‘Entremos en este proceso con un espíritu abierto, creativo’

Por Hermana María Elena Méndez
¿Dónde estamos? ¿Cuál es el proceso y nuestro trabajo ahora en las parroquias?
Primero, entre ahora y enero la persona encargada de su parroquia, el sacerdote o ministro eclesial laico, nombrará a un equipo lo más representativo posible. Una vez que el equipo esté formado, personal del equipo diocesano para ese fin, entrenarán a este equipo para que sea el encargado de llevar el proceso del V Encuentro en su parroquia. El entrenamiento se hará de la forma más conveniente, ya sea por parroquia, parroquias vecinas o por decanato, según se vea conveniente.
El proceso en las parroquias se llevará a cabo de febrero a junio de 2017 en pequeños grupos usando cinco sesiones basadas en el capítulo 24 de la Exortación del Papa Francisco “Alegría del Evangelio” éstas son: Llamados a un encuentro de amor con Jesús, Con obras y gestos: ¡Atrévete!, Caminando juntos con Jesús, Dando frutos de nueva vida y Festejando la alegría de ser discípulos misioneros. La metodología que usaremos es ver, juzgar, actuar, celebrar y evaluar. Este proceso será también un espacio de evangelización, formación y de espíritu misionero. v-encuentologo-vertical
Al teminar las cinco sesiones como parroquia, organizarán un Encuentro parroquial como celebración de la participación en el proceso, tomando en cuenta como material, el resultado que surgió de cada uno de los temas y de los grupos parroquiales.
El equipo parroquial para el V Encuentro será el encargado de recoger el material de los pequeños grupos de reflexión a medida que vayan realizando y haciendo el vaciado. Es importante saber que los pequeños grupos de reflexión pueden ser en familias, en grupos parroquiales, en la catequesis, con los jóvenes, con los adultos, en los trabajos, bilingues, en inglés, español, etc.
Lo único que sí tenemos que garantizar es que tengamos los facilitadores y testigos suficientes para (quien toma notas) cada grupo y unir los resultados junto con los de los otros grupos que vayan surgiendo en las parroquias. Los grupos deben ser pequeños, de cinco a ocho personas para que puedan terminar la reunión en un lapso máximo de dos horas. El equipo nacional mandará los cuadernos para hacer las anotaciones.
Cada parroquia llevará su propio proceso y usando su creatividad a la hora de implementarlo. Estas pueden ser algunas ideas o sugerencias en acuerdo con sus párrocos o ministros eclesiales. Las reflexiones pueden ser durante la cuaresma o la Pascua semanalmente, otros quizá durante un día varios grupos en el mismo lugar, en fin, como cada parroquia se acomode.
Cuando cada parroquia haya llevado el proceso de las cinco sesiones de reflexión y haya celebrado el Encuentro parroquial, el material de consulta en las parroquias nos servirá como material base para la realización de nuestro encuentro hispano diocesano. Este Encuentro tendrá un tinte de trabajo para sacar juntos las conclusiones que deberán ser llevadas por delegados diocesanos a la reunión regional y después al Encuentro nacional en el 2018.
Este proceso es muy importante para nosotros como comunidad, como parroquia y como diócesis porque creará mucho más liderazgo en nuestras comunidades y llegaremos a mucha gente alejada en un espíritu misionero.
Durante el proceso, el equipo diocesano para el V Encuentro y el equipo del ministerio hispano estará apoyando, acompañando y dando respuesta a sus dudas y preguntas. Entremos como parroquia y como diócesis en este proceso con un espíritu abierto, creativo y dejando que Dios nos vaya guiando.