortable here in an environment they do not know. Please, they are the protagonists: make sure that they are not too hot, that they feel comfortable,” Pope Francis said.

“If they are hungry, breast feed them here, in front of the Lord, no problem,” he added. “And if they cry out, let them cry out, because they have a community spirit, let’s say a ‘band spirit,’ a spirit of ensemble, and all it takes is for one to start – because everyone is musical – and immediately the orchestra comes! Let them cry, let them feel free.”

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